Abr 15, 2025

La difícil búsqueda de los últimos criminales nazis vivos

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Klauss Barbie, el carnicero de Lyon a los 70 añosdurante su juicio en Francia en 1983

Klaus Barbie, jefe de la Gestapo en Lyon entre 1942 y 1944, más conocido como el «Carnicero de Lyon» por su crueldad. O Kurt Lischka y Herbert Hagen, responsables de la deportación de 76.000 judíos de Francia a los campos de exterminio, incluidos 11.400 niños.

Estos son sólo tres de los muchos criminales de guerra y colaboradores que fueron perseguidos y posteriormente condenados por los conocidos cazadores de nazis Serge y Beate Klarsfeld. Y que, gracias a eso, no pudieron disfrutar de una tranquila jubilación, a diferencia de tantos otros nazis que vivieron una vejez sin ser molestados, a pesar de sus atrocidades pasadas.

Serge Klarsfeld, sobrerviviente del Holocausto y abogado, escribió a DW en respuesta a nuestras preguntas: «Sólo perseguíamos a los criminales que habían tomado decisiones sobre el destino de las masas judías. Sólo perseguíamos a los líderes de la ‘solución final’. Nuestra búsqueda y participación en el arresto de Barbie, tras 12 años de lucha, de 1971 a 1983, nos valió un gran reconocimiento en Francia».

Incluso en Alemania, que durante décadas había limitado la búsqueda de los autores del Holocausto a sólo unas pocas figuras destacadas, el espectacular descubrimiento de Barbie en Bolivia, donde incluso trabajó como espía, causó conmoción y obtuvo gran aplauso. Los Klarsfeld, que recibieron en 2015 la Cruz Federal al Mérito por su compromiso, hicieron de la caza de nazis su tarea vital.

Con ello se sentaron las bases para una decisión histórica que el Bundestag tomó el 3 de julio de 1979: después de casi 20 años de debates sobre los procesamientos por los crímenes nazis, el Parlamento alemán decidió que el asesinato y el genocidio ya no debían estar sujetos a prescripción.

«Si los alemanes hubieran aprobado la ley de 1979 en 1954, los casos de miles de criminales nazis habrían sido examinados por la fiscalía y, en última instancia, por los tribunales. Pero muchos jueces eran miembros del Partido Nazi y habrían sido indulgentes con ellos», explica Klarsfeld.

Antigua secretaria de un campo de concentración como símbolo

En los últimos tiempos, también esperaban clemencia muchos pequeños engranajes de la maquinaria asesina nazi. Como Irmgard Furchner, fallecida en enero a los 99 años. La antigua secretaria del campo de concentración de Stutthof fue declarada en 2022 culpable de complicidad en más de 10.000 casos. El proceso fue iniciado por el fiscal general Thomas Will, quien durante cinco años dirigió la Oficina Central de las Administraciones de Justicia del Estado para la Investigación de Crímenes Nacionalsocialistas en Ludwigsburg.

El propio Will explica en declaraciones a DW: «Nuestra misión sigue siendo encontrar a las personas que deberían ser juzgadas. Seguimos investigando los campos de concentración. En cada uno, aún hay numerosas personas que podrían estar vivas y que aún no hemos podido localizar». Sin embargo, sólo unas pocas cohortes de edad son aún susceptibles de ser procesadas. «Siendo realistas, sólo se tienen en cuenta los nacidos en los años 1925, 1927 y 1928», explica.

Fecha de publicación domingo 13  de abril de 2025 /DW

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