Los Zetas, los verdaderos gobernantes de Coahuila
CIUDAD DE MÉXICO. MX.— El Cártel de los Zetas, una de las organizaciones criminales más poderosas de México, realizó pagos y ofreció sobornos a los más altos funcionarios del estado de Coahuila para obtener el control en el trasiego de drogas, extorsión de empresarios y secuestro de ciudadanos en la región norte del país.
De acuerdo con el estudio “Control… Sobre Todo el Estado de Coahuila. Un análisis de testimonios de juicios contra integrantes de Los Zetas en San Antonio, Austin y Del Río”, estudiantes de la Facultad de Derecho en la Universidad de Texas revelaron los nexos entre gobernantes, policías y militares para trabajar sin problemas en distintas arterias viales que conducen hacia los Estados Unidos.
Los exintegrantes del cártel detallaron mediante una serie de juicios sobre la jerarquía, organización, negocios ilícitos y asesinatos sistemáticos de los narcotraficantes para obtener mayor territorio.
Según la investigación, existe un vínculo directo entre el cártel con funcionarios estatales, integrantes de las fuerzas de seguridad en todos sus niveles, en los penales y con los procuradores de justicia.
Diversos testigos declararon que Coahuila es un estado controlado por Los Zetas. Uribe, nombre de un exintegrante del cártel, presenció y participó en el pago de sobornos entre el 2006 y 2011 a presidentes municipales de Piedras Negras y a un regidor local para obtener permisos de construcción para el cártel. De acuerdo con la Secretaría de Gobernación, el Lic. Jesús Mario Flores Garza y el C. P. Oscar López Elizondo fueron alcaldes municipales de Piedras Negras durante esos periodos.
Los testimonios señalaron que los exgobernadores Rubén y Humberto Moreira recibieron sobornos de los narcotraficantes. Uribe indicó al Fiscal Leachman que los Moreira recibieron altas sumas de dinero, de hecho, estos pagos los recibieron Vicente Chaires, secretario personal de Humberto Moreira, y Jesús Torres Charles, ex Procurador General del Estado. En la declaración, Uribe presenció la entrega de dos millones de dólares en efectivo a cambio del control total sobre el estado de Coahuila.
Tavira, otro testigo protegido, aseguró a los fiscales estadounidenses que Rubén Moreira también colaboró con Los Zetas. En su descripción recordó que el actual gobernador de Coahuila arribó al rancho de Beto Casas, un narcotraficante, para recibir una camioneta Suburban repleta de maletas con dinero.
No sólo funcionarios de Coahuila establecieron conexión con los cárteles, también de otros estados como Veracruz. Este es el caso de José Guillermo Herrera Mendoza, un político veracruzano que denunciaron por presuntamente secuestrar y extorsionar al empresario Alfonso del Rayo durante el mes de diciembre del 2010.
Del Rayo fue privado de la libertad y torturado por el Cártel de Los Zetas a cambio de pagar una recompensa de 50 millones de pesos a cambio de mantenerlo con vida y liberarlo. Sin embargo, del Rayo fue liberado sin pagar el rescate después de que Herrera Mendoza intercedió por él ante Carlos Nayen, quien lavaba dinero para Los Zetas. Después de ser liberado, del Rayo fue obligado a comprar un caballo de carreras para regresarle el favor que Nayen le había hecho a Herrera Mendoza.
Hinojosa, otro testigo, declaró que también funcionarios públicos del estado de Tamaulipas recibieron pagos de Los Zetas para evitar que las autoridades interfirieran con sus actividades ilícitas. En el 2000, Hinojosa trabajó como administrador judicial en la delegación de la Procuraduría General de la República en Miguel Alemán, Tamaulipas. Esta dependencia estuvo involucrada en la recepción de sobornos y la cooperación con Los Zetas. A cambio de los sobornos, la dependencia le permitía a Los Zetas mover sus drogas sin restricciones a lo largo de toda la zona fronteriza que estaba bajo la jurisdicción de la Procuraduría Federal.
Por su parte, Rubén Moreira aseguró a Noticieros Televisa que el documento de la Universidad de Texas es totalmente falso e inexacto.
«Nunca tuvimos una llamada para ofrecernos dar una opinión. Es un documento muy raro porque, primero, quienes lo promueven dicen que son de la Universidad de Texas, pero desde la fotografía de portada, es del 2005 y corresponde a una campaña electoral donde utilizaban la letra de uno de los candidatos (Jorge Zermeño)».
Mientras que Javier Herrera Borunda, hijo del exgobernador Fidel Herrera, afirmó a El Financiero que su padre y los funcionarios señalados se encuentran localizables, además, que el texto que involucra a su padre con narcotraficantes fue desestimado por una corte en los Estados Unidos.
(Fecha de publicación 09112017)