Nov 25, 2024

Crónica de Cumpleaños, ¿Dónde está Hermosillo?

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HERMOSILLO, SONORA. MX. — El revuelo cundió entre los habitantes de la capital sonorense. Mitad especulación mitad recuento, trataremos de reconstruir el evento cultural del año, 15 de marzo.

Imaginemos que la Universidad de Arizona –nunca supimos desde cuál de sus sedes—tenía agendada, quizá desde años atrás la visita del lingüista más famoso del mundo y uno de los últimos grandes intelectuales del siglo veinte, mister Noah Chomsky. Imaginemos también que, sabedora de esto, la mejor institución educativa de nuestra entidad, El Colegio de Sonora, hizo claro ver a los americanos la cercanía que guarda Arizona con nuestra patria chica y, posiblemente invitó al especialista a bajar un poco para llegarse a Hermosillo y regalarnos algunos minutos de su vida.

Todavía, querríamos suponer que el anciano preguntó de inmediato, Hermosillo? Where is Hermosillo? Y le dijeron que a escasas horas de Tucson o Phoenix, no sabemos, a lo mejor le cedieron una avioneta del campus desconocido para volar hasta Sonora y participar en los joviales primeros 26 años del Colson, a lo que consintió. Tampoco sabemos si el erudito había pisado antes suelo mexicano. La Noticia es que Chomsky pisaba suelo hermosillense, hecho enderezado hacia las efemérides de la próxima generación. Desde luego hay cumpleaños y cumpleaños.

Colson sabe muy bien lo que hace. Las filas de jóvenes y cuasijóvenes que se extendían por fuera del Centro de las Artes, Uni-son, demostraban que en un país de no-lectores, dentro de una entidad de no-no-lectores, justo en su capital de no-no-no lectores, había unos quinientos lectores de Chomsky. Entraban con los ojos brillantes en la expectativa de compartir una hora a mister Noah. Dentro la logística reinaba y casi todo salía a perfección, había cámaras y micrófonos por doquier (señal para los distraídos de que acá se celebraba algo inusitado y valioso). Primero nos desilusionó saber que era el profesor Marvin Waterstone quien hablaría antes que el esperadísimo erudito mundial, luego lo agradecimos pues hubo planteado una panorámica que, desde la década del cuarenta se cernía sobre los humanos- un nuevo capitalismo–, detalle a detalle. Cuando terminó su intervención el neófito sabía dónde, cómo y para qué hablaría Chomsky.

Y don Noah lo hizo como lo hubieran hecho Artur Rubinstein, Pau Casals o Picasso: con esa elegante parquedad del charlar casi en pantuflas. Porque el señor no vino a rendir una conferencia magistral, sino a ofrecer su acero forrado de mink, donde no hubieran cabido excesos verbales ni histrionismos de político profesional. Por su edad, por la temporada, por el lugar y por la ocasión no fue a la manera del especialista envarado de la escuela de Chicago, ni como algún huidizo funcionario de la OEA o algún antipático delegado federal que anuncia asuntos de orden partidista, sino un sabio y activista cuyas palabras nos condujeron simple, llanamente a su verdad: que México abandonó sus políticas de desarrollo a causa del TLC que ahora mismo se está renegociando, que la avaricia rodea a los estados de la posmodernidad y sugirió el derrotero que tienen para hacer de este mundo un simple negocio.
Vino, disfrutó los cuidados del Colson, se paseó brevemente por la calle Rosales, soltó su bomba y se fue.
(Continuará)
–RCE

(Fecha de publicación 08042018)

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