David Rockefeller tiene nuevo corazón. Es el sexto en 38 años
Es el patriarca de una de las familias más poderosas de Estados Unidos, nieto de John Davidson Rockefeller, considerada la tercera persona más rica de la historia y el que ha recibido seis transplantes de corazón.
10022016. ESTADOS UNIDOS.— Entre aquellas personas vivas tan conocidas que están en boca de todo el mundo, no muchas han conseguido estarlo durante tanto tiempo como David Rockefeller, que el pasado 12 de junio de 2015 cumplió cien años.
Es el patriarca de una de las familias más poderosas de Estados Unidos, nieto de John Davidson Rockefeller, considerada la tercera persona más rica de la historia, por detrás de Mansa Musa y los Rothchild, con una fortuna estimada de unos 340 mil millones de dólares con la inflación actual, primer artífice del imperio económico familiar, asentado por él en el petróleo de Standard Oil con agresivas prácticas monopolísticas: “La competencia es un pecado, por eso procedemos a eliminarla”, decía.
Hoy en día resulta extraño encontrar a alguien que no haya escuchado de boca de una persona a que le han pedido dinero eso de: “¿Quién te crees que soy?, ¿Rockefeller?”. Sin embargo, Forbes estima que la fortuna de David ronda los 3 mil 200 millones de dólares, así que está muy lejos de la de su abuelo, al que poco le faltó para llegar también al siglo, sólo dos años
Como su familia en general, cuya importancia va por la sexta generación, ha continuado manteniendo la discreción del propio abuelo, y su clan sólo ha saltado ruidosamente a los medios de comunicación en contadas ocasiones, sobre todo a causa de varios fallecimientos: el de su sobrino Michael, que desapareció en 1961 a los 23 años al volcar la canoa en la que iba durante una expedición antropológica en Nueva Guinea, tras lo que hubo rumores de que habría logrado llegar a la orilla pero se lo habían comido unos caníbales, lo cual fue desmentido por la familia; el de su hermano John Davidson III, que murió en un aparatoso accidente de tráfico en julio de 1978; el de otro hermano suyo, Nelson, que fue gobernador de Nueva York y vicepresidente del Gobierno de Estados Unidos con Gerald Ford, y que pereció en enero de 1979 de un ataque al corazón que, parece ser, le sobrevino durante un coito con su secretaria y amante Megan Marshak, quien tardó una hora en pedir ayuda; y el último, el de su hijo Richard, miembro de Médicos Sin Fronteras, en un accidente del avión que pilotaba de regreso a casa tras el cumpleaños de su padre el 13 de junio de 2014.