Italia intenta adelantarse al Covid-19, que ya dio un primer golpe mortal
ROMA, ITALIA. — Pese a seguir siendo uno de los países europeos menos afectados por la pandemia, las recientes alzas en los contagios abocan al Gobierno italiano a decantarse por restricciones que frenen el virus antes de la llegada del invierno.
Las miradas de reojo han vuelto. También los gestos rápidos para acomodarse la mascarilla cuando, de repente, un extraño se acerca más de lo permitido o un patrullero pasa cerca. Y también las conversaciones nerviosas y el monotema sobre el virus, las sospechas ante cualquier ligero síntoma y las inflamables polémicas entre negacionistas y sus opuestos, los hipocondríacos.
Roma, golpeada por un aumento de casos de contagio que ha culminado con la decisión de las autoridades regionales del Lazio de ordenar el uso de las mascarillas al aire libre, una medida que ni en los peores días de la pandemia se tomó, vuelve a ensimismarse. No hay miedo ni tristeza en la capital de Italia, pero sí desorientación y confusión.
Tras semanas en las que las autoridades italianas y los expertos internacionales elogiaran el inesperado éxito del país en mantener a raya el virus, varias regiones del país han regresado a las medidas restrictivas. El turno del Lazio, cuya capital es Roma, fue la semana pasada, cuando se dictaminó la obligatoriedad de los cubrebocas, así como previamente ya habían hecho las sureñas regiones de Sicilia, Calabria y Campania.
Tampoco el Gobierno central se ha querido quedar atrás. Este mismo martes 6 de octubre, el ministro de Salud, Roberto Speranza, avanzó que no solo algunas regiones, sino todo el país deberá respetar la obligatoriedad de los cubrebocas. Quedará plasmado en un nuevo decreto, que se espera se publique esta misma semana.
Un rebrote menos furioso
Pero el rebrote en Italia sigue sin ser tan implacable como en otros países de este mismo continente.
Al 6 de octubre, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), el contagio sigue en Italia más leve que en casi todos los grandes países europeos por población, Francia, España y Reino Unido. Solo Alemania exhibe datos mejores.
En concreto, la incidencia acumulada de Italia en los últimos 14 días por 100.000 habitantes, uno de los datos más estables para medir el contagio, equivale a 45, lo que sitúa a este país como uno de los menos afectados en Europa en la actualidad; en concreto, en el puesto 23 de los 31 países considerados por el ECDC.
Eso sí, preocupan los datos más recientes. De hecho, uno de los peores saltos de las últimas semanas ocurrió entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre, cuando el país pasó de un incremento de casos de contagio con respecto al día anterior de 1.851 a 2.548.
Pero a nivel de resistencia del sistema sanitario italiano, las cosas no están aún al límite. “En estos dos meses ha habido un salto (del virus) hacia adelante: ahora las personas hospitalizadas son 3.487 y los que están en terapia intensiva son 323. Estos números son sostenibles para nuestro Sistema Sanitario”, aclararon las autoridades.
Hasta este martes, Italia contabiliza un total de 330.263 contagiados y 36.030 víctimas mortales a causa del virus.
“Junto con Alemania, nuestro país es uno de los que mejor está resistiendo a esta segunda ola. Pero no debemos ilusionarnos”, precisó el ministro Speranza, al sugerir que la estrategia de Italia será precisamente la de adelantar medidas restrictivas antes de que la situación empeore, para evitar el escenario catastrófico que vivió el país en marzo y abril pasados.
El fútbol, en vilo
Así ni el “calcio’ italiano ha podido con el Covid-19. Tan solo en los últimos días, dos equipos de la Serie A, el Génova y el Napoli, han tenido problemas luego de que varios de sus jugadores resultaran positivos al virus. El Napoli incluso no se presentó al partido que tenía previsto el pasado domingo contra la Juventus, por lo que ahora corre el riesgo de perder el partido por un 0-3.
¿La razón? La Hacienda Sanitaria Local (ASL) encargada de controlar al Napoli le prohibió viajar a Turín como medida de precaución, explicaron desde el conjunto. El Génova, por su parte, registró 22 casos de contagios.
Un asunto a lo que le siguió el lunes una reunión (virtual) de urgencia entre Vincenzo Spadafora, ministro de Deportes italiano, y el presidente de la Federación de Fútbol Italiana (FIGC), Vincenzo Gravina, y el presidente de la Serie A, Paolo Del Pino.
De momento, el campeonato “no corre riesgo”, dijo Spadafora al finalizar la reunión. Un día después, sin embargo, también Paolo Del Pino dio positivo al Covid-19, y Gravina decidió ponerse en aislamiento voluntario.
Contagios bajísimos en las escuelas
Por el contrario, los primeros datos sobre el regreso de los niños a las clases presenciales en las escuelas, uno de los asuntos que más preocupaban en septiembre, indican que, al menos de momento, las medidas tomadas en Italia están funcionando, para el alivio de madres y padres. Lo visibilizan los datos de contagio, que son bajos.
“En las primeras dos semanas de escuela, del 14 al 26 de septiembre, Italia contabilizó 349 casos de personas contagiadas entre el personal docente, el equivalente al 0,047%, (…) y 1.492 casos entre los alumnos, el equivalente al 0,021% de los estudiantes que hay en el país”, precisó la ministra de Educación, Lucia Azzolina.
Italia, que en marzo fue catalogada como el epicentro mortal de la pandemia, hoy trata de sacar brillo a la experiencia para contener una ola que hace estragos a unos kilómetros de sus fronteras.
(PUBLICADO EL 06/10/2020 / Irene Savio)