Francia; huelga en los transportes y servicios públicos estratégicos buscaba paralizar el país
PARÍS, FRANCIA. — Continuación de los paros y la crisis en la distribución del combustible , la ‘huelga interprofesional’, acompañada de más de un centenar de manifestaciones , será un día negro para Francia, este martes (18.10.2022): las reivindicaciones salariales del sector público agravarán las crisis nacionales superpuestas.
Sin embargo al final del día, la protesta sindical no logró paralizar este martes Francia, pero sí provocó perturbaciones en los transportes y algunos servicios públicos. El paro fue convocado por cuatro sindicatos –CGT, Fuerza Obrera, FSU y Solidaires– y varias organizaciones juveniles para exigir un aumento de los salarios que compense la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y defender el derecho de los trabajadores a hacer huelga.
Las centrales están indignadas después de que el Gobierno ordenara hace unos días al personal de varios depósitos de combustibles que volviera al trabajo para atajar la crisis de carburantes que sufre el país por las protestas en las refinerías.
Solo uno de cada dos trenes regionales y de media distancia circularon. En cambio, los servicios de alta velocidad (TGV) funcionaron casi con normalidad, al igual que las conexiones internacionales. La SNCF, la Renfe gala, espera que mañana haya «un regreso progresivo a la normalidad» en toda la red ferroviaria. En París, el paro afectó más a las líneas hacia las periferias (RER) y a los autobuses, con algunas totalmente cerradas. En cambio, el tráfico fue casi normal en el metro y en los tranvías.
Además, solo el 6% de los profesores dejaron de acudir a los colegios y los institutos, según datos del Ministerio de Educación Nacional. Los centros de formación profesional se vieron más afectados por la protesta, con el 22,94% del personal en huelga.
Los sindicatos galos también quisieron hoy exhibir su músculo en la calle, dos días después de la «marcha contra la carestía de la vida y la inacción ecológica» organizada por Nupes, la alianza de partidos de izquierda. Unos 107.000 personas participaron en las 140 manifestaciones convocadas por los sindicatos, de los que 13.000 lo hicieron en la capital, según el Ministerio del Interior. La Confederación General del Trabajo (CGT), en cambio, asegura que 300.000 ciudadanos respondieron al llamamiento sindical, de los que 70.000 protestaron en París.
Precisamente allí se vivieron algunos momentos de tensión cuando unos 200 exaltados de los ‘black blocs’ se infiltraron en la manifestación sindical y rompieron algunos escaparates de comercios y bancos, y se enfrentaron a la Policía.
Un otoño caliente
El secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, advirtió de que tendrán lugar más movilizaciones sociales tras esta huelga. «Habrá secuelas. Este movimiento se inscribe en el tiempo porque por ahora no hay respuestas suficientes a nuestras reivindicaciones», explicó este líder sindical.
El otoño puede ser socialmente caliente en Francia, en un momento en el que el Gobierno pretende sacar adelante la reforma de las pensiones, aplazada por la crisis sanitaria. La huelga intersectorial de hoy se suma a las protestas en las refinerías, que continúan sin solución y han provocado escasez de combustible en todo el país, además de largas colas en las gasolineras.
Sin embargo, la primera ministra, Élisabeth Borne, aseguró en la Asamblea Nacional que ya «menos del 25%» de las estaciones de servicio están sin suministro, después de que ayer las autoridades situasen el dato en el 28,1%. «No es aceptable que una minoría siga bloqueando el país. Es tiempo de volver al trabajo», reclamó Borne.
SONORA EN EQUIPO 18/OCTUBRE/2022 con información de Agencias )
SONORA EN EQUIPO 18/OCTUBRE/2022