Los investigadores han descubierto un asombroso mecanismo que utilizan los animales para volverse transparentes
ESTADOS UNIDOS. — Originarias de los bosques de América Central y del Sur, las ranas de cristal de la familia Centrolenidae deben su nombre a su piel y músculos translúcidos, que las integran perfectamente en su entorno selvático. Si se da la vuelta a los anfibios, donde el efecto es más impresionante, se pueden ver sus corazones, hígados y espirales de intestinos, sin necesidad de disección.
Y ahora, en un estudio publicado hoy en la revista Science, los investigadores han descubierto otro asombroso mecanismo que utilizan los animales para volverse tan transparentes.
Cuando las ranas de cristal de Fleischmanni (Hyalinobatrachium fleishmanni) se duermen, desvían el 89% de sus glóbulos rojos de colores brillantes a unos sacos recubiertos de cristales en el hígado, que reflejan la luz entrante y hacen que las ranas parezcan casi invisibles. Con sus glóbulos rojos fuera de la vista, las ranas se vuelven entre dos y tres veces más transparentes, un truco que los científicos creen que ayuda a los animales a evitar a los depredadores. (Relacionado: «Estas ranas transparentes están llenas de sorpresas»).
«La transparencia es rara y muy difícil de conseguir, porque nuestros tejidos están llenos de cosas que absorben y dispersan la luz», explica Jesse Delia, coautor del estudio, investigador postdoctoral y Explorador de National Geographic en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
«Los glóbulos rojos también absorben mucha luz, y descubrimos que la rana puede ocultarlos empaquetándolos en el hígado».
PUBLICADO EL 22/DICIEMBRE/2022