Colombia cierra fronteras por paro nacional; Cali declara toque de queda
BOGOTA, COLOMBIA. — Manifestantes colombianos se enfrentaron el jueves con la policía antidisturbios y bloquearon vías, cuando cientos de miles salieron a las calles en una huelga nacional en contra del impopular presidente Iván Duque.
Aunque mayormente pacíficas, las protestas se volvieron violentas en algunos momentos críticos. Los manifestantes rompieron ventanas, bloquearon calles y arrojaron piedras a los policías con equipo antidisturbios. Las autoridades dijeron que la fuerza pública había controlado en gran medida los incidentes aislados, pero que 28 oficiales y 8 manifestantes resultaron heridos durante el día.
Se estima que 207 mil personas participaron en unas 300 manifestaciones y protestas en todo el país, dijeron las autoridades. El alcalde de Cali, la tercera ciudad más grande del país, declaró el toque de queda esta noche.
En Bogotá, los manifestantes marcharon bajo la lluvia hacia la plaza frente al congreso de Colombia, agitando pancartas que decían “contra las políticas neoliberales de Duque”, “los estudiantes no son terroristas” y “marcho por la paz”. Al caer la tarde, las multitudes se habían dispersado en gran medida, después de que la policía disparara gases lacrimógenos en la plaza.
El senador opositor Gustavo Petro, quien perdió las elecciones contra Duque el año pasado, pidió una extensión de las protestas, previstas para un día, después del “sabotaje del gobierno a la marcha en Bogotá”.
Los organizadores inicialmente convocaron a la huelga para presionar a Duque, en medio de los planes de su gobierno de reformar las leyes laborales y de pensiones. Pero se ha transformado en un rechazo general a su administración, al que se han unido grupos desde controladores de tráfico aéreo hasta instructores de yoga.
“La protesta es para mostrarle al gobierno que tiene que escucharnos”, dijo Diana Oviedo, de 34 años, quien se unió a una manifestación el jueves en el parque nacional de Bogotá. “Estamos aquí para decirle a los líderes sociales que están siendo amenazados, a los trabajadores, los estudiantes, todos, que no están solos”.
Un sentimiento antigubernamental similar ha alimentado protestas en América Latina, donde las enormes manifestaciones han presionado a los líderes para que reviertan los programas de austeridad y contribuyeron a la renuncia del presidente de Bolivia, Evo Morales. Los inversionistas están valorando el riesgo de que Colombia también vea más inestabilidad política.
“Hay mucha tensión en América Latina en este momento”, asegura Oren Barack, director gerente de renta fija de AGP Alliance Global Partners, en Nueva York, que mantiene deuda soberana y corporativa de Colombia.
Fronteras cerradas
Los manifestantes protestan por una serie de problemas como la financiación de la educación, la corrupción y los asesinatos sin esclarecer de líderes sociales. El gobierno indicó que cerrará las fronteras y permitirá que las autoridades locales tomen medidas como imponer toques de queda para controlar la violencia.
En respuesta, Duque, de 43 años, defendió su historial y ofreció “escuchar a todas las comunidades a través de un diálogo permanente”. Su oficina también pasó a la ofensiva, describiendo muchas de las quejas de los organizadores de la huelga como mitos y publicando videos que yuxtaponen imágenes de protestas violentas con las de personas trabajando felizmente, instando a los colombianos a “construir, no destruir”.
El presidente seguía las protestas del jueves desde un centro de comando de la policía donde se le unieron miembros del gabinete, según un tuit en el que prometió “protección para todos los colombianos”.
Los temores de los inversionistas
Los bonos soberanos de Ecuador, Chile y Bolivia han tenido ventas masivas desde que comenzaron los violentos enfrentamientos. El costo de asegurar los bonos soberanos de Colombia frente a un no pago con swaps de incumplimiento crediticio -un indicador del riesgo percibido- es el que más ha aumentado en América esta semana.
“Debido a lo sorprendidos que estaban por lo que sucedió en Chile, ahora están aún más preocupados por lo que podría suceder en Colombia”, dijo Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, una consultora con sede en Bogotá.
Colombia vio por última vez manifestaciones a gran escala en 2013, durante una huelga agrícola.
El índice de aprobación
Las marchas del jueves pueden generar titulares negativos que afecten los activos esta semana, según Dirk Willer, jefe de estrategia de renta fija de mercados emergentes de Citigroup Inc.
Es posible que las protestas también ayuden a presionar al gobierno para que demore y diluya sus planes de reforma de pensiones, dijo.
Además, podrían debilitar aún más el tenue apoyo a Duque. Su índice de aprobación cayó este mes a 26 por ciento, el más bajo desde que asumió el cargo el año pasado. La falta de una mayoría en el Congreso complica sus planes de impulsar una reforma tributaria este año y proyectos de ley laborales y de pensiones el próximo. Y un escándalo por un bombardeo a un campamento guerrillero que dejó a varios menores fallecidos obligó a su ministro de Defensa a renunciar este mes.
“Los errores de Duque han generado un creciente nivel de descontento”, asegura Claudia Navas, analista de la consultora Control Risks, en Bogotá. “No está claro a dónde llevará el presidente al país”.
PUBLICADO EL 22/11/2019)