CEPAL insta a un nuevo modelo de desarrollo en la región para enfrentar efectos de COVID-19
SANTIAGO, CHILE. — La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) instó hoy a un nuevo modelo de desarrollo con mayor integración para enfrentar los efectos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en la región.
En una videoconferencia celebrada en Santiago de Chile, donde se encuentra la sede central del organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, afirmó que la región no tiene otra opción estratégica que avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible a través de una mayor integración para mitigar los efectos de la pandemia.
«El mundo se encuentra ante una crisis humanitaria y sanitaria sin precedentes en el último siglo en un contexto económico ya adverso», dijo Bárcena, quien presentó el informe «América Latina y el Caribe ante la pandemia de la COVID-19: efectos económicos y sociales».
Recalcó que, a diferencia de 2008, «esta no es una crisis financiera, sino de personas, producción y bienestar. Una situación de economía de guerra es demasiado importante para dejarla al mercado».
«Los Estados están asumiendo un papel central para suprimir el virus y los riesgos que afectarán a la economía y la cohesión social», subrayó.
Bárcena aseveró que la salida de la crisis dependerá de «la fortaleza económica de cada país, por lo tanto, dadas las asimetrías entre los países desarrollados y en desarrollo, el papel de la ONU, el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el Banco Mundial será esencial para garantizar el acceso al financiamiento y sostener el gasto social y la actividad económica con medidas innovadoras».
La funcionaria también presentó el «Observatorio COVID-19» que creó la CEPAL, cuyo fin será exponer información actualizada sobre los anuncios de política de cada país y otros materiales de interés.
Según el informe, la crisis de la COVID-19 tendrá efectos económicos directos en los sistemas de salud y las tasas de mortalidad, y efectos indirectos, que se materializarán por el lado de la oferta y la demanda en la economía.
Detalló que la mayoría de los países de la región se caracteriza por tener sistemas de salud débiles y fragmentados, que no garantizan el acceso universal necesario para hacer frente a la crisis sanitaria de la COVID-19.
Por ello, fortalecer los sistemas de salud requiere mayor y mejor gasto público: los países de la región gastan en promedio el 2,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en salud; por lo tanto, es necesario encontrar espacio fiscal para fortalecerlos, precisó.
De acuerdo con el estudio de la CEPAL, se prevé que el valor de las exportaciones de la región caerá por lo menos en 10,7 por ciento en 2020, debido a la disminución de los precios y a la contracción en la demanda agregada global.
Además, dado que la propagación del virus ha acelerado el uso de internet y de las tecnologías digitales, este aumento puede exacerbar las desigualdades derivadas del distinto acceso a las mismas entre los países y entre los grupos de ingresos, según la CEPAL.
(PUBLICADO EL 03/04/2020)