Las alteraciones cromosómicas en el esperma del varón de edad avanzada
ESPAÑA.— La doctora Carmen Sala Salmerón, ginecóloga y obstetra de la barcelonesa Clínica Gine-3, siempre pendiente de los temas que interesan a la mujer, y los hombres son un argumento de peso, desglosa para EFEsalud un artículo periodístico de La Vanguardia que contaba los efectos en el bebé de las alteraciones cromosómicas en el esperma de los futuros papás con más de 35 años de edad.
Firmado por la periodista Mayte Rius, el foco se ponía en el reloj biológico del varón “como se suele hacer sin contemplaciones en el caso de las mujeres, que tanta tinta ha consumido a lo largo de los siglos, ya sea por la edad de las gestantes o por su evidente proceso de envejecimiento”, subraya la ginecóloga.
Una eyaculación de semen normal contiene entre uno y cinco mililitros de líquido viscoso formado a su vez por plasma seminal y un 5% o 10% de espermatozoides. El número de gametocitos ronda los 250 millones en cada eyaculación y recorrerán una distancia de entre 17 y 25 centímetros.
A lo largo de su vida, un hombre produce cerca de 525.000 millones de espermatozoides. Biólogos, investigadores o especialistas en reproducción asistida escudriñan el estado físico de cada uno los 23 cromosomas que conforman estos gametocitos.
“La prueba diagnóstica del espermograma analiza con absoluta precisión la cantidad y la calidad del semen masculino, más el plasma seminal, para comprobar, por ejemplo, si el varón tiene más o menos posibilidades de aportar el 50% de la carga genética del cigoto”, dice la Dra. Carmen Sala.
¿La edad del hombre genera daños en sus espermatozoides?
“Existe un cierto deterioro que conlleva alteraciones cromosómicas, mutaciones del ADN secundarias a la edad… a lo que habría que añadir los efectos perversos de fumar durante años y años, la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas, las enfermedades crónicas, como la diabetes, la toma de medicamentos, la inhalación de tóxicos en el ámbito laboral o de los contaminantes atmosféricos”, menciona.
La doctora Carmen Sala apunta conclusiones que aparecen en diferentes estudios científicos:
Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (California, EE.UU.), después de revisar más de 40 millones de nacimientos, indica que las alteraciones cromosómicas comienzan a partir de los 35 años de edad y se agravan hacia los 45 años. A mayor edad se corría mayor riesgo de que el bebé naciera con prematuridad, bajo peso o con dificultades respiratorias, precisando la intervención de la UCI de Neonatología.
“Otros estudios elaborados en un centro de reproducción asistida de Londres evidenciaron que, cuando se emplean técnicas de fecundación in vitro y el esperma procede de un varón mayor de 50 años, aumenta la tasa de abortos espontáneos. Observaron en fase de laboratorio, además, que los embriones -óvulos fecundados- evolucionaban con normalidad durante el primer o segundo día, pero que a partir del tercero se deterioraban, dejando de ser aptos para su trasferencia al útero materno”, expone.
Un análisis basado en las mutaciones genéticas de los espermatozoides de hombres mayores señala, también, que los descendientes podrían correr mayor riesgo de Trastorno del Espectro Autista y enfermedades como la esquizofrenia o el alzhéimer.
Un estudio biológico sobre 19.000 casos de fecundación in vitro llevado a cabo en la Universidad de Harvard (Massachusetts, EE.UU.), que se presentó en el congreso de la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología de 2017, concluyó:
“Una mujer joven embarazada con esperma de un hombre mayor de 40 años posibilita un mayor número de gestaciones no evolutivas -abortos-; una mujer joven con un hombre joven, obtiene una buena tasa de éxito gestacional; y, curioso, curioso, una mujer de más de 40 años en etapa reproductiva con un hombre de 30 o menos años aumenta las probabilidades de embarazo y desarrollo vigorosos”, destaca.
La doctora Carmen Sala junto a una fotografía digital de sus dos hijos mayores.
“No pretendo asustar a los hombres o decirles… “espabilad, chicos“… pero, al igual que aconsejamos a las mujeres con sus ovocitos, si ambicionan ser padres a edades avanzadas sería muy recomendable que realizaran una crioconservación de sus gametocitos -esperma-; algo tan sano y liberador como lo es para las mujeres”, dice Carmen Sala.
PUBLICADO EL 14/02/2020)