Nov 25, 2024

La epidemia de VIH en América Latina

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CIUDAD DE MÉXICO. MX. — El 1 de diciembre se conmemora el día mundial de la lucha contra el sida. Aunque parezca que la emergencia de la epidemia acabó hace mucho, hoy por hoy, aún mueren 37 mil personas al año por causas relacionadas con el sida y casi 2 millones viven con el virus en América Latina y el Caribe, de acuerdo con ONUSIDA.

 

Nuestra región enfrenta una serie de retos que no han permitido que la prevención y el tratamiento no estén dando los resultados esperados para que la epidemia se detenga. Algunos de ellos son:

La crisis económica en Venezuela: La falta de medicamentos antirretrovirales ha provocado que aumenten las muertes relacionadas con el sida y que miles de personas con VIH hayan migrado a países vecinos con tal de poder conseguir el tratamiento. La falta de condones ha provocado que aumenten las nuevas infecciones y el desabasto general no parece que vaya a eliminarse pronto. La crisis del sistema de salud en Venezuela se sigue ahondando, no sabemos cuándo tocará fondo y los pocos recursos que se han movilizado desde organismos internacionales no alcanzan para todos y se acabarán en poco tiempo.

La oposición a la educación integral en sexualidad: Argentina es el principal escenario de las movilizaciones en contra de la educación sexual, pero también hay otros países donde grupos antiderechos se han opuesto férreamente a los contenidos sobre sexualidad en las escuelas con el pretexto de evitar «la ideología de género». Según la UNESCO, la educación integral en sexualidad es una de las mejores herramientas para la prevención del VIH, de embarazos adolescentes y de violencia de género entre adolescentes y jóvenes, sin embargo, son pocos los países con buenos programas, tales como Cuba y Uruguay.

La Profilaxis Pre y Post-Exposición son importantes herramientas para prevenir la transmisión del virus.

El nuevo gobierno brasileño: Desde la década de los 90, Brasil se consolidó como uno de los líderes mundiales en la respuesta al VIH. Introdujo tratamiento universal para todas las personas viviendo con el virus, impulsó campañas masivas de prevención y más recientemente, se ha convertido en el primer país en tener un programa público de Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) en toda América Latina. Todo eso está en riesgo con la llegada al poder del ultraconservador Bolsonaro. Brasil concentra la mitad de los casos de VIH de toda la región y si se imponen políticas que no estén basadas en evidencia científica, estos casos de podrían multiplicar.

La explosión de nuevos casos en Chile: El país sudamericano es el que presenta la mayor incidencia de VIH en el continente, con un aumento de nuevos casos de más del 90% desde el año 2010. Aunque el gobierno de derecha ha tratado de mirar para otro lado, es evidente que la epidemia ha crecido de manera importante entre jóvenes, según el Instituto de Salud Pública del gobierno chileno. Algunos medios han tratado de culpar a la gran cantidad de migrantes haitianos que han llegado a Chile en los últimos años, sin embargo, no hay pruebas de ello.

La falta de financiamiento local e internacional: Desde hace años, muchos donantes internacionales se han retirado para enfocar sus esfuerzos en África y Asia. Uno de los pocos que queda también se retirará pronto: el Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. Es obligación de los Estados llenar esos vacíos y asegurar que hay recursos para prevención y tratamiento. Lamentablemente esto no ocurre en muchos países de la región, por lo que el dinero disponible se ha estancado a pesar de que los nuevos casos aumentan en decenas de miles cada año.

La falta de detección oportuna: La detección del VIH ahora es más sencilla gracias a las pruebas rápidas de 4ª generación. Estas pueden detectar anticuerpos 3 semanas después de haber tenido una práctica de riesgo, en lugar de 3 meses como sucedía antes. El problema es que muchas personas que no se sienten en riesgo o que tienen miedo al resultado no se hacen la prueba y, por ello, pueden llegar a tener graves afectaciones a su salud si no se enteran de manera temprana que viven con el virus.

En México, de acuerdo con estimaciones de CENSIDA, 1 de cada 3 personas que viven con VIH desconocen su estatus.

La lenta implementación de nuevas formas de prevención: La Profilaxis Pre y Post-Exposición son importantes herramientas para prevenir la transmisión del virus, particularmente en poblaciones altamente expuestas como es el caso de hombres gay, mujeres trans y trabajadoras sexuales. La PrEP y la PEP han mostrado ser útiles en otros países para disminuir los nuevos casos, sumados a la promoción del uso del condón.

Sin embargo, su alto precio los vuelve difíciles de echar a andar ya que implican el uso de medicamentos antirretrovirales, ya sea antes o después de contactos sexuales de riesgo. México ya cuenta con un programa de PrEP, pero únicamente disponible en CDMX y Jalisco.

La Encuesta Nacional sobre Discriminación 2018 de México reveló que un tercio de la población considera que convivir con una persona con VIH es un riesgo.

La resistencia a los fármacos antirretrovirales: El tratamiento ha permitido que las personas que viven con el virus tengan una esperanza de vida similar a la de quienes no tienen VIH. Sin embargo, cada vez se presenta mayor resistencia a los medicamentos, es decir, el virus mantiene su posibilidad de mutar y reproducirse a pesar de los antirretrovirales, por lo que la salud de la persona está comprometida. Esto puede relacionarse con el abandono o mal uso de los fármacos por parte de quienes están en tratamiento. Según un estudio del Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI), un 15% de personas con VIH presenta un virus resistente en México.

El aumento de otras infecciones de transmisión sexual: De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el último lustro se ha visto un aumento significativo de algunas ITS como es el caso de sífilis, gonorrea y hepatitis C, así como de cánceres relacionados con el VPH. El descenso en el uso del condón podría estar ocasionando este problema que, además, facilita la transmisión del VIH a quien presentan alguna infección.

El estigma y la discriminación: Las personas con VIH siguen siendo de las más discriminadas en toda la región. Es común encontrar casos de despidos injustificados, esterilizaciones forzadas, negación de servicios y otros problemas relacionados con el desconocimiento sobre el virus. La Encuesta Nacional sobre Discriminación 2018 de México reveló que un tercio de la población considera que convivir con una persona con VIH es un riesgo. A 35 años de la epidemia, no hemos logrado vencer a la ignorancia ni a los prejuicios.

Ciertamente no son los únicos, pero estos 10 retos son un recordatorio de que, si no reforzamos la respuesta a la epidemia de VIH, podríamos empezar a retroceder en lugar de avanzar. No es momento de bajar la guardia desde los sistemas de salud, pero tampoco desde la sociedad que necesita informarse más, prevenirse más y concientizarse más sobre el VIH.

(FECHA DE PUBLICACIÓN.30/11/2018 // Ricardo Baruch/Huffington Post)

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