El 4 de febrero inicia el final del juicio de Joaquín Guzmán
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS. — Finalmente se decidirá el futuro de Joaquín Guzmán al entrar en su fase crucial el jucio que se le lleva en Estados Unidos por 10 cargos.
En 3 meses que ha durado el jucio de «El Chapo» Guzmán, la Fiscalía tiró de más de medio centenar de testigos. Más de una docena eran cooperantes protegidos que trabajaron para la empresa de Loera bajo sus órdenes o que eran socios en el negocio de traficar con cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina desde América del sur hasta Estados Unidos. La defensa les interrogó también cuando prestaron declaración, intentando minar su credibilidad.
La defensa de Joaquín Guzmán terminó con señalar que «El Chapo es un títere» y no la cabeza del Cartel de Sinaloa. Este argumento final intenta derrumbar la causa del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, antes de que el jurado empiece a deliberar este lunes 4 de febrero.
“No tengan fe ciega en las intenciones del Gobierno”, pidió a los miembros del jurado, mientras mostraba a su espalda una imagen de los testigos protegidos, “el sistema no es perfecto”. El objetivo de este juicio, añadió, “no es hacer justicia”, sino “cazar a El Chapo”. En ese momento dejó caer que las autoridades estadounidenses y mexicanas “también pueden ser corruptos”.
La carga la concentró en El Mayo, el principal socio de El Chapo en el cartel de Sinaloa. “Sigue libre como un pájaro”, recordó, “¿por qué?”. El capo de la droga era el primer interesado, explicó, de que el perfil del acusado creciera. El argumento es idéntico al que utilizó en la apertura del juicio. También sugirió que la cooperación de su hermano Jesús Zambada y su hijo Vicente forma parte de una estrategia «planificada brillantemente».
Lichtman acusó a la Fiscalía de manipular al jurado para condenar a Guzmán. Y con su habitual sarcasmo, mencionó el supuesto soborno de 100 millones de dólares al expresidente mexicano Enrique Peña Nieto. El abogado dijo que salió del bolsillo de Zambada. Argumentó que su cliente estaba arruinado cuando se realizó. “Tenía una deuda de 20 millones”, dijo, “estaba escondido y le perseguían como a un conejo”.
Tras las conclusiones de la defensa, el juez Brian Cogan instruirá al jurado para que proceda a deliberar. Joaquín Guzmán se enfrenta a 10 cargos. El primero es por liderar una empresa criminal con el objetivo de introducir y distribuir el mayor volumen posible de droga en Estados Unidos. Este incluye a su vez 27 violaciones. Se completan con siete cargos por narcotráfico, otro por uso de armas y uno por blanqueo.
La fiscal Andrea Goldbarg pidió en la víspera al jurado que use el “sentido común” al examinar la “avalancha” de pruebas que presentó desde noviembre y las crucen con el recuento de los 56 testigos que declararon. “Su plan era conquistar el mundo de la droga”, dijo de El Chapo, “era el jefe”. Y haciendo referencia a las dos fugas de prisión, les pidió que “no le dejen escapar otra vez de su responsabilidad”.
La acusación respondió a la defensa dejando claro que incluso si El Mayo era el líder supremo, El Chapo sigue siendo culpable. “No es un mito”, reiteró. Explicó así como los dos capos cimentaron la relación para compartir los beneficios y los riesgos de las empresa criminal. Eso les permitió hacerse fuerte juntos frente a los enemigos. “Las evidencias”, insisten, “apuntan todas hacia él”.
(FECHA DE PUBLICACIÓN.02//02/2019//