Nov 23, 2024

Deserción escolar: resultado de la injusticia laboral, inequidad y desigualdad social

0

08022016. HERMOSILLO, SONORA.MX. PROFA.MARTHA ELVA GONZÁLEZ PÉREZ— La igualdad de oportunidades y el bienestar, son principios básicos de sociedades que aspiran a ser justas, un cuestionamiento complejo y difícil es definir qué elementos contribuyen a lograr estos principios, la educación es uno de los más notables.

Sin embargo, en México la educación difiere de ser igualitaria y universal, en las regiones se observan enormes diferencias que marcan aún más la brecha social entre las comunidades y sociedad en general.

La carencia de educación adecuada es señalada como factor determinante en la continuidad e incremento de la pobreza en países de América Latina (Londoño, 1996). Implica considerar a la educación como sector clave para la integración de México al contexto de globalización comercial y libre competencia, y al mismo tiempo impulsar un proyecto de desarrollo nacional.

Este contexto justifica estudios sobre educación, que supone interesa a las autoridades educativas no seguir repitiendo los errores del pasado, mientras que a los académicos les corresponde buscar una interpretación objetiva sobre las funciones reales del sistema educativo.

La política educativa se encuentra en medio de un conflicto en el que enfrenta múltiples reclamos sociales, derivado de la nula existencia de un proyecto integral en educación, propuesta en la que participen todos los actores involucrados en este importante renglón social, como son los docentes, madres y padres de familia, las instituciones existentes, las organizaciones civiles y las autoridades públicas, sino que sobrevive el conflicto y el choque de intereses derivado de la imposición de una Reforma Educativa que se mantiene distante de las cinco metas nacionales contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, que fue diseñada con el aparente propósito de elevar la productividad y conducir a México a su máximo potencial, que son: México en Paz, México Incluyente, México con Educación de Calidad, México Próspero y México con Responsabilidad Global, metas que, hasta ahora solo se ubican en el imaginario de sus creadores.

Los cambios que la educación requiere ya no pueden establecerse por simple modificación o ajuste de decretos, la apertura democrática ha generado también la crisis del autoritarismo como modelo de gobierno. La transición educativa sólo será posible si se involucra correctamente a los diferentes agentes sociales –nacionales y locales- implícitos en el desarrollo de la educación.

El Sistema Educativo Nacional en su conjunto -así como cada escuela en el país-, como institución social del Estado mexicano, tienen la misión de llevar a cabo el derecho a la educación mediante la distribución social de conocimientos y saberes que han de ser pertinentes para los educandos, a la vez que relevantes para la sociedad en donde viven (Sánchez y Andrade, 2009: 13).

El Programa Sectorial de Educación 2007-2012 (SEP, 2007) planteó como primer objetivo abatir la deserción escolar en educación básica y media superior -propósito que no se cumplió, pues las condiciones económicas que imperan en el territorio nacional que deriva de un modelo económico parsimonioso desfasado, constituyen un factor determinante de exclusión-, elevando la calidad de la educación y enfocándola principalmente hacia los alumnos que se encuentran en riesgo de deserción -índice educativo multifactorial que puede variar en los diferentes niveles educativos en el país-.

En este tenor, mientras que en primaria la deserción puede deberse a motivos familiares (falta de acompañamiento de los padres, migración interestatal, cambio en los tipos de servicio, etcétera), en la educación secundaria y en el nivel medio superior, el abandono podría estar motivado por condiciones sociales, como la inserción a la vida laboral o la falta de interés en los estudios (ENJUVE, 2005).

Situación que se agrava en media superior.

El México actual requiere de transformaciones importantes en el sistema educativo, pero teniendo la certeza de que las bases filosóficas, humanistas y sociales que dieron el gran impulso a la educación pública siguen vigentes y deben inspirar esas transformaciones. La educación es un derecho humano fundamental que debe estar al alcance de todos los mexicanos. No basta con dar un espacio a los alumnos en las escuelas de todos los niveles; es necesario que la educación forme para la convivencia, los derechos humanos y la responsabilidad social, el cuidado de las personas, el entendimiento del entorno, la protección del medio ambiente, la puesta en práctica de habilidades productivas y, en general, para el desarrollo integral de los seres humanos. Un buen sistema educativo debe ser incluyente, favorecer la equidad y nunca un medio para mantener o reproducir privilegios en las personas que ostentan el poder gubernamental, económico y/o religioso.
Una educación de calidad mejorará la capacidad de la población para comunicarse, trabajar en grupos, resolver problemas, usar efectivamente las tecnologías de la información, así como para una mejor comprensión del entorno en el que vivimos y la innovación.
La mayor deserción escolar trae consigo problemas de extra-edad y un rezago educativo para las poblaciones en edad de cursar la educación básica en el siguiente ciclo escolar. De acuerdo al Instituto Nacional de Educación, los alumnos que desertan en algún año cualquiera, tienen la probabilidad de reprobar, de volver a desertar en algún otro año y finalmente, abandonar de forma definitiva la educación escolarizada. (INEE, 2006). Una vez que se conoce la amplitud de la deserción escolar a nivel de estado, permite estudiar en el nivel de dimensión en el que se encuentra, lo que ayuda a diseñar estrategias que faciliten retener a las y los alumnos hasta terminar su educación básica.
En el caso de género, en promedio nacional, las mujeres tienden menos a desertar que en el caso de los hombres, esto es, por cada cien hombres inscritos 10 desertan mientras que mujeres sólo 6. Nótese que existe una diferencia absoluta de 3,7 puntos porcentuales entre tasas de deserción. Las entidades federativas que presentaron mayores tasas de deserción por mujeres fueron: Oaxaca, Michoacán y Yucatán y a su vez los de menor tasa fueron: Baja California Sur, Colima y Tlaxcala. Para el caso de los hombres las entidades que presentaron mayores tasas de deserción son: Michoacán, Distrito Federal y Oaxaca, por otro lado, los que menos presentaron problemas de deserción lo fueron: Colima, Baja California Sur y Nuevo León. El estado de Chihuahua presenta tasas preocupantes, por cada 100 hombres inscritos llegan a desertar 10 y en mujeres casi a 7.

Se advierte que las tasas de deserción alcanzan en promedio un nivel nacional con un valor de 7.7, es decir, por cada 100 alumnos, 8 de ellos no se inscriben al ciclo escolar inmediato. La entidad federativa que mayores tasas de deserción alcanzan es Oaxaca con 11,3%, seguido de Michoacán y Distrito Federal, con 11,1% y 10%, respectivamente. Por el otro lado la entidad federativa que menos deserción tuvo fue Colima con un valor de 4,4%, seguido de Baja California Sur (4,6%) e Hidalgo (4,9%). Cabe resaltar que el Estado de Chihuahua se localiza en el lugar 22 con una tasa de deserción del 8,1%, por encima del promedio nacional.
Cualquiera que sea el motivo de la deserción escolar, ésta repercute seriamente en el desarrollo del individuo. Los jóvenes que abandonan sus estudios, temporal o permanentemente, se ven en desventaja con respecto a sus compañeros que continúan en la escuela: dejan de tener acceso formal —sistemático y organizado— a la cultura, la formación cívica, el conocimiento y a la oportunidad de aprender por aprender (INEE, 2010).
Al no poseer las competencias que exige una sociedad del conocimiento, estos jóvenes se exponen, por ejemplo, a una inserción al mercado laboral con remuneraciones bajas, servicios de salud y de seguridad social de poca calidad, entre otros. La tasa de deserción total en el nivel básico y en media superior estima cuántos alumnos de cada cien inscritos en el ciclo escolar no concluyeron el nivel o tipo educativo para continuar su educación. El indicador es una medida aproximada de la deserción escolar entre dos ciclos escolares consecutivos. Una estimación más precisa se podrá obtener, en un futuro, de los datos individuales de los alumnos contenidos en el Registro Nacional de Alumnos.
Efectos de la deserción escolar
La deserción escolar tiene efectos tanto a nivel social como a nivel individual. Una deserción escolar importante, afecta la fuerza de trabajo, es decir, son menos competentes y más difíciles de calificar, tienen una baja productividad en el trabajo, y esto repercute negativamente en la nación, una disminución en el crecimiento del área económica. También cuando el asunto de la deserción escolar se da a grandes escalas, esto es una base o fundamento para que se reproduzcan las grandes desigualdades sociales y económicas.
Un individuo que tiene preparación escolar, que termina sus estudios de primaria o secundaria, y continúa ascendiendo en la pirámide educacional, tendrá más posibilidades de insertarse en el sector laboral y garantizar así un mejor ingreso económico, lo cual repercutirá en su economía y en mejor nivel social, en relación con otra persona que no lo está haciendo. Por lo tanto cuando hay sectores importantes que están dejando de estudiar en una sociedad, se provoca que generación tras generación se sigan presentando esas grandes desigualdades sociales y económicas.
Es decir, si hubiera menor deserción, si hubiera más personas que estudiaran, el porcentaje de gente preparada se incrementaría de manera significativa y las estadísticas nacionales e internacionales arrojarían mejores resultados.
México necesita de manera urgente una profunda transformación de su sistema educativo como condición indispensable para un futuro con equidad e inclusión social, que garantice el derecho a una formación intelectual sólida y fortalezca la generación de una ciudadanía crítica y solidaria.
En síntesis, las problemáticas ligadas al avance escolar de los alumnos son múltiples; por ello, las estrategias para su atención también deberían ser diversas, sobre todo si se quiere dar respuesta a las particularidades de los aspectos observados en las estructuras de cada nivel o tipo educativo, para lo cual es necesario tomar en cuenta sus objetivos y su normatividad; los datos antes presentados sirven como punto de partida para la generación de estudios que permitan identificar las acciones pertinentes para aumentar la eficiencia del Sistema Educativo Nacional.
Dirección electrónica: [email protected]
Twitter: @marelv_tita32

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.