Nov 28, 2024

Califican de mala a pésima más de la mitad de plantas de tratamiento de aguas

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CIUDAD DE MÉXICO.MX. — De acuerdo con un amplio estudio del Instituto de Ingeniería de la UNAM, hay una larga lista de deficiencias en las plantas, como diseño inadecuado, construcción defectuosa, ubicación incorrecta, falta de recursos para la operación, e incluso plantas nuevas que están abandonadas por la reticencia y negativa de las autoridades municipales para hacerse cargo de ellas.

Juan Manuel Morgan-Sagastume, investigador en jefe del proyecto, planteó la conveniencia de crear un ente federal o estatal que apoye a los organismos operadores y/o municipios que lo ameriten con la operación y mantenimiento de los sistemas de agua.

«Esa entidad debe ser autónoma, tener libertad en funciones de evaluación y supervisión y estar especializada en el diseño, la operación y mantenimiento de las plantas tratadoras de aguas residuales», señaló Morgan-Sagastume, miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel uno y técnico académico del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

Consideró que para lograr el óptimo funcionamiento de las plantas de tratamiento, es necesario definir una política pública que tenga de eje una adecuada selección de la tecnología para el tratamiento de aguas residuales, que incluya aspectos técnicos, económicos, ambientales y sociales y de este modo asegurar la opción más sustentable.

Visitas técnicas a 234 plantas

En el estudio, solicitado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se elaboró un programa de visitas técnicas a 234 plantas municipales, seleccionadas aleatoriamente, de las casi 2 mil existentes en México.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo 34 de cada cien municipios cuentan con servicios de tratamiento de aguas residuales del sector privado y paraestatal, es decir, de los 2 mil 457 municipios o delegaciones, sólo 827 cuentan con este tipo de servicio de tratamiento. En tanto, mil 628 municipios, que equivalen a 66 por ciento.

El estudio señala la enorme importancia de elegir correctamente el tipo de tecnología que use cada planta, pues una de tratamiento de aguas residuales mal seleccionada, diseñada y operada puede ser un factor importante de contaminación e impacto negativo al ambiente. Explicó que algunas de ésas producen metano y otras bióxido de carbono que son gases de efecto invernadero.

Entre los principales problemas encontrados en el estudio, donde también colaboraron Margarita Cisneros, Roberto Briones y Daniel de los Cobos, están la inadecuada ubicación y paro por presiones de la comunidad debido a impacto negativo al medio ambiente. Al respecto se identificaron malos olores y altos niveles de ruido, además de que algunas están construidas en cauces de ríos. Otro problema es la falta de recursos para su operación, agravada por el alto costo de la energía eléctrica, rotación excesiva de personas operador y equipos, circuitos electrónicos y bombas dosificadoras descompuestos y sin mantenimiento.

En términos generales, no hay infraestructura para la reutilización del agua, lo cual deriva en que el agua tratada se descargue al drenaje, concluye el estudio.

 

(Fecha de publicación 07082017 Periódico La Jornada p. 37)

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