El fin del TLC significan nuevos retos para México: Miguel Ángel Vázquez
HERMOSILLO, SONORA. MX. — La hipotética conclusión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), definitivamente le abriría a México una oportunidad de ser más agresivo en su diversificación hacia América del Sur, Asia y Europa, afirmó Miguel Ángel Vázquez Ruiz, coordinador del Posgrado en Integración Económica de la Universidad de Sonora.
Al impartir la conferencia magistral El proceso de integración en Norteamérica y la renegociación del Tlcan: situación y perspectivas, dijo que darse el fin del histórico tratado que entró en vigor en enero de 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá, nuestro país tendría que someterse a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En su intervención en el XXII Congreso Internacional de Investigación en Ciencias Administrativas admitió que el Tratado es un instrumento que le ha traído comercio y empleo a México en ciertas partes de la economía, pero «más allá de él, en caso de que llegue a su fin, significará nuevos y grandes retos para México».
Reconoció que el Tlcan ha sido un acuerdo que ha intensificado el comercio y la inversión con México, toda vez que en cifras actuales el 82% de nuestros productos van hacia Estados Unidos, y de ese porcentaje el 27.1% es industria automotriz. Sin embargo, mencionó que la no firma del Tratado implicará un reto importante, «y creo que México tendría que fortalecerse para poder ser competitivo a nivel global», expresó al reiterar que a su consideración la parte comercial y económica no acaba con ese documento.
Además, Vázquez Ruiz sostuvo que debe fortalecerse el mercado interno a través de su productividad y la competitividad, y en aquellos sectores como el agrícola, las cadenas productivas de las empresas trasnacionales, la automotriz, electrónica, la aeronáutica, aumentar el nivel de salarios y que se amplíe la diversificación de las relaciones exteriores, tanto de economía como de política de vínculos internacionales.
«Para mí, el no Tlcan significa retos que México puede cumplir y que salga de una especie de zona de confort», puntualizó en el Centro de Convenciones del Centro de las Artes.
Agregó que más allá del Tratado, el proceso de integración entre México y Estados Unidos habrá de continuar porque tenemos más de 30,000 kilómetros de frontera con Estados Unidos y el gran interés que tienen las empresas trasnacionales por nuestro país como productor, las reservas mineras y todo aquello que significa el mercado laboral México-Estados Unidos.
«Más allá de conformar el documento, entre México y Estados Unidos existe lo que se conoce como la regionalización, entendida en una dinámica donde las propias fuerzas de mercado y la sociedad civil –empresarial y mercado laboral– tiene una dinámica que avanza inexorablemente», reiteró.
Falta de acuerdos
En su conferencia también hizo ver cómo normalmente se piensa que la integración está dada únicamente por el Tlcan, y que hacia este proceso se encuentran enfocadas «las baterías» de los analistas en el último año, en el sentido de que no se han llegado a los acuerdos entre los tres países, ya que de 30 capítulos sólo han coincidido en seis, mientras que otros, que son fundamentales, están a la espera de concluirlos.
Miguel Ángel Vázquez mencionó los temas aún sin definir, como la regla de origen para ver el componente regional dentro de la industria automotriz, la diferencia salarial en manufacturas, la llamada Solución de Controversias; la «estacionalidad» agrícola, y el relacionado con la conclusión del Tlcan por parte de Estados Unidos, proponiendo que cada cinco años se revise, aspecto con el cual México no está de acuerdo. (JAR)
(Fecha de publicación 23052018)