Información difundida sobre Ómicron confunde hasta los médicos
CIUDAD DE MÉXICO.──La información difundida acerca de la variante ómicron es abundante, repetitiva y confusa incluso para los profesionales de la salud. Es probable que en las siguientes semanas tengamos información científica confiable que nos permita entender el cambio que representa el surgimiento de esta variante en la historia de la pandemia, mientras tanto, debemos dar un mensaje claro a nuestros pacientes.
¿Qué sabemos de la variante ómicron hasta este momento?
B.1.1.529 ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una variante de preocupación y la denominó con la letra griega ómicron.[1] Aún no está claro si tiene la capacidad de mayor transmisibilidad, comparada a otras variantes. Sudáfrica es uno de los países más afectados por la variante ómicron, donde el número de detección de casos de COVID-19 ha aumentado en los últimos días, desconociéndose si es por la naturaleza de la variante o por otros factores.
Asimismo, desconocemos las implicaciones clínicas que tiene esta variante, si genera un cuadro clínico diferente o si se ha asociado a mayor gravedad. Los primeros casos notificados tienen menos de dos semanas de seguimiento, por lo que debemos esperar la evolución de los pacientes, la generación de anticuerpos neutralizantes y el papel que tiene la vacunación en individuos infectados con ómicron. En este momento no tenemos respuestas suficientes y satisfactorias, pero las tendremos.
¿Qué debo decir a mi paciente acerca de ómicron?
La aparición de nuevas variantes es un fenómeno esperado mientras la propagación del SARS-CoV-2 esté activa y algunos países continúen con bajas tasas de vacunación.
No hay ninguna razón para caer en pánico. Es importante reforzar en nuestros pacientes la confianza en la ciencia. Aunque la aparición de ómicron no es deseable en ningún sentido, la comunidad científica continuará trabajando para resolver la pandemia, generar nuevos fármacos, actualizar vacunas, mejorar pruebas diagnósticas y perfeccionar equipos de protección personal, como lo ha hecho hasta ahora.
Aunque aparezcan nuevas variantes, estas no necesariamente representan un cambio radical en las medidas de salud pública que ya sabemos funcionan y en ocasiones las personas se resisten a seguir. Esta es una oportunidad para reforzar en nuestros pacientes las medidas sanitarias: evitar reuniones con familias de diferentes círculos, tomar decisiones prudentes, utilizar correctamente las mascarillas y ventilar espacios cerrados.
Es relevante solicitar que los pacientes se mantengan informados de la situación de COVID-19 en la localidad en la que viven para conocer su riesgo de transmisión, pero también es importante sugerirles no leer o compartir noticias amarillistas y sin claro fundamento científico, las cuales abundan y son extraordinariamente dañinas. Es importante sugerir a los pacientes que consulten información de fuentes confiables, como la OMS.
La aparición de ómicron puede generar un profundo sentimiento de desesperanza en nuestros pacientes, por lo que es importante recalcarles que está en sus manos disminuir el riesgo de infectarse mediante las siguientes acciones: vacunándose, utilizando la mascarilla correctamente en lugares públicos y evitando hacer reuniones con múltiples grupos de personas, entre otras.
Debemos concentrarnos en el presente sin tener pensamientos fatalistas y mantenernos enfocados en lo que podemos hacer para evitar enfermarnos. Y como dijo Abraham Lincoln: «La mejor forma de predecir el futuro es creándolo». Está en nuestras manos determinar la transmisión y el impacto que ómicron tendrá en nuestras vidas.Fecha de publicación sábado/ 04 / diciembre/2021 / Tomado de Medscape
