Ailyn Pérez soprano de origen mexicano actuará en el Met en español
Ailyn Pérez no tuvo oportunidad de ver los carteles en Nueva York: los anuncios de la Ópera Metropolitana (también conocida como el Met) para su próxima temporada, en los que aparece un retrato de ella vestida de blanco espectral, con los ojos cerrados mientras se encuentra cara a cara con una mariposa.
Pérez había estado muy ocupada participando en el concierto centenario de la Ópera de San Francisco, para luego correr a Múnich para interpretar a Desdémona en Otelo, de Verdi, y luego volar a Santa Fe para protagonizar Rusalka, de Dvorak. En el escenario al aire libre en Nuevo México, Pérez no encontró mariposas, pero sí se tragó un insecto.
“Comencé a toser”, contó entre risas Pérez, de 44 años, durante una entrevista el mes pasado en las instalaciones de la Ópera Santa Fe. “Pero esta es mi tércera ópera aquí, y he aprendido a que tienes que lidiar con los elementos”.
Sus amigos le han enviado fotos de los anuncios en Nueva York, algo nuevo para ella. Se ha presentado en la Ópera Metropolitana desde 2015 —convirtiéndose en una soprano de exuberante belleza vocal, agudeza dramática y presencia imponente— pero no había tenido una producción nueva diseñada en torno a ella hasta esta temporada, cuando Florencia en el Amazonas, de Daniel Catán, tenga su estreno en la compañía.
“No he publicado ninguna de las fotos, porque no quiero publicar algo y que luego desaparezca”, dijo Pérez. “Pero las veo y solo pienso: ‘Guau, siempre he querido esto’, y no sabía que sucedería con este personaje. Me deja boquiabierta”.
Pérez está emocionada no solo por el hito profesional sino también por lo que Florencia en el Amazonas significa para el Met. La ópera de Catán de 1996 —una historia inspirada en la obra de Gabriel García Márquez sobre el regreso de una diva a su país natal, la cual se estrenará el 16 de noviembre— forma parte de una oleada de obras contemporáneas que se han unido al repertorio de la Ópera Metropolitana. Más notablemente, es el primer espectáculo en español de la compañía. Y su corazón es Pérez, hija de inmigrantes mexicanos.
Marcar el comienzo de esta era de la historia del Met es, dijo, “un gran honor”. Sin embargo, para sus colegas, especialmente para Yannick Nézet-Séguin, el director musical de la compañía, y quien dirige Florencia en el Amazonas, este momento es bien merecido para una de las principales sopranos de la casa.
“Nos conocemos desde hace una década, en el Festival de Salzburgo”, afirmó Nézet-Séguin, sobre su relación con Pérez. “Y hemos estado haciendo música juntos con regularidad. La generosidad de su persona se manifiesta en cada interpretación vocal que ofrece. El refinamiento, la calidad de la voz, la generosidad del corazón, todo eso es lo que la hace excepcional”.
Pérez creció en Chicago, donde sus padres, ambos oriundos de pueblos cercanos a Guadalajara, México, se conocieron. Comenzó la escuela en el South Side, pero a los 6 años se mudó a los suburbios de Elk Grove Village. Allí, se propuso hablar inglés en el aula a pesar de que el español era el lenguaje predeterminado en su hogar.
“Era una época en la que, si hablabas español, tenías clases de ESL lo cual estoy segura era la forma que tenía el sistema de demostrar su atención”, dijo Pérez refiréndose a la sigla en inglés de “inglés como segundo idioma”, y añadió, “pero también impidió que un grupo de estudiantes aprendiera con todos los demás”.
Fue complicado hacer amigos. Sus sándwiches caseros venían con jalapeño y aguacate, lo cual, según Pérez, no era bueno para intercambiar almuerzos. También estaba el hecho de que lucía diferente a los otros niños.
Pero esa escuela primaria de Elk Grove fue el primer lugar donde tomó clases de música. El instructor era jocoso y enseñaba ritmo y tempo con un guiño y sonidos de pedos. “Se supone que esto es divertido”, recordó haber pensado Pérez. Alquiló una flauta dulce, luego se dedicó al violonchelo para unirse a la orquesta y a la flauta para estar en la banda.
Fecha de publicación domingo 3 de septiembre de 2023 / NYT