Existen solo 60 ejemplares de Vaquita Marina en el mundo
MEXICALI, BAJA CALIFORNIA.MX.ANTONIO HERAS.— Es una especie pequeña, endémica del alto Golfo de California y está a punto de extinguirse por los efectos colaterales de la pesca furtiva con artes ilegales en esta área del noroeste mexicano también conocida como Mar de Cortez y Mar Bermejo.
Al phocoena sinus se le conoce como vaquita marina, una especie de la que se estima que tan solo existen 60 ejemplares en el mundo, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos, que participa en una campaña (SOSVAQUITA) para alertar sobre la situación crítica de la especie y generar conciencia para su conservación, toda vez que podría extinguirse en menos de un lustro.
Junto con la totoaba y el bahaba, forma parte de un círculo de especies en peligro de extinción derivado de la sobredemanda de los mercados de China y Estados Unidos para fabricar medicamentos cardiacos y productos afrodisiacos: entre el deseo y el corazón.
Aunque la vaquita marina carece de estas propiedades que hacen atractivas a las otras especies, es víctima de las artes de pesca que se usan para la totoaba, una especie que suplió la demanda del pez bahaba.
En su estrategia regional para la recuperación de la vaquita marina, el gobierno mexicano reconoció, entre las ilegalidades que se practican en esta zona, el tráfico de especies en extinción y la presencia del crimen organizado en la captura de totoaba.
Pesca ilegal
A finales de marzo, hace cuatro meses, personal de la Procurauria Federal para la Protección del Ambiente localizó los cadaveres de tres ejemplares -dos en la playa y uno en el mar- frente a las costas de puerto de San Felipe, ubicado al sur del municipio de Mexicali y a 200 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Los ejemplares tenían escoraciones en varias partes del cuerpo por lo que se determinó que murieron al enredarse en mallas agalleras de pescadores dedicados a la captura también ilegal de la totoaba, otra especie endémica de la zona que está en peligro de extinción.
Estos tres ejemplares son parte de los 229 detectados en el primer semestre de 2016 en las Redes de Atención para Varamiento de Mamíferos Marinos instalados en los estados costeros de México, de los cuales 130 son delfines, 126 lobos marinos, 36 ballenas, dos focas y dos manatíes.
Los doctores Francés Gulland, Peter Thomas y Lorenzo Rojas, juro con un equipo de especialistas de la Marine Mammal Center (CMM) y del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático consideraron que el diagnóstico presuntivo de la muerte de una hembra y dos machos fue el enmallamiento pues se observaron escoriaciones y laceraciones en los cadáveres provocadas por cuerdas o hilos.
Ante estas evidencias, Profepa anunció que se intensificará la inspección y vigilancia nocturnas por mar y tierras en los tiraderos de redes totoaberas, además de buscar un acercamiento con los pescadores para solicitarles que se abstengan de realizar pesca furtiva y con artes prohibidas.
A punto de la extinción
Desde 1978 se advirtió el peligro en que se encontraba la vaquita marina, el único mamífero marino endémico de México y una de las seis especies de marsopa, con un peso de 50 kilogramos y una longitud de hasta metro y medio.
Su hábitat natural se encuentra en la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y delta del Río Colorado, en las inmediaciones de Baja California y Sonora, donde se reproducen cada dos años con un periodo de gestación de 11 meses.
En la década de los noventa, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la integró a la lista de especies en peligro de extinción y en riesgo crítico de desaparecer.
En 1992 se constituyó el primer comité gubernamental para la preservación y conservación de la vaquita marina y la totoaba. Cuatro años después se creó el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita que recomienda la prohibición de las actividades que provoquen la captura de esta especie para lo cual incluye la compensación económica de pescadores y el cambio en las prácticas y artes de pesca.
A partir de este siglo, el gobierno mexicano estableció normas oficiales, tratados internacionales y programas permanentes y emergentes de operación e investigación ante la inminente desaparición de esta especie provocada por la pesca ilegal de la totoaba, ya que queda atrapada en las mallas de hilo utilizada en su captura. Además suscribió la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas (CITES) por lo que es delito comercializar, poseer, importar o exportar ejemplares.
El 16 de abril de 2015, el gobierno de Mexico emitió una estrategia regional para la recuperación de la vaquita consistente en prevenir actividades pesqueras ilícitas, evitar el tráfico ilegal de especies en peligro de extinción y combatir la presencia del crimen organizado en la pesca ilegal de totoaba en la región.
Tráfico de buches
La totoaba es una especie que sustituyó en gran medida a la demanda del bahaba, un pez que también está en peligro de extinción y que es utilizado en China para la elaboración de medicamentos alternativos para el corazón y pulmones, al que se le atribuyen propiedades afrodisíacas por lo que su captura se incrementó para los mercados de Estados Unidos.
El pago a los pescadores furtivos por el buche de totoaba (vejiga natatoria) es de hasta 2 mil dólares por pieza, mientras que su valor comercial en los mercados internacionales alcanza los 20 mil dólares que representan más de 350 mil pesos.
En el último año se han registrado en ciudades bajacalifornianas la captura de personas detenidas con productos de especies marinas protegidas por la Ley General de Vida Silvestre, entre ellos mexicanos, chinos y estadunidenses.
Entre ellos, por posesión ilícita con fines comerciales de ejemplares de totoaba macdonaldi, se detuvo a dos hombres chinos en Tijuana con 2 kilos 760 gramos de vejiga de totoaba y cerca de cinco kilos de pepino de mar deshidratados, mientras que en el puerto de San Felipe se arrestó a tres hombres transportaban en uña carro un ejemplar de 82 centímetros.
En noviembre de 2015, el gobierno de Hong Kong detectó la presencia de buches de totoaba en dos establecimientos comerciales de productos marinos.
Un caso que llamó la atención es la resolución de la Corte Federal en San Diego, Estados Unidos, de un hombre asiático detenido en marzo de 2013 en la Garita Internacional Calexico-Mexicali con 170 piezas de esta especie.
En el proceso penal, el juez determinó que Jason Jin Xie contrabandeó 270 buches de totoaba que produjo un daño de 3 millones de dólares. La sentencia fue de cuatro meses de prisión y el pago de 500 mil dólares para resarcir la afectación ambiental que se destinaron a tareas de investigación, inspección y vigilancia de esta especie en peligro de extinción, catalogada en la NOM-059-SEMARNAT-2010. En el juicio se presentaron informes de la Oficina del Servicio de Pesquerías y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS) y de la Universidad Autónoma de Baja California.
FECHA DE PUBLICACIÓN.03082016