Hay que aplicar la ley contra los poderosos: Sergio Moro
CIUDAD DE MÉXICO. MX.— En entrevista exclusiva con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el juez brasileño que ha llevado las investigaciones sobre Lava Jato, el escándalo de corrupción que ha sacudido a 12 países de América Latina y África, advirtió que aplicar la ley contra los intereses de los poderosos, acabar con la impunidad y hacer pública la información de los casos han sido las claves para enfrentar uno de los peores males de las democracias modernas.
Hace tres años, Brasil vivía sumido en la corrupción institucionalizada. Los sobornos eran una práctica común para obtener contratos en el Gobierno. Y lo peor, había un clima de impunidad: los poderosos podían transar a sus anchas, sin riesgo de castigo. Este entorno cambió radicalmente, a partir de marzo de 2014, cuando se hizo pública la operación Lava Jato, que como cascada empezó a revelar el involucramiento de cientos de políticos, empresarios y funcionarios en una red criminal que tenía su origen en el saqueo de fondos en la petrolera brasileña Petrobras. Pronto, la red se extendió por el mundo y desató un terremoto en al menos 12 países; en Brasil, Perú, Panamá, Colombia y El Salvador, los delatores involucraron a expresidentes y a mandatarios en funciones, a quienes habían financiado sus campañas electorales con dinero sucio. A la fecha se ha apresado a 160 involucrados y hay más de 500 órdenes de búsquedas de captura. Los sobornos en este caso superaron los 3 mil millones de dólares a nivel global.
El personaje central en esta sacudida internacional se llama Sergio Moro, un juez de 44 años de edad, quien encabezó la Operación Lava Jato desde la 13 sala criminal federal en la ciudad de Curitiba, considerada por los propios brasileños como la capital anticorrupción, porque fue en esta población al sur de Brasil donde se ha investigado, procesado y sentenciado a decenas de personajes influyentes, incluido el expresidente Luiz Inacio Lula.
A pesar de su fama internacional como el juez implacable contra los corruptos, Moro es renuente a dar entrevistas. Y menos si hay una cámara de por medio. Las peticiones para entrevistarlo se multiplicaron a partir de que el pasado 12 de julio sentenció a 9 años de cárcel a Lula. Pero las negativas se replicaron de la misma forma. No y no, ha sido la respuesta de Moro cada vez que le han pedido hablar ante las cámaras.
En forma excepcional, accedió a hablar con periodistas de América Latina y de África que integran la red Investiga Lava Jato. “Acepté dar esta entrevista especialmente en reconocimiento al trabajo de periodistas investigativos que resolvieron actuar de manera cooperativa”, explicó.
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(Fecha de publicación 31072017)