Aerolíneas de las islas del Pacífico ¿volar en vacío?
WASHINGTON, DC.EE.UU.─ Con prácticamente ningún viaje internacional desde marzo de 2020, las aerolíneas nacionales en el Pacífico enfrentan crecientes dificultades financieras. Para los países insulares del Pacífico, esta conmoción es particularmente grave dada la débil situación financiera de las compañías aéreas nacionales antes de la pandemia, la dependencia de estos países de la conectividad de las aerolíneas para apoyar el turismo y el limitado espacio fiscal para proporcionar apoyo financiero continuo o futuro a estas aerolíneas.
La recuperación de esta crisis presenta una oportunidad para revisar la gobernanza y la supervisión de las aerolíneas nacionales para mitigar los riesgos futuros, según una reciente investigación del personal técnico del FMI.
Las Islas del Pacífico se encuentran entre los países más aislados del mundo. Dependen de la conectividad de las aerolíneas para el turismo, la educación, las oportunidades de empleo, el acceso a la atención médica y la entrega de bienes y servicios. Esta dependencia ha llevado a muchos países insulares del Pacífico a contar con compañías aéreas nacionales de propiedad estatal que atienden tanto a los mercados nacionales como a los internacionales. La aerolínea nacional es típicamente el único proveedor de rutas nacionales y un proveedor importante de rutas internacionales, lo que equivale a más del 60 por ciento de la capacidad de asientos en Fiji, Vanuatu y Papúa Nueva Guinea, y el 100 por ciento de las rutas en Nauru.
Las pérdidas financieras y la escasa rentabilidad han sido preocupaciones de larga data para varias aerolíneas del Pacífico. Sólo Fiji Airways ha logrado ganancias consistentes en los últimos seis años y también es la única aerolínea nacional en los países insulares del Pacífico que no es totalmente propiedad del gobierno (Qantas Airways tiene una participación del 46 por ciento).
La mayoría de las aerolíneas nacionales tenían al menos una calificación de riesgo general moderada antes de la pandemia. Muchos ya han pasado por una o más reestructuraciones y siguen siendo extremadamente vulnerables a las conmociones externas. Por ejemplo, Air Vanuatu tuvo que ser reestructurada más recientemente en 2016, tras los daños causados por el ciclón tropical Pam, y ahora está experimentando otra reestructuración para recuperarse de la crisis del COVID-19.
Los gobiernos han estado expuestos directamente a las aerolíneas locales en virtud de la propiedad estatal y a menudo proporcionaban apoyo financiero incluso antes de la pandemia. El apoyo directo del Gobierno ha sido cuerdo grande en relación con el PIB en varios casos, desviando recursos de otras necesidades de desarrollo. Esto se suma a las formas indirectas de apoyo, como las garantías implícitas sobre préstamos de instituciones financieras como los fondos nacionales de previsión (seguridad social). Sin embargo, los gobiernos han tenido dificultades para monitorear y contener los riesgos de las aerolíneas nacionales, lo que refleja marcos de gobernanza inadecuados, falta de capacidad de supervisión y falta de transparencia por parte de las aerolíneas que socava la capacidad de evaluar los riesgos potenciales.
Fecha de Publicación miércoles / 18 / agosto / 2021
PoR Vybhavi Balasundharam and Leni Hunter / FMI