La expropiación petrolera fue una acción política y social por demas inteligente: Jaime Varela Salazar
18032016. HERMOSILLO,SONORA.MX.— La expropiación de la industria petrolera, que significó para México la nacionalización de nuestro recurso energético, fue uno de los actos sociales, históricos y políticos más inteligentes impulsados por la voluntad y decisión de un presidente de México, como fue el caso de Lázaro Cárdenas del Río, estableció Jaime Varela Salazar, profesor del Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia.
Para ello, destacó, Cárdenas llevó a cabo en aquel año de 1936 dos trascendentes acciones: la Ley de Expropiación y la creación del Instituto Politécnico Nacional (IPN), «que fueron los brazos armados en lo legal y técnico», haciendo de ese proyecto nacionalista uno de los más completos de aquella época.
Varela Salazar calificó que con aquellos actos históricos, del todo estratégicos, «tapó» todos los huecos por donde la industria extranjera del petróleo lo podía derrotar».
Además, recordó, tiempo después, en 1965, se creó el Instituto Mexicano del Petróleo, pero que ya en el IPN se formaban ingenieros químicos petroleros que sacaron adelante el proyecto de Lázaro Cárdenas.
En la actualidad, afirmó que Pemex sigue siendo una empresa rentable y que no hay que entregarla al extranjero, ya que todavía, como lo fue en el pasado, puede ser una de las palancas del desarrollo de México.
Hizo una crítica a la política del Estado mexicano con respecto a que la reforma energética debió primero haber consultado a expertos en la materia, ya que ésta pudiera ser «entreguista» o, por el contrario, la que lleve al futuro a México si se da marcha atrás en ciertos aspectos.
«Cierto es que el recurso se agota y cada vez es más difícil extraerlo, pero hasta hoy, de las energías alternativas, no ha habido ninguna que la pueda sustituir (a la energía de los combustibles fósiles)», advirtió.
Búsqueda de energías alternativas
Sostuvo que tras la crisis energética surgida desde los años 70, muchos investigadores se dedican a buscar energías alternativas que permitan adaptarnos a un nuevo tipo de explotación energética, especialmente aquellas orientadas a evitar consecuencias ambientales negativas en el ambiente.
Citó que los biocombustibles –de origen biológico– pueden sustituir parte del consumo en combustibles fósiles tradicionales (petróleo y carbón), porque son una fuente de energía renovable y que tienen, precisamente, poco impacto ambiental.
Mencionó energías alternativas del futuro, como la solar o la eólica, que en determinado momento de la historia deberán utilizarse, de ahí que ya se trabaje e investigue sobre ellas — como se hace en la Universidad de Sonora— , en razón de su menor efecto contaminante y de su capacidad de renovarse.
«Los ingenieros químicos van a ser factor determinante en el futuro, porque tarde que temprano la energía que proviene de los combustibles fósiles se va a agotar», advirtió.
Empero, Varela Salazar puntualizó que la cuestión energética debe atacarse no sólo en áreas como la ingeniería química y metalurgia, porque en el proceso de cambio de combustibles también se debe preparar a la gente para que ahorre energía y agua, por ejemplo, y donde la juventud, como nueva generación de toda sociedad, participe activamente y haga suyo con gran decisión ese proyecto sustentable.