La educación en Sonora ¿vendida al mejor postor?
HERMOSILLO, SONORA.MX. PROFA. MARTHA ELVA GONZÁLEZ PÉREZ.— En diciembre 17 de 2015, fue la fecha en que la Gobernadora Claudia Artemiza Pavlovich Arellano., presentó ante representantes de todos los sectores productivos y municipios sonorenses el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021, documento que contiene las normas, principios y bases que enmarcan la actuación, que supone realizó considerando el diagnóstico obtenido sobre el estado que presentó la administración con su antecesor.
En dicho Plan de Desarrollo, expone que la ruta de su gobierno privilegiará la apertura, la pluralidad, la inclusión, la innovación y la unidad de los sonorenses, su prospectiva es expelida para que durante su administración la entidad alcance económico, político, social, laboral, cultural y educativo en beneficio de los sonorenses.
¿En función de qué o de quién?
¿Con qué parámetros se medirá el desarrollo de cada sector?
¿Dónde está la transparencia y redición de cuentas que deben presentar las dependencias que integran la administración pública directa y la administración pública paraestatal en Sonora en concordancia con lo dispuesto en el Artículo 26 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo…?
En teoría, se lee y escucha bien, en la práctica… ¡dista de ser realidad!
En el tema educativo, la Gobernadora en su momento declaró que “quiere para los niños y niñas de Sonora lo mismo que para sus hijas: una educación que impulse su creatividad y su ingenio; que desarrolle sus competencias y sus talentos personales; que estimule sus valores fundamentales. UNA EDUCACIÓN QUE LOS HAGA FLORECER, CRECER, CREAR, DESARROLLARSE”.
¡NADA más falso…!
¡No pasa de ser un discurso hueco!
¡Hechos, no palabras!
Es acaso, que… ¿Pretende lograr su objetivo con Claudio X. González Guajardo?
Un tipo que aspira a embolsarse el presupuesto destinado a educación, que “nunca” en su vida ha pisado una escuela pública, que es incapaz de reconocer las enormes insuficiencias que presenta la educación en el país y, que ello, es resultado de la enorme incapacidad del gobierno, por carecer de una política de Estado en materia educativa, responsabilidad que no es atribuible a los docentes, sino a la propia autoridad educativa y a la dirigencia del SNTE −nacional y seccional−, quienes han hecho y deshecho, ellos, son los impulsores y principales responsables y de los vicios en el sector educativo.
¿Cuál es la pretensión oculta de la gobernadora de Sonora?
¿Por qué entrega la educación de Sonora a un empresario como Claudio X. González?
Cabe recordar, que dicho individuo es el máximo impulsor de la Reforma Educativa, con la que pretende establecerse medio de control político y laboral, pues, de pedagógica no posee absolutamente nada, menos resuelve las circunstancias marginales de miles de docentes en la escuela rural y urbana, tampoco considera las condiciones de infraestructura física en que operan los establecimientos escolares, la insuficiencia de mobiliario, pintarrones, cableado eléctrico, computadoras, Internet, papelería, capacitación para el personal –técnico, administrativo, docentes y manual-, pero, sobre todo la imperante necesidad de respetar la laicidad de la educación pública.
Por cierto, González Guajardo, es ex presidente de Fundación Televisa, medio de comunicación cuyos contenidos, atrapan y enajenan las mentes de la infancia y adolescencia mexicana con sus programas “cargados de basura” visual y auditiva, que, también constituyen un insulto para la población pensante, pero, claro dicha situación es incapaz de reconocerla y trabajar al interior del consorcio televiso para contribuir con la educación de la sociedad. Por eso, se retoman los cuestionamientos formulados meses atrás por José Gil Olmos en su espacio habitual en la Revista Proceso…
¿Qué proyecto educativo puede salir de este empresario que está en contra de una educación laica, popular y científica como la impulsó hace más de medio siglo el general Lázaro Cárdenas? ¿Qué perfil de profesores propone este empresario que califica de “mafiosos” a quienes van hasta los lugares más apartados del país a enseñar a niños indígenas o campesinos pobres y marginados? ¿Con qué ética puede impulsar un nuevo proyecto educativo quien se maneja con el rencor y la aversión social y de clase?
Además… ¿Qué sabe de las múltiples necesidades que presentan las familias que acuden a la escuela pública? ¿Tendrá la sensibilidad para reconocer que un enorme porcentaje de alumnos acuden a la escuela sin haber probado alimento alguno? ¿Qué un alto número de estudiantes trabajan para apoyar económicamente a sus padres? ¿Qué una gran cantidad de alumnos no disponen de recursos económicos para asistir diariamente a la escuela? ¿Qué un segmento de la población escolar provienen de hogares disfuncionales o pertenecen a hogares monoparentales?
No se inadvierte, que Claudio González se ha erigido −sólo− como el salvador de la educación en México, sin embargo, resulta obvio que un sujeto con sus características podrá saber cómo marchan sus negocios, pero, evidentemente desconoce el funcionamiento del sector educativo –tarea nada sencilla, sino que le pregunte a Emilio Chuayffet Chemor (ex secretario de Educación Pública) Jorge Luis Ibarra Mendivil (ex Secretario de Educación y Cultura en Sonora), Aurelio Nuño Mayer (Secretario de Educación Pública) o Ernesto de Lucas Hopkins (Secretario de Educación y Cultura en Sonora), por mencionar algunos…
Tampoco pasa de largo, que este empresario es proclive a “agarrar la bandera de combate a la corrupción entre los políticos, no obstante, se torna complaciente con sus pares, es decir, con los dueños de los medios de producción, que han sido beneficiados con la corrupción gubernamental o de dinero que se lava en paraísos fiscales como se mostró en los Panamá Paper´s, pero, por si fuera poco, tiene un odio exacerbado y obsesivo contra los maestros de la CNTE a quienes llama “criminales”, “delincuentes con permiso” y miembros del “cártel”.
Digo… ¿Con qué calidad moral actúa en contra de quienes sólo defienden derechos laborales y su fuente de trabajo?
Por eso, en razón de lo antes expuesto, el escepticismo invade las mentes de los sonorenses, no sólo de aquellos que conociendo la trayectoria de la Pavlovich saben de su falta de capacidad para separar las cuestiones personales de las responsabilidades inherentes a los cargos de elección popular que en determinado momento ha ostentado, como diputada local, senadora y, ahora gobernadora, sino también de aquellos que son cercanos al primer círculo del poder gubernamental local, para ello, basta asomarse y escudriñar un poco al interior.
Con la reciente actuación de Pavlovich Arellano, queda al descubierto su inclinación con los poderes fácticos y su falta de compromiso con la población, con los sectores más vulnerables, con aquellos que no poseen el poder económico para combatir las carencias que les genera la inflación, los altos costos de los productos de la canasta básica y las elevadas tasas impositivas con el fisco, por citar algunos ejemplos.
La pregunta surge imparable… ¿Por qué la gobernadora no solicitó apoyo a Manuel Gil Antón, reconocido investigador educativo en México, o bien, por qué no descansó sus inquietudes en alguno o algunos de los 467 miembros del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE)?
Es necesario destacar, que estos investigadores pertenecen a 95 instituciones (públicas y privadas) en 28 estados de la República. Todos los asociados tienen como actividad principal la investigación educativa y la inmensa mayoría (96%) posee al menos un posgrado en el área. Todos ellos tienen obra publicada nacional e internacionalmente y han participado en la formación de investigadores en programas institucionales o interinstitucionales, y en su mayoría son miembros del Sistema Nacional de Investigadores.
¿Podría pedírseles algo más…?
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