Los barrios latinos de NYC viven acosados por deuda estudiantil
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.— El título universitario que puede abrir las puertas de la clase media también puede hundir este sueño durante años o para siempre por la carga financiera que suponen los cada vez más costosos préstamos para estudiantes. Estos créditos abren oportunidades pero cada vez con más riesgos, y quienes más caminan en el filo de esta navaja en la ciudad de Nueva York son quienes viven en barrios de minorías y mayoritariamente latinos.
Según un informe hecho público este viernes por la Reserva Federal de Nueva York y el Departamento de Asuntos de Consumidores de la Ciudad, algunos de los barrios con fuerte presencia latina soportan los mayores niveles de retrasos en los pagos de sus deudas estudiantiles y morosidad. El problema es serio porque a diferencia de otras deudas, las de estudios no se pueden eliminar en una bancarrota por lo que siguen al estudiante o los cofirmantes de esta obligación de repago (normalmente sus familiares) durante años y creciendo en cuantía.
Aunque los estudiantes de la Gran Manzana en conjunto son menos morosos y se retrasan menos en lo que deben que en el resto del país — en un momento en el que la crisis en este sentido es cada vez más severa–, el 15% de los adultos de la ciudad deben un total de $34,800 millones por cursar o haber cursado estudios universitarios. Y no hay ningún barrio de la ciudad en la que los endeudados con estos préstamos estén al corriente de pagos al 100%.
No obstante las diferencias del estrés que causa esta deuda se siente más en barrios de El Bronx como Castle Hill, Clason Point, Parkcherster, Belmont, Crotona Park, East Tremont, Cakefield, Williamsbridge y Woodlawn, donde hay más retrasos en los pagos y morosidad.
En este condado vive una abogada de 34 años latina que pidió guardar el anonimato a este diario. Aunque recibió becas, los cuatro años de la Escuela de Derecho de la que salió en 2014 le dejaron con una deuda de $300,000 entre préstamos federales y privados.
“Cuando trabajaba en el sector privado tenía que pagar $700 al mes y ahora que estoy trabajando en una non profit me están recalculando lo que puedo pagar con respecto a mis ingresos”. Esta mujer explica que está enrolada en un programa de consolidación por el que pagará una cantidad, que estima ronde los $400 mensuales durante 10 años. Son sus ingresos los que determinan lo que puede pagar en créditos federales que son en los que más deuda tiene.
En Brooklyn los barrios más afectados por estos problemas son los de East Flatbush, Farragut, Rugby, Canarsie, Flatlands e East New York.
De acuerdo con la Reserva Federal, estos son los dos condados donde la situación es más apurada pero lo mismo se puede decir de barrios netamente latinos de Manhattan, donde el problema de morosidad es menor como media, o Queens.
Central e East Harlem, Washington Heights, Inwood y Marble Hill en Manhattan y Jamaica, Hollis y St. Albans además de Queens Village Cambria Heights y Rosedale en Queens, tienen similares o peores ratios de morosidad o retrasos en los pagos de esta deuda. De hecho, en el Distrito Comunitario 12 de Queens, que incluye el barrio de Jamaica es donde se registra la peor situación de la ciudad.
Barrios de bajos ingresos
El informe apunta que son los barrios de bajos ingresos y los adultos de más de 45 años los que más dificultades tienen a la hora de afrontar la devolución del dinero. Aunque no se ha estudiado cómo afecta el problema por raza o etnia, Wilbert van der Klaauw, vicepresidente de análisis y estadística de la Reserva Federal de New York, explicó que el hecho de que en los barrios más afectados haya más población minoritaria, “es muy sugerente”.
En algunos de estos barrios, el desempleo y el infraempleo es mayor que la media de la ciudad por lo que se deduce que estos préstamos no han “dado el resultado que los endeudados esperaban”.
Es decir, que el camino a la clase media está detenido con el agravante de que como explicaba van der Klaauw, esta deuda “tiene un impacto después porque impide la propiedad de la vivienda o tener una buena historia crediticia que abra el acceso a otro tipo de crédito”. La abogada de El Bronx dice que de haber mantenido en el sector público habría tardado “30 años o más en pagar la deuda y la verdad es que tras abonar esto y otros pagos además de la renta me quedo con casi nada”. “Me corta las alas porque no hay flexibilidad para ahorrar”, dice esta mujer que admite que le encanta su trabajo. “He seguido mi sueño profesional pero se me han caído otros porque con esta deuda no te puedes mover”, lamenta.
Los balances de deuda en Manhattan son de algo más de $21,400 y en Brooklyn y El Bronx rondan los $17,200 y $14,700 respectivamente. Pese a ser mucho menores en estos dos condados para quienes tienen deuda en El Bronx, esta cantidad representan como promedio el 43% de sus ingresos. Para los graduados en Manhattan es algo menos del 30% y por ello tienen mayor facilidad para abonar a sus acreedores. En el informe de la Fed se explica que cuanto más alto sea el nivel educativo, más elevados suelen ser los balances de duda pero más potencial de ingresos se tiene para compensarlo con cierta facilidad, adicionalmente, muchos endeudados de clase media y clase media alta pueden contar con más apoyo familiar financiero.
La elección de estudios, que permita una carrera mejor o peor pagada, haberlos acabado o no, y la red familiar marcan la diferencia para los estudiantes. Y la diferencia entre poder pagar y no tienen implicaciones para los estudiantes y para sus comunidades. Los residentes que estén en mora en este tipo de deida tiene muy difícil el acceso al crédito por lo que les es más difícil lanzar un pequeño negocio o prepararse para emergencias.
Además si estos préstamos son federales el acreedor puede pedir que se requise el salario del deudor o su devolución de impuestos.
Es entonces cuando la inseguridad financiera hace que el camino hacia la clase media se acabe.
A los 45 y con deudas
Cuanto mayores, más problemas para lidiar con deudas de estudiante. Muchas personas mayores hacen frente a deudas de estudiantes por ser cosignatarios (firmar como corresponsable) de los créditos de sus hijos y nietos pero entre los mayores de 45 años hay quienes aún están pagando sus propias deudas y de hecho son quienes están entre esta edad y los 54 años quienes más entran en mora. El motivo es que los más jóvenes están aún en la fase de tomar prestado y no en el ciclo de devolverlo.
Además, como no se puede salir de esa deuda ni con la bancarrota hay una serie de deudas que suben con la edad.
Recursos de ayuda.
A partir de enero, la Oficina de Empoderamiento Financiero (OFE) de Nueva York va a ofrecerá “clínicas de préstamos” en ciertos barrios para ofrecer recursos a los neoyorquinos preocupados con la deuda de estudiante. “No podemos ignorar el impacto que estos préstamos tienen en nuestras comunidades”, explicó la comisionada del DCA, Lorelei Salas quien explicaba que este informe se va a mirar muy de cerca para localizar estos centros de ayuda e información con los que se pueden conocer formas de pago, considerar opciones de planes de reapgo o mejorar la historia crediticia.
Salas, no obstante dijo que quienes tengan problemas no deben esperar a que estos recursos específicamente destinados a las comunidades más afectadas estén listos porque ya hay una red centros de empoderamiento financiero en toda la ciudad que ofrecen ayuda de todo tipo de forma gratuita y anónima. Se puede hacer una cita con estos centros, que se encuentran en muchas Uniones de Crédito a través del 311.
Deuda estudiantil
30% o menos de los más pobres neoyorquinos avanzan en la devolución de su deuda.
10% de los endeudados de altos ingresos están retrasados o en mora con sus préstamos.
50% de los residentes en los barrios más pobres no han reducido los balances de sus deudas de estudiante. Solo el 25% reducen sus balances y pagan a tiempo lo que deben.
$5,000 o menos es lo que deben el 25% de los residentes en áreas de bajos ingresos. Una cantidad que destruye sueños.
$34,800 millones es lo que deben los estudiantes y graduados en la Gran Manzana. En todo el país la cifra es de $1.3 billones ($1.3 trillion en inglés).
(Fecha de publicación 16122017)