El Salvador respalda su relación con China bajo la mirada preocupada de EE.UU.
WASHINGTON, EE.UU.─ El presidente salvadoreño Nayib Bukele, afianzó recientemente las relaciones de su país con China, al aceptar un importante paquete de cooperación “no reembolsable”, que deja a un lado la posibilidad de restablecer relaciones diplomáticas con Taiwán, isla aliada de Estados Unidos que Beijing considera una “provincia rebelde”.
La Casa Blanca no demoró en mostrar su «decepción» ante esta decisión a través de un comunicado. “Si bien El Salvador tiene el derecho soberano de determinar sus relaciones diplomáticas, estamos decepcionados de que el presidente Bukele le haya dado la espalda a Taiwán, una democracia de ideas afines, un socio de desarrollo valioso y una fuerza para el bien en el mundo, a cambio de promesas que pueden no materializarse”, dijo un vocero del Departamento de Estado en el comunicado.
Por otro lado, la decisión de Bukele de fortalecer lazos políticos y económicos con la segunda más grande economía del mundo, cuenta en El Salvador con el pleno respaldo de políticos opositores y empresarios. Estos sostienen que se trata de “realismo político” en un mundo multipolar, donde sin dañar las relaciones con Estados Unidos, El Salvador tiene que jugar con los fuertes, si quiere llegar a las grandes ligas.
“En este caso apoyo la decisión del presidente Bukele de mantener relaciones con un país que representa la segunda economía del mundo y que tiene un mercado de 1,400 millones de personas”, afirmó Ernesto Muyshondt, alcalde de San Salvador y militante de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
De igual manera, empresarios y legisladores opositores concuerdan en que siempre que no se afecten las relaciones con Estados Unidos, principal socio comercial de El Salvador y lugar de residencia de unos 3 millones de salvadoreños, Bukele hizo bien en afianzar la relación con China. La posición de Washington sobre China
El pronunciamiento del Departamento de Estado estadounidense ocasionó preocupación entre algunos que temieron que esto pudiera afectar las relaciones con Washington.
Según dicho texto “lo que China hace económicamente en el hemisferio occidental, y en otros lugares, nos afecta a todos. Las intenciones de China no siempre son claras, y los proyectos chinos a menudo involucran deuda insostenible, degradación ambiental, empleo local limitado y contratos secretos que limitan la responsabilidad democrática y aumentan la vulnerabilidad de los países a la corrupción”.
“El presidente Trump dejó en claro en la Estrategia de Seguridad Nacional que Estados Unidos ha adoptado un nuevo enfoque para China. Buscamos una relación basada en la equidad, la reciprocidad y el respeto a la soberanía. Alentamos a El Salvador a adoptar el mismo enfoque, con los ojos bien abiertos”, añadió el pronunciamiento del Departamento de Estado del jueves.
excelentes, a pesar de la “decepción” de Washington por que no se haya revertido la ruptura con Taiwán.
“Ha habido un salto de calidad en las relaciones con EE.UU. luego que Bukele llegara al gobierno”, explicó el alcalde Ernesto Muyshondt. “Durante el gobierno del FMLN hubo altibajos, pero hoy pasan un buen momento las relaciones con Estados Unidos”.
Aldo Alvarez, analista político y secretario de Comunicación de Cambio Democrático, fuerza política aliada de Bukele, sugirió que éste pudo haber sondeado la reacción estadounidense a mantener la relación con China restablecida por su antecesor para evitar entrar en conflicto con Washington.
“Usted cree que teniendo tanta importancia nuestra relación con Estados Unidos y siendo prioritaria por la gente que vive allá, alguien emprendería un viaje a China sin consultar cómo se vería”, se preguntó Alvarez.
“Estados Unidos tiene relaciones con China y vínculos comerciales con Taiwán”, explicó Alvarez. “No sé por qué tener relación con China o Taiwán sea un problema para un país o le pueda causar malestar a un socio estratégico”.
El exlíder guerrilllero, Cañas, insiste en que los países tienen que ajustarse a un enfoque multilateral.
“Cualquier gobierno sensato tiene que desarrollar una política exterior multipolar”, insistió, en entrevista telefónica con VOA. ”Sin duda, Estados Unidos es el país con que cualquier gobierno salvadoreño tiene que tener buena relación, primero por la vecindad, por la cercanía, y segundo por los tres millones de salvadoreños que viven allá y que no pueden abandonarse en ninguna circunstancia. Eso es indiscutible”.
El Salvador y los otros países de la región deben navegar entonces entre la molestia estadounidense, que prefiere se apoye a Taiwan, y se mantenga a distancia a los chinos, y éstos que enamoran a los pequeños países con abultados paquetes de cooperación no reembolsable, primordialmente destinados a inversión en infraestructura. Los halagos a El Salvador han ido más allá de la cooperación, sino que incluyen ofrecimientos de comprar su producción de café y azúcar.
“El mercado de China está abierto al azúcar salvadoreño y es un inmenso mercado de mil 400 millones de habitantes, en contraste con la población de 23 millones de Taiwán. Con la apertura de relaciones diplomáticas entre China y El Salvador los productores salvadoreños de diversos sectores tienen mayor acceso a ese mercado”, afirmó la embajada China en San Salvador a inicios de este año.
“En tiempos en que se habla de una recesión mundial, tener garantizada la colocación de los productos salvadoreños, pudo haber sido un factor que haya motivado al presidente Bukele a buscar este acercamiento con China”, reflexionó Cañas. “Esa es mi apreciación”.
La diputada de la opositora ARENA, Margarita Escobar, asegura que hay un amplio respaldo a la decisión de Bukele, pues existe una realidad social que obliga a la clase política a ver los temas a través de un lente que sea menos ideológico y que identifique los beneficios mayores para los salvadoreños.
“La gente está cansada de la confrontación, la polarización y la falta de respuesta a sus problemas”, explicó Escobar. Si la clase política no se centra en resolver cada vez más los problemas de la gente, su vigencia será cada vez menor”.
Fecha de publicación 23/dic/2019 (VOA)