Apoyo tácito de Trump a racistas levanta tormenta entre republicanos
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS. — Expresidentes Bush padre e hijo y líderes del partido levantan la voz contra las declaraciones del presidente en las que diluyó la culpa de neonazis en los hechos de Charlottesville.
Activistas, demócratas, presentadores de programas de televisión nocturnos… la ola de críticas al presidente Donald Trump por su inequívoco apoyo tácito a la ultraderecha no hace más que arreciar. Tanto arrecia que incluso en el partido Republicano se levantaron ayer numerosas voces atizando al presidente por unas declaraciones que muchos consideran dignas de otras épocas.
La condena explícita que el mandatario hizo del Ku Klux Klan, los neonazis y racistas en general el lunes se la llevó el viento, y quien dice viento dice las propias palabras del presidente el martes, con las que deshizo el camino y volvió a su condena original “a varios bandos” por los hechos de Charlottesville.
George H.W. Bush y su hijo George W. Bush emitieron ayer un comunicado conjunto en el que aseguraron que “Estados Unidos siempre debe rechazar la intolerancia racial, el antisemitismo y el odio en todas sus formas”. En el mensaje, los expresidentes republicanos no se dirigen explícitamente al mandatario republicano, pero es muy raro que ninguno de los dos haga comentarios públicos acerca de los vaivenes de la política del país. Además, son conocidas las críticas que George W. Bush vertió en meses anteriores a Trump.
También Jeb Bush, exgobernador de Florida y exaspirante presidencial republicano, pidió este martes a Trump que no “cuestione quién tiene la culpa de los sucesos de Charlottesville”.
CONGRESISTAS. Otra de las voces que se levantaron ayer ante la situación fue la del líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, a quién además la pasada semana Trump atacó por no haber podido revocar Obamacare.
McConnell afirmó que “no podemos tener ninguna tolerancia con una ideología de odio racial. No hay neonazis buenos, y aquellos que comparten sus ideas no apoyan los ideales y libertades estadunidenses”, mientras que más duro fue el senador Lindsey Graham, habitual crítico del presidente. Este advirtió a Trump de que sus palabras “están dividiendo a los estadounidenses”, y rechazó que haya una “equivalencia moral” entre los supremacistas blancos y los contramanifestantes.
También el exjefe del Comité Nacional Republicano Michael Steele, que es negro, condenó las palabras de Trump, pero fue más allá, y arremetió contra los Bush, contra McConnell y también contra el líder republicano en la Cámara de Representantes, Paul Ryan, por considerar poco explícita su postura. “Apoyo sus críticas, pero debemos tomar la línea del senador Marco Rubio y hablar directamente al señor presidente para decirle que esto no está bien”, aseguró el exlíder conservador al diario The Guardian.
ENOJADO. Incluso, según informaciones de The New York Times y CNN, el enojo habría llegado al gabinete presidencial; el asesor Gary Cohn, que es judío, estaría muy molesto y disgustado con Trump, aunque por el momento se desconoce si se plantea dimitir.
Donald elimina consejos ante la fuga de asesores
Donald Trump eliminó ayer dos consejos de asesoría económica que había creado su administración meses atrás por el rosario de renuncias de líderes empresariales. Esto, debido a la tibia reacción del presidente contra los incidentes causados por racistas en Charlottesville el sábado.
“Más que meter presión a los empresarios del Consejo de Fabricantes Estadunidenses y el Foro de Estrategia y Política, voy a acabar con ambos. ¡Gracias a todos!”, anunció el presidente en un mensaje divulgado en su cuenta de la red social Twitter.
Poco antes de que el mandatario anunciara la eliminación de esos dos foros, la consejera delegada de la empresa de alimentación Campbell Soup, Denise Morrison, informó de que renunciaba a su puesto en el Consejo de Fabricantes Estadunidenses, convirtiéndose en la séptima persona que renunciaba a estos foros asesores.
“El racismo y el asesinato son inequívocamente reprobables y no son moralmente equivalentes a cualquier otra cosa que sucedió en Charlottsville”, afirmó Morrison en un comunicado, en referencia a la equiparación que hizo Trump hizo el martes de los neonazis a la izquierda que se manifestó en contra de los supremacistas blancos.
“Creo que el presidente debería haber sido, y aún debe ser, inequívoco en ese punto”, subrayó la consejera delegada del famoso fabricante de sopas.
Líderes empresariales de compañías tan conocidas como Intel, Merck o Under Armour siguieron los mismos pasos en los últimos días.
La decisión de Trump llegó apenas 24 horas después de que, el martes, asegurara en Twitter que “por cada director general que deja el Consejo de Fabricantes, tengo muchos para ocupar su lugar”.
(Fecha de publicación 17082017)