La marea roja, la rara contaminación que afecta el turismo en la Florida
MIAMI, FLORIDA. MX. — La peligrosa marea roja, que fue detectada hace más de un año en el lago Okeechobee y ahora afecta la costa suroeste de la Florida, comienza a perjudicar la economía de hoteles, restaurantes y atracciones turísticas, ante la incertidumbre que significa para residentes y visitantes la presencia de la rara contaminación en el agua de mar, que baña la costa entre las localidades de Bradenton y Naples.
La imagen de corte dantesco se ha repetido estos días en los medios de comunicación. Hemos visto miles de peces, centenares de tortugas, anguilas, delfines y manatíes muertos en las playas de los condados Collier, Lee, Charlotte, Sarasota, Manatee, Hillsborough y Pinellas, donde se encuentran algunos de los balnearios más populares de la Florida.
A esto suman un número de aves que, desconociendo el envenenamiento de los peces, han consumido pescado muerto.
Localidades como Naples, Sanibel Island y Fort Myers, que reportaron igualmente aumentos sustanciales de visitantes en junio y julio, estarían afectados por este mal, que, según los estudiosos, no atenta contra la salud de los humanos pero sí podría provocar erupción en la piel, irritación respiratoria, picazón en la garganta o tos.
¿Marea roja?
Científicos y estudiosos del medio ambiente coinciden al decir que la rara contaminación ocurre cuando los lagos, ríos o aguas cercanas a la costa tienen altas concentraciones de nutrientes, en particular nitrógeno y fósforo, y surgen las floraciones de la microalga tóxica.
El medio especializado The Conversation, que aborda una amplia variedad de asuntos científicos, medicinales y hasta políticos, explicó en un amplio reportaje qué es lo que verdaderamente azota las costas suroeste de la Florida y cómo afecta la población de esa zona.
Este año, tras las fuertes lluvias de primavera y las descargas de agua del lago Okeechobee al Golfo de México, una gran cantidad de esos nutrientes llegaron al mar, lo que alimentó la marea roja que se produce cada año en las cálidas aguas del Golfo de México.
Pérdidas
Por ejemplo, la popular 5th Avenue en Naples, que acoge un importante número de restaurantes, locales comerciales y hoteles de la popular playa floridana, denota un declive de visitantes respecto al mismo período de agosto del año anterior.
“No sé si son 100 o 500 menos pero he notado menos clientes y eso es fácil de saber, cuando cuentas la cantidad de propina que llevas a casa y notas que es menos que antes”, comentó Ana a DIARIO LAS AMÉRICAS, camarera del restaurante Yabba Island Grill.
El hotel Naples Grande Beach Resort, que mira al Golfo de México y reabrió sus puertas el pasado mes de diciembre, tras una multimillonaria renovación luego del paso del huracán Irma en septiembre, lleva a cabo una intensa campaña para atraer la atención de turistas, ante el temor que supone la rara contaminación.
Según datos preliminares, las pérdidas superan ya los ocho millones de dólares, mientras la oficina estatal de turismo, VisitFlorida, realiza un sondeo para calcular los daños a la industria del turismo en la zona.
También lugares muy específicos, como Sanibel y Captiva Island, reportaron más de cuatro millones de dólares en pérdidas en julio y anticiparon que los números de agosto serían mayores.
Por otra parte, Fort Myers señaló $3 millones en pérdidas en lo que va de agosto, sin contar la merma de ingresos de los empleados de servicios, que no tienen trabajo por la pérdida de clientes.
En Bradenton, donde radican los laboratorios Research Data Services, Inc., el doctor Walter Klages señaló que la industria turística debe “esperar un declive pronunciado” en las cifras de visitantes, luego de alcanzar números superiores en los primeros meses del año.
De hecho, el doctor Kalges informó a la autoridad de Turismo del condado Manatee, donde se encuentra el balneario de Bradenton, que un número significativo de clientes, que habría hecho reservas en hoteles, estaría posponiendo el viaje, como medida de precaución.
Limpieza
El Gobierno de la Florida acaba de asignar tres millones de dólares para ayudar a los condados antes mencionados a paliar la situación.
No obstante, las autoridades condales reclaman que tres millones de dólares no son suficientes y que el estado debe aportar más, para cubrir ciertas pérdidas económicas y reponer daños ambientales.
Mientras tanto, un grupo de investigadores científicos ha puesto en marcha un plan de “limpieza” que podría acabar con este mal.
Por ello, la firma de servicios marinos Mote Marine Laboratory, con base en Longboat Key, Sarasota, lleva a cabo la prueba inicial que podría acabar con la contaminación que produjo la marea roja y para ello han instalado dos bombas procesadoras que “limpian” cantidades de agua con el uso de ozono, que es la sustancia química compuesta de oxígeno, que sirve como desinfectante depurador y purificador en este caso.
“Este procedimiento elimina la marea roja, al eliminar primero las toxinas, la materia orgánica que la produce”, explicó el científico Dr. Richard Pierce.
Esta práctica, que aún está a prueba ante los ojos de las autoridades del estado, tiene la capacidad de procesar 300 galones de agua por minuto y ha sido utilizada con éxito en el laboratorio y canal adyacente.
No obstante, quienes dirigen esta operación anticipan que el gran reto es precisamente la amplia masa de agua que habría que “limpiar”, que se extiende por más de 145 millas.
También persiste la interrogante sobre cómo podría afectar este tipo de limpieza a la vida marina en la zona, al eliminar las toxinas, derivadas de un flujo mayor de nutrientes que proceden de canales y ríos, en particular nitrógeno y fósforo.
De hecho, la autoridad estatal de aguas y vida silvestre, Fish and Wildlife Research Institute, con sede en St. Petersburg, administra un importante fondo estatal para desarrollar proyectos que empleen técnicas o tecnologías que podrían controlar o disminuir el flujo de la marea roja y sus efectos en la Florida.
Entre los procedimientos admitidos destacan precisamente procedimientos mecánicos, físicos, biológicos, genéticos y esfuerzos ambientalistas.
El instituto especializado señala que las propuestas son evaluadas por un panel independiente, compuesto por representantes de agencias gubernamentales y comunitarias.
¿Calentamiento global?
El medio especializado The Conversation recoge que los científicos “han demostrado claramente que existe una relación definitiva y sinérgica entre la temperatura del agua, los nutrientes y las floraciones de algas”.
Hoy el Gobierno federal desestima ciertas regulaciones ambientales para fomentar un mayor desarrollo económico y creación de empleo. Pero la conservación y el crecimiento económico no son incompatibles. En Florida, una economía saludable depende en gran medida de un medio ambiente saludable, incluidas aguas limpias.
¿Peligros para los humanos y el medio ambiente?
Los avisos de la autoridad de Salud han estado relacionados con cierta dificultad respiratoria, que es una preocupación particular para las personas que sufren asma u otros problemas respiratorios.
No obstante, prácticamente todo aquel que se bañe en una playa afectada por la marea roja podría experimentar ojos llorosos, goteo nasal o garganta rasposa.
Incluso tan solo caminar por la arena podría ocasionarle estos padecimientos, ya que inhalamos la toxina que las olas emiten al llegar a la orilla.
Personas con la piel más sensible podrían tener mayores erupciones, que tendrían que tratar con pomadas medicadas.
¿Otras afectaciones?
Hasta el momento, no hay indicios de otras afecciones físicas al ser humano, aunque sí en animales pequeños, como peces, aves y mascotas, que pudieran incluso morir tras ingerir agua contaminada con este tipo de toxina.
¿Podemos evitarlo?
Aun cuando el auge de las algas es impredecible, sí podemos anticipar cuándo un año u otro puede ser peor, dependiendo del monto de lluvias que provoca la salida de nutrientes al mar.
No podemos controlar la naturaleza, la lluvia, pero podemos controlar el flujo de nutrientes, si logramos reducir las cantidades que se escapan de lagos y ríos.
(FECHA DE PUBLICACIÓN.25/082018 // JESÚS HERNÁNDEZ )