IMÁGENES 40 . Les amateurs et les pendejeuxes
HERMOSILLO, SONORA. MX. — Cambio es el grito de la mayoría. El voto duro, el voto libre, el voto informado: frases de última moda por algún cambio. El voto informado parece ser el más trascendental, ese que carga más cola. Uno ha de informarse antes de votar, pero pocos han insistido en la gravedad de no saber lo informados que están esos tres finalistas en la carrera presidencial. La distancia de estos con la sabiduría nos afectará irremediablemente por más de los seis años nominales.
Efectivamente, el título de ésta, nuestra última columna está redactado en la lingua franca del siglo XIX, el francés, porque uno habría de remitirse casi hasta el más anterior Siglo de las Luces para hallar algún diseño político de buena estatura (Montesquieu, Arouet ¨Voltaire¨, Rousseau) para husmear el contraste en la calidad de la oferta electoral que nos están ofreciendo. Padecemos tres políticos de varias edades que no parecen ser estadistas: tres novatos, amantes de la improvisación que apuestan a la suerte el destino de una nación…con una frescura que asombra, no de parte de alguna inocencia sino lejos de la mínima preparación para tener una visión completa de la realidad y dueños de una mirada casi sustentada en el puro pragmatismo del jardinero que quiere conseguir trabajo (dinero con poder). Y nos llevan entre las patas.
ASÍ COINCIDIMOS TRES de nosotros, entre ellos el viejo abogado dueño del colmillo desilusionado tras de tantas bregas y Pancho, el joven estudiante de ingeniería, deseoso de preguntar los porqués de las cosas: “¿Aficionados todos, hasta los votantes, según las encuestas?”, nos pregunta Pancho. “Las opiniones levantadas por los encuestadores han asumido la cargada de la propaganda, dejándose llevar por el torrente de spots y de las declaraciones, estudiadas o fruto de las chacaleo de la prensa, pegándose al puntero colgándose de una seguridad de cambio anunciada tras doce años de fragor purificante. Ya no se razona, se auto acarrea lastimosamente, se cancela el sentido crítico y hasta el sentido común”. Pancho: “¿Por ejemplo ese político que favorece la idea de sólo consumir lo que el país produce?”
El viejo contestó: “Pudiera ser Trump, pero se trata de un mexicano. Se trata de un concepto ejemplar del proteccionismo, preferido hace años, cuando la presidencia echeverrista impuso la sustitución de importaciones. Muchacho a ti no te ha tocado ver la calidad de los automóviles salidos de la planta mexicana Mercedes Benz de entonces (ante los mecánicos de barrio, se entiende), ni la copia de pickups que el gobierno usaba, birlando las patentes gringas de la GM y los Chrysler. Me recuerda la marca japonesa Suntory, que fabricaba tequila en su país; una clara medida aislacionista signo del neonacionalismo, resurgimiento que convivía al lado de las nuevas ideas de la universalidad cooperadora. Tales japoneses fueron los mismos que poco después, iniciaron la importación del melón mexicano para su licor Midori, pues usar fruta del país hubiera sido no solo incosteable sino imposible de cultivar en su diminuto archipiélago. Fueron los tiempos en que nos dimos cuenta que cada nación, cada país, cada cultura y cada clima aportan a la cultura del mundo; el germen de un renovado interés por la fraternidad universal. En esos tiempos cuando se gestaba la Unión Europea, un bloque político y comerc ial que nos equilibrara ante los EEUU. Pero durante los años 60 reaccionaron la Thatcher en el Reino Unido y Reagan en EEUU proclamando la vuelta al conservadurismo, al control del estado y a la transformación del nuevo estilo global… concepto que fueron tiñendo, poco a poco, rumbo al neocapitalismo feroz, idea que convirtió las empresas trasnacionales en las corporaciones globales que obligarían después a los países a una diversificación excluyente donde los países no ricos, se ofrecerían a la explotación de la mano barata, la expoliación de sus recursos naturales y el inicio del declive climático por la contaminación atroz.”
“Pero ¿no es bueno asegurar la independencia alimentaria?” -preguntó Pancho-. El viejo le contestó: “Sería un crimen exportar toda la agropecuaria y dejarnos inanes. Nunca exportamos todo, sólo vendemos lo mejor, para cobrar bien lo exótico nuestro. Pancho, los exportadores son un puñado de nuevos ricos. Esta es una migaja ante el cúmulo de resentimientos que hemos venido guardando setenta años o más, desde la aplanadora tricolor posrevolucionaria hasta el acceso reciente del PAN. La injusticia ha venido a convertirse en despecho colectivo y luego en aversión. En caldo de cultivo para otros giros políticos”.
Pancho recordó entonces: ”Montados en la cólera colectiva algunos activan la hora de vandalizar los palacios, en que ruedan las cabezas de los Luises y de la reina María Antonieta, cuando se toma La Bastilla e instala la guillotina, los juicios sumarios y todo lo que ya sabemos del París el año 1789…por lo que surge el salvador, Napoleón y…” “Es la loca horda que todo lo arrasa, una masa ciega ávida de sangre, esa multitud tan aborrecida por el muralista José Clemente Orozco, un verdadero mexicano conocedor de errores, aciertos y horrores de su nación”, dijo a su vez el abogado. Y agregó preguntándole “¿Estás conmigo en que es mejor un estado fuerte (que no hemos tenido) a un líder fuerte? ¿Que la democracia se basa en el equilibrio de fuerzas ejecutivas, legislativas y judiciales, en la inclusión social y un verdadero plan de desarrollo emergido de la información actualizada dentro de las relaciones de la comunidad internacional?”. Pancho asintió con la cabeza, para añadir también que necesitamos” Un estado que comprenda verdaderamente la naturaleza del crimen organizado, que no tenga miedo de hablar con la verdad, que nunca mienta. Gobernantes que sepan en claridad, coherencia, continuidad; sepan jerarquizar y evaluar y que (como dijo alguien no hace mucho) nos gobierne como él quisiera ser gobernado. El dominio del inglés sigue siendo obligatorio por lo pronto y por el odio Trumpista, pero los rudimentos del chino son invaluables para los años que se nos vienen ¿dónde están?”
Luego de comparar nuestras ideas, hemos coincidido en la gravedad del caso mexicano. No sólo la corrupción-con-impunidad ha debilitado la ética gubernamental, sino que más abajo se esconde un mal seguramente mayor: no tenemos una oferta cierta de parte de alguna izquierda socialmente útil; es más, creemos que la derechización se ha apoderado de todos los candidatos presidenciales. Uno lo es abiertamente, otro vive la devaluación rutinaria de las aspiraciones de la vieja revolución al lado de la anulación constitucional y el otro se oculta bajo alianzas innombrables con la derecha más recalcitrante. (Sin duda los tres son parte del nuevo vaivén hacia la derechización, reviviéndonos el aislacionismo a los que apuntan por ejemplo los gobiernos de toda la Europa Central sean o no exsoviéticas tal como Grecia o Turquía, Hungría…Por otro lado se pugna por la balcanización y el ataque a los migrantes tal como España y sus naciones internas de catalanes, vascos, etc.; ambas Irlandas, Escocia y la misma Inglaterra con su Brexit; las cadenas de huelgas en Italia- sus cambios de gobiernos- y Francia, de poblaciones empobrecidas y desempleadas)
La crisis es más profunda porque el desencanto social puede ser, a menudo es la razón para despreciar la democracia (cuando más o menos existe, sea una joven o vieja manera de gobernar), de allí se pasa el acudir al ejército o atacarlo, caer en la guerrilla o llamar a la revolución, estomacalmente.
¡Qué difícil es escoger para votar! ¡No tan difícil como levantar al país partido en Mexiconorte y Mexicosur, cada uno de ellos pleno de variantes: país de tantos pobres y tantos jóvenes!
POR OTRO LADO hemos dejado al mundo. Si en el tema de la economía, PRI ha sido el menos oscuro, en geopolítica, de los tres, el puntero es también el más oscuro de los otros, casi ignorando este muy importante asunto.
El votante mexicano ha sido arrinconado en un campanario desde donde ve poco más allá de su pueblo. Una mirada provinciana nos ha impedido ver que, hace 20 años, Corea de Sur fue tan rico/pobre como lo era México; ahora son una potencia económica. Ningún presidente mexicano lo hubiera logrado allá aún con la ayuda estadunidense que tuvieron (bajo la idea de un dique contra Corea del Norte). Los americanos nos dejaron seguir en tránsito mediocre por razones más que geopolíticas; la idea fue sostener su patio trasero. Por lo mismo el voto ha significado tan poco y tan manipulado. El votante puede ser ejemplificado con esto: hace dos años, las empresas no cubrían sus nuevas plazas en un 30% de los casos, ahora tan sólo 730 días después sus vacantes sin resolver han subido al 40%.
LA IGNORANCIA se nos ha inoculado por gobernantes ignorantes, por ser bueno para ellos. Nadie se da un tiro en el pie. Bueno para las mayorías, pero también a favor de las eternas minorías, sería cambiar en un sentido específico, en el sentido del conocimiento como fundamento de gobierno que no invente, no elucubre, no sueñe ni divague, sino que sepa. Es preciso saber cómo sobrevivir a un gobierno vecino enemigo, cómo eliminar la miseria, cuál ha de ser el rumbo emancipador del ciudadano, cómo evitar que siga desangrándose la población por el desempleo, por el hampa y la colonización comercial-cultural, cómo desenmascarar el pragmatismo de los líderes políticos y de opinión; cómo desterrar del imaginario colectivo la violencia criminal cotidiana, la venganza, la zancadilla, terror y avaricia, para no citar el estrés resultante de este coctel.
De quienes estamos hartos es de los improvisados y acaparadores del poder para su placer propio. La lógica impone: del conocimiento a los diagnósticos rumbo a las soluciones mediante políticas de estado dentro de correspondencias trasversales por todo un plan de gobierno a corto, mediano y sobre todo largo plazo, nutrido por estrategias efectivas y eficaces tan flexibles como la realidad misma.
Nuestro decano entre vecinos, el viejo abogado que dejó el priismo, lo ha dicho así: “Mi candidato presidencial ha de estar fuera del clientelismo y populismo, del corporativismo y el amiguismo, sin dogmatismos; no racismo, nada de autoritarismo sino convencimiento razonado; sin atavismos a su pasado político ni relación directa efectiva y actual con algún partido político (habría de pedir licencia de retiro provisional a su organización durante el lapso de su gobierno)”. Mientras Pancho quiso detallar sus propias exigencias respecto del candidato por el que votará. Nos dijo que sólo lo hará por el candidato del que haya constancia de sus definiciones, entre otros asuntos, de nación, patria, cultura, política, arte y ciencia; saberle lo que piensa de democracia, participación social y una declaración acerca de su propia religión y cómo la separaría del gobierno que encabezará”
Recordamos que, durante la última reunión de todo nuestro grupo, alguien declaró que no votaría por quien no presentara constancias de salud física y mental –autentificadas por alguna instancia externa y confiable–. Otro vecino declaró que no votará por algún candidato que oculte una declaración ampliada de la Tres de Tres.
No es fácil salir de la crisis política actual, pese a los votos porque no son la panacea. Pero no necesitamos ser ignorantes porque queremos deshacernos del gobernante ignorante. Las urnas electorales nos indicarán cuán ignorantes seguimos siendo. Votar seguirá siendo un acto de confianza; falta que sea confianza informada, para sernos verdaderamente útil (hay también algo cercano a lo mítico entre algunos sectores de los votantes, creyendo en promesas, dejándose llevar de oídas… En tiempos electorales es obligatorio que la oposición ofrezca las perlas de la virgen).
–Dionisio Estrada