Caerán en pobreza 800 mil campesinos por ajuste al gasto
CIUDAD DE MÉXICO. MX.— Con menos recursos para el agro “se pone en riesgo parte del sostenimiento económico y social del país”, advirtieron investigadores de la Facultad de Economía de la UNAMFoto La Jornada.
El recorte al agro propuesto en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017 es uno de los más agresivos en décadas, pues generará al menos un incremento de 28 por ciento de la pobreza en el campo, afirmaron especialistas del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Poco más de 800 mil campesinos, agregaron, se van a incorporar a la pobreza en este país. Además, se dan las condiciones de mayor dependencia alimentaria de insumos provenientes del extranjero, con lo que se pone en riesgo parte del sostenimiento económico y social del país.
La reducción de fondos al Programa Especial Concurrente 2017, como dio a conocer este diario, afecta a 31 rubros del sector agropecuario a los que no se destinan recursos. En su mayoría perjudican las medidas para incentivar la productividad, inversión, investigación, salud y apoyo a los mujeres del campo.
En entrevista, David Lozano Tovar y Luis Lozano Arredondo, investigadores del CAM, destacaron que con esta reducción se acaba con los esfuerzos de consolidar la soberanía alimentaria, que sigue siendo un elemento clave para la sustentabilidad económica de un país.
Estimaron que recuperar los niveles de inversión para el agro en México podría tardar al menos una década si el proceso comenzara a revertirse desde ahora, pero no se percibe ninguna medida en ese sentido por parte del gobierno federal.
De mantenerse la mengua de fondos públicos para el sector, advirtieron, se fomentará mayor subordinación a los mercados internacionales, mientras se mantienen esquemas de protección a las grandes empresas trasnacionales y a los agronegocios vinculados al capital exterior.
Habrá afectación, enfatizó Lozano Tovar, a los programas vinculados al desarrollo de tecnología, semillas, asesoría técnica, producción y transportación, pero también a las acciones para reducir el costo de los insumos básicos como los fertilizantes, cuyo precio podría incrementarse ante el debilitamiento del peso frente al dólar.
Es evidente, dijo, que de aprobarse el PEF 2017 sin mayores cambios y sin una recanalización de recursos al agro, se desarrollará un enorme retroceso en toda la problemática que ya enfrentamos en el campo mexicano, porque no se trata sólo de la falta de recursos y de la disminución del producto interno bruto, (pues) generará mayor pobreza.
Reporte sobre “México Próspero” confirma golpe a los más desprotegidos
En el IV Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, al menos en el anexo estadístico de su apartado “México Próspero”, se dibuja una economía mexicana que no favorece a los más desprotegidos.
Por ejemplo, en materia de empleo aparecen cifras que pretenden señalar que en este gobierno las cosas van bien. La tasa de desocupación nacional, a junio de 2016, fue de 3.9% de la Población Económicamente Activa (PEA), que es ciertamente una de las más bajas desde la crisis de 2009. Equivale a 2.1 millones de personas sin empleo.
Sin embargo, una simple comparación de las cifras de desempleo en lo que va del gobierno de Peña Nieto contra las del mismo periodo del sexenio pasado, arroja que este gobierno rinde peores cuentas.
El promedio trimestral de desempleados entre el primer trimestre de 2007 y el segundo trimestre de 2010 –el mismo lapso que lleva Peña Nieto– fue de 2.1 millones de personas, y eso que en 2009, en plena crisis, alcanzó tasas superiores a 6%, casi tres millones de mexicanos en el desamparo absoluto.
En el caso de Peña Nieto, también en sus primeros 14 meses de gobierno, el promedio trimestral de desempleados ha sido de 2.4 millones de personas. Poco más de 300 mil personas más en el sexenio actual.
En términos relativos, es decir el desempleo como porcentaje de la Población Económicamente Activa, con el panista Felipe Calderón promedió 4.4% de la PEA, mientras que con Peña, en el mismo periodo, ha sido de 4.6%.
La tasa de desocupación nacional no es, sin embargo, el dato que mejor refleja los problemas del mercado laboral mexicano.
Siempre esa tasa ha sido baja, pues la gente se ocupa en lo que sea para poder subsistir, pues no hay seguro de desempleo ni otro tipo de protección social que ayude a la gente mientras se encuentra sin empleo.
Existe un concepto llamado “Tasa de condiciones críticas de ocupación” (TCCO), que mide el porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja 35 o más horas semanales con ingresos mensuales hasta un salario mínimo y la que labora más de 48 horas semanales ganando más de uno y hasta dos salarios mínimos”.
En esa condición está actualmente, según el Informe de Gobierno, cerca de 14.5% de la Población Ocupada, es decir 7.7 millones de mexicanos. En 2015, dicha tasa era de 12.2% de la población ocupada, unos 6.2 millones de personas. En 2014, de 11.4%, unas 5.7 millones de trabajadores.
Es decir, un millón y medio de mexicanos se sumaron a esas condiciones de deterioro del empleo y el salario de 2015 a lo que va de 2016. O dos millones si se compara con 2014.
En suma, vamos de mal en peor.
Según las estadísticas del propio informe, esa tasa de 14.5% no se presentó en ningún año de la administración pasada, con todo y que en ese tiempo se registró la mayúscula crisis financiera internacional, a la que llamaron “la segunda recesión mundial”.
Y ese 14.5% es la tasa nacional. Pero a nivel de entidades federativas, en muchas está por arriba de 20%, incluso del 30%, como en Chiapas.
FECHA DE PUBLICACIÓN.25092016 (Benjamín Flores,