Desarrollan un dispositivo que permite leer la mente de personas con síndrome de enclaustramiento
CIUDAD DE MÉXICO. MX.— Las personas que sufren síndrome de enclaustramiento, que les impide todo tipo de comunicación, pueden ver mejorada su calidad de vida con un interfaz o conexión ordenador-cerebro capaz de descifrar los pensamientos en preguntas que se contestan con un “sí” o un “no”, según un estudio que publica la revista científica Plos.
El síndrome de enclaustramiento es un raro trastorno neurológico que paraliza la musculatura voluntaria del cuerpo a excepción de la que controla los ojos, pero los afectados conservan la consciencia y la capacidad de entender. Cuando incluso la movilidad de los ojos se ve comprometida la enfermedad se denomina “síndrome de enclaustramiento total” y el estudio se realizó con cuatro pacientes de este tipo.
La investigación ha sido realizada por un equipo internacional dirigido por el profesor Niels Birbaumer en el Centro Wyss de Ginebra. Durante las pruebas, los pacientes fueron capaces de responder a preguntas orales con un “sí” o un “no” simplemente pensando la respuesta, que es detectada por una interfaz cerebro-ordenador no invasiva la cual mide los cambios de los niveles de oxígeno en la sangre del cerebro.
Estos resultados acaban con teorías previas, según las cuales las personas con síndrome de enclaustramiento completo carecen del tipo de pensamiento necesario para usar un interfaz y, por lo tanto, son incapaces de comunicarse. Los expertos hicieron a los enfermos preguntas personales con respuestas conocidas del tipo “¿el nombre de tu marido es Joachim?” o “¿eres feliz?”, con las que consiguieron un 70% de respuestas correctas.
“Estos sorprendentes resultados eliminan mi propia teoría de que las personas con síndrome de enclaustramiento total no son capaces de comunicarse”, reconoció Birbaumer. El experto consideró que si pueden repetir el estudio con más pacientes podrían “restaurar una comunicación útil” con esos enfermos.
Los pacientes sometidos al examen durante varias semanas sorprendieron a los científicos dando respuestas positivas sobre su calidad de vida y todos contestaron con un “sí” al ser preguntados sobre si eran felices.
(Fecha de publicación 27022017)