EL REINO DE LOS SÁTRAPAS. La campaña sindical
HERMOSILLO, SONORA.MX.— GILBERTO ARMENTA. — El Primer Informe de Trabajo 2016 del alcalde Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez, dio cuenta del esfuerzo que en Hermosillo se hace, incesantemente, por recuperarse y levantarse en todas las áreas de gobierno municipal.
Las más sensibles, las que saltan a la vista del ciudadano, están en control laboral del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Hermosillo SUTSMH, con Salvador Díaz Holguín al frente.
El programa de bacheo, la recolección de basura, la iluminación pública, y la atención a parques y jardines dependen, inexorablemente, de la disposición de los trabajadores sindicalizados.
Y son estas mismas áreas las más señaladas y exigidas por el hermosillense.
Antes de considerar las causas de esto, vaya usted a la red social Facebook, y busque la cuenta Sutsmh Hermosillo.
En las publicaciones de dos meses, agosto y septiembre, no hay una sola que hable del trabajo que, en estas áreas mencionadas líneas arriba, llevan a cabo los sindicalizados.
En sustitución de eso, las hay de campañas de vacunación, de diversas asambleas, de visitas con directores de áreas municipales, también anuncian días inhábiles, de viajes a otros municipios, además de entrega de cheques, fechas para grupos de auto ayuda, peticiones para donar sangre, reclamo de horas extras, quejas contra titulares de dependencias, revisiones de condiciones de salud, peticiones de indemnización y pensiones, y etcétera.
Pero, contrario a lo que se podría suponer, ni una sola publicación habla de la condición, por ejemplo, en la que se encontraron con una calle destruida, y como la dejaron al final luego del bacheo.
Ninguna tampoco en relación a la imagen de algún parque o jardín, o la de una zona residencial sin luz, y como se aplicaron en la limpieza del primero, y en la instalación de luminarias del segundo.
¿No debería el sindicato, junto con sus agremiados, solidarizarse con el esfuerzo del alcalde “maloro” Acosta, para salir adelante?
¿Es el sindicato de Hermosillo, solo la plataforma para trabajar menos, y ganar lo más posible?
Mire usted:
No es difícil traer a la memoria un parque en tan malas condiciones de limpieza que parece abandonado. Tampoco es difícil recordar que, en el patio de su casa, la acumulación de basura empieza a estorbar para estacionar su vehículo. O no permitir que sus hijos lleguen después de entrada la noche, porque su calle es una boca de lobos, es ya una práctica diaria.
Cuando eso pase, no culpe usted a la dirección de Parques y Jardines que, por cierto, trabaja en la itinerancia, ante la queja de los sindicalizados contra quien fue su primer director.
Lo acusaron de déspota, de malos tratos, y de prepotente. Más no exhiben su propia actitud sin disposición, no hablan tampoco de no hacer más allá de lo que la descripción de su puesto indica, y de no levantar, ni por error, la rama a su paso, si la hora de salida está ya sonando en el reloj.
¿Recuerda usted aquellos episodios de lucha sindical contra la privatización de la recolección de basura?
Pues, no se privatizó, pero el sindicato tampoco cumple con los recorridos de las rutas al cien por ciento, compromiso pactado con el Ayuntamiento a cambio de dar marcha atrás a la intención.
Y si su calle está más obscura que la noche misma, no culpe del todo a Fortino León, director de la paramunicipal. La carga de trabajo, limitada en tiempo y funciones, no les permite a los sindicalizados a cumplir con las tareas diarias.
Hay un compromiso serio por parte del “maloro” Acosta, para abatir todos los rezagos mencionados, pero aun teniendo el material a la mano, aún que la materia prima esté en disponibilidad, los derechos sindicales de los trabajadores están por encima de toda intención de esfuerzo y dedicación.
Salvador Díaz Holguín, con evidencia clara, busca más la promoción personal a través del sindicato, que la promoción del trabajo que los sindicalizados llevan a cabo.
Bajo ese esquema, difícil es que un director de área bien intencionado, logre convencer al sindicato del Ayuntamiento de dar el extra, cada vez que sea necesario.
En la reconstrucción de Hermosillo, no solo es la intención del alcalde la que vale, también lo es la del secretario del sindicato, porque de ellos depende, en toda la medida, de que lo que se anuncia se cumpla.
Difícil tarea para Salvador Díaz Holguín quien, ensimismado con repetir en ese puesto que tan cómodamente le queda, no se atreverá nunca a exigir a sus agremiados representados que se esfuercen por cobrar por lo que trabajan, no por cobrar lo que el sindicato les promueva en privilegios y prebendas.
Pero como en todo sindicato, la lucha por el poder es feroz, y ya la voz de la inconformidad en contra suya empieza a ser claridosa.
Que se cuide chava, las bases siempre se encaprichan.
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