IMÁGENES 35. Dos labastidas, un río encrespado, dos Juárez y un caballo
HERMOSILLO, SONORA. MX.— Llegó el día D de la política mexicana actual, cayó en miércoles. Motivo para reunirnos, una vez más, de emergencia. El porche estaba abarrotado y pocos tenían ganas de hablar, aunque en corto nos ocupábamos en confrontarnos unos a otros. Nadie pidió café porque todos estábamos inmersos en el estupor que sentíamos se nos había cernido semanas atrás sin poder tocarlo.
El viejo abogado tomó la palabra y resumió de esta manera: “Por increíble que sea, los tricolores han vuelto a crear otro Labastida, otra salchicha fría como el mejor hombre para la presidencia. Es obvio que viven en una burbuja opaca donde todo existe porque sí. Al Juárez que manosea López se adosa el Juárez nuevo líder partidario, René Juárez Cisneros. Y tenemos a un EPN que subsumergido entre los meandros del río embravecido permite que su abanderado cambie de caballo a la mitad del curso de unas aguas ya pintadas de otros colores. Traduzco: el PRI acaba de descubrir el sabor de la pena de muerte, ahora que la pompa maternal de sus ambiciones se ha roto.”
“El peso de la realidad”, agregaba mi pariente de la cuadra de atrás.
Los muchachos estaban acurrucados y cercanos pero La Chiquis levantó su mano para decir entonces: “Esto nos llega justamente cuando estamos tan sensibles…” Le siguió el novio; Pancho detalló la idea: “…Dolidos porque también nosotros hemos tocado piso…hasta reconocer que estamos tocados por el futuro. Si las encuestas fueran ciertas y acertadas en las urnas, el dos de julio ambos seremos dos jóvenes corruptos parte de la mafia del poder, porque no habremos votado por Morena- Yasabesquién. Tenemos pocas esperanzas de salir del agujero a pesar de que pensamos, discutimos y razonamos nuestros votos; de poco nos servirá ser honestos con nosotros mismos. Porque seremos minoría. Esto si las encuestas de hoy fueran premonitorias.”
Mildred poco ha entendido los últimos eventos de modo que pidió que alguien le pusiera al día. Al quite se ofreció la doctora, quien le dijo y nos recordó los hechos de apenas ayer. “Cuando un candidato presidencial pide que su partido cambie de líder, a dos meses de elecciones algo está mal, se ha derramado la última gota”. “Se trata Mildred de recrear al candidato a medio camino, o0lvidando la suavité del Meade anterior y creando otro tan aguerrido como Canalla o el propio López, porque son los punteros. Porque la violencia verbal vende bien”.
“El joven zorro- añadió el abogado- ha tenido la arrogancia de presenciar y encabezar los festejos del 29º aniversario de un partido ya fenecido, el PRD. Creía yo que nunca llegaría a ver un espectáculo de esta calaña: que el advenedizo comprador del PAN celebrara atragantarse un cadáver… en este país donde se ha finiquitado el régimen de la separación de partidos, aquí donde y cuando las ideologías han muerto para dar paso al descarnado mercado de los intereses personales. La política ya es un minisúper”.
“Ese PAN que nació contra el cardenismo ahora abraza los cadáveres de los bisnietos de Lázaro”, nos recuerda mi pariente. Ningún otro panista de importancia le acompañó…”. “Lo que sucede es que no existe algún panista de importancia –aclaraba mi vecina de enfrente- lo que nos lleva a concluir que la muerte del PRD es festinada por las vísceras evidentes de los blanquiazules”. “Pero cuidado-intervino de nuevo el abogado- ¿están ustedes suponiendo que el PRI está vivo?”
Bajamos la cabeza para rumiar la muerte de los partidos, este pasado 5 de mayo. “Pablo Gómez hablaba sólo del PRD pero acá creemos que es un mal generalizado –dijo Rafael– Por lo mismo y ante 800 candidatos que, antes de los 50 días, han depuesto de sus campañas (La cuarta parte sólo en Edo. Mex.), ante los mil millones de pesos ya gastados (que no incluyen gastos de publicidad en medios electrónicos, pues los 81 millones de spots son gratuitos), ante las muertes de32 políticos, 16 de los cuales competían por alguno de los 3400 o más puestos, nos preguntamos si vale la pena seguirles prestando atención”. “Y votarlos”, agregaba de inmediato su cuate, el otro de los jóvenes expriistas. “O botarlos” siguió su hermano. Éste sin embargo arremetió contra el anciano abogado, diciéndole, reclamándole un ‘doble lenguaje’:
“Ahora usted pone en duda la existencia del PRI. La semana pasada nos aseguraba que los tricolores ganarán las elecciones, tal como ellos han anunciado cuando batallarán ´hasta la muerte’. ¿Cuál es pues su verdad?” El viejo volteó la cabeza hacia Manuel diciéndole: “Te confundí sin querer. Repito y sostengo que el PRI se llevará la presidencia, pese a su debacle, porque no debe perder, así de claro. Esto no se opone a que otro gane los comicios. No es lo mismo ganar que adjudicarse el triunfo”. Rafael: “¿Habla de chapuzas electrónicas?” “De todo tipo; debe ganar argumentando la continuidad de lo que consideran la obra posrevolucionaria, a la que ahora invocan sacándola del museo. Desde su burbuja de insensatez, tras abrazar la corrupción hoy están llamando a la cordura ante la seriedad de su momento, pretextando la crisis global. El asunto es de dos caras, de su lado no cederán y del nuestro han perdido toda credibilidad; sin credibilidad no hay confianza”.
La señora de la tienda rompió el silencio cuando preguntó si acaso alguien creía en la legalidad de Anaya por la que llegó a líder partidario y si alguno sostenía que a López no le asiste su propio corporativismo. “Además ¿qué ejemplo nos han dado estos 50 días, vituperándose unos a otros, en vez de presentar sus plataformas que habrían de ser claramente diferenciadas. ¿Es más fácil el escarnio ya no sobre el contendiente sino sobre el enemigo, cuando todos (sospecho) pelean casi lo mismo? Nadie ha ofrecido un plan estructurado más que de nuestros buenos deseos, sin números, sin costeos, sin los ajustes administrativos para crear el cambio que se les exige, sin conformar políticas generales para todo el gobierno… Se aproximan besando los temas que escogen y nos pasan por la nariz algunas ideas nada originales. Pero este desaseo es prueba de que ninguno merece gobernar, pese a las hordas de fanáticos pagados que les rodean, atentos a las migajas que un nuevo país les regale. Hay tres corrientes de fanáticos que intentan convencer a los analfabetos. El votante tiene que adivinarles el lado bueno, sin argumentos y al calor de las puyas se han radicalizado en viscerales robotizados. Cuando el voto duro también ha desaparecido pues si no hay partido ¿cómo habría de existir el voto duro? Las tres coaliciones juntan agua con aceite y nosotros analfabetos olvidamos ya uno de los primeros experimentos de maridaje, el de Chiapas con Gabino Cuen. Nací allá y mi familia de allá piensa que las coaliciones sólo unen ambiciones para crearse nuevos enemigos. La política dicta que uno ha de mandar –todos los otros son comparsas- y las coaliciones sólo detentan más votos. Estamos entonces ante tres grandes mentiras de falsa unidad programática…si no existe el programa ni el reconocimiento verdadero de que lo que les une es la verdad, el deseo nacional y la perspectiva del futuro sino el sueño de seis años, luego será el después. Son co- yun- tu- ra- les mientras que nosotros somos permanentes y aún así nos juegan el dedo en la boca para votarlos y erigirlos, por nosotros, los estúpidamente esperanzados de cada seis años…” Le brotaban las lágrimas y se le quebró la voz. Se levantó y dijo que iría a sustituir al marido en el mostrador, que ya era hora del relevo, cuando él se dedica a merendar ante la tv. Se fue tallándose los ojos con su mandil de abarrotera.
Sin tomar café se fueron despidiendo. Mientras despejaba yo el porche de sillas y bancos, recordé una frase del mismísimo López Dóriga quien la semana pasada en alguna de sus demasiadas mesas redondas alrededor de lo electoral, por radio, acotó a no sé quién diciéndole ‘Es lo que hay´.
–Dionisio Estrada
(Fecha de publicación 20052018)