Nov 24, 2024

MÁS IMÁGENES, 20. Dos mil diecinueve

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Nos repetimos. Hemos dicho antes que el país está sobreevaluado. Eso lleva años. Todos sabemos del tamaño de los retos que el nuevo gobierno ha asumido, no son pocos ni fáciles.
Desde fuera uno pensaría que el verdadero cambio, Fox, rebasa simples seis años. Tal medida es poco abarcable y siembra una semilla que no pocos atisban y que es la justificable prolongación de la 4T ab aeternam. Por ambiciones no paramos. Allí dejamos el tema esperando el discurso de Los Primeros Tres Años, lapsos donde estaremos pendientes y contando.

Alguien cercano acá se quejaba de que los opositores a la campaña de López Obrador estaban adelantándose a juzgarlo “si apenas está en campaña, si aún no gobierna”. Esta visión parroquial, —parroquial en ambos sentidos— miraba sesgado porque fue evidente que, desde el 1 de julio ya estaba gobernando, mitad prisa verdadera, mitad imagen, mitad por el inexplicable mutis de Peña Nieto, una especie de su compadre calladito. Esa ansia de poder lleva dos filos.

Un primer mes del presidente demuestra varias peculiaridades. La primera es el lenguaje y su destinatario, Ganso. (“Amigos, se la metimos doblada”). Otra la opaca transparencia en actividades y proyectos que, pese a ser masticados por años, apenas se les vislumbra un ápice de detalle: en el qué muchos estamos de conformidad para algunas de sus ideas, el problema está en el cómo. La visión Amlista del aeropuerto es quizá el mejor ejemplo: notoria es la sensación que se nos entrega de voltear la casa de arriba abajo, arrasar tal cual se hizo en la Francia tras su revolución –jaurías políticas las mismas–, cueste lo que cueste; así hicieron los españoles sobre el imperio azteca. López entrega un borrador sin proyecto ejecutivo y lo echa a andar. Se justifica por la corrupción dentro de la construcción del AICM pero es el día en que no ofrece información que sustente su dicho. Acaso hubo malos manejos, acaso pocos o muchos, no le importa: seguiremos en babia y más cuando Santa Lucía se erija, con todo el futuro río de tinta. Es un manejo político por encima de toda otra consideración por la que algunos dicen las finanzas no son su fuerte. Y hablando de dinero no podemos olvidar cómo se esmera en prometer utilizarlo pulcramente pero sobre todo cómo lo está pidiendo una y otra vez, lastimosamente para un líder. No nos fallará.

Una Constitución moral sería el nuevo catecismo de Ripalda; estamos en el siglo veintiuno, por Dios. México es un manojo de culturas diversas y antiguas, nuevas y progresistas, las hay también retrógradas pero donde también y cada vez más se piensa y se actúa informada y conscientemente, México no es una iglesia.

Tampoco es una isla. Por mucho que se desee romper con el neocapitalismo, ha de gobernarse en relación al concierto internacional, donde lamentablemente las grandes potencias lo son; así que siempre se presupuestará de manera en que la macroeconomía se mantenga estable: de otro modo y ante los EU, se caería en los abismos no ya económicos sino sociales en que están sumidos en otros países del subcontinente y habría que alinearse abiertamente con China, Rusia, Corea del Norte y algunos africanos. Y de este tipo de Estados Unidos muchos suponen que nos quedan otros veinte años. Morena mientras está en lo suyo y a Ebrard no le conocemos como diplomático pro-occidente.

Por cierto, si accedemos a compararnos con el vecino del norte existen coincidencias dignas de ser eliminadas. AMLO en su mañanera, Trump ante su tweeter en la cama. Acá se termina el patrocinio a los medios, allá se excluye a los medios por sus fake news ante el presidente. Acá se pide dinero para el Tren Maya y allá para El Muro. Acá se lanza el mismo Tren Maya sin pensar en los daños contra las reservas de la biósfera, según las leyes ambientales, allá en el Salón Oval se mantiene que el cambio climático no existe.

Bien haría el señor presidente debería en aprender a gobernar también al 47 % de los votantes que no lo escogieron, a fuerza de que los opositores se le vuelvan enemigos. Una tercera fuerza política debería crearse, porque la minimizada oposición actual no hizo lo que debía cuando gobernó; el público de Obrador siempre será seguidor de lealtad mientras le favorezca –el México Bronco–. Urge entonces el contrapeso social independiente y verdadero con una posición de oposición informada y exigente entre aquellos que prefieren saber a creer. Aquí la palabra clave es Alternativas a los deseos y preferencias del Ejecutivo. Un ejemplo más: la Constitución está ya demasiado parchada para seguir enmendándola, más cuando se la cambia por razones de estrategia pero no de amplias políticas de gobierno con vistas al futuro posible, que no es necesariamente el deseable. Malamente tienen a Muñoz Ledo y su empolvada Mesa para una Nueva Constitución si los novatos y deseosos legisladores hacen lo que les conviene a ellos, no a la nación… son incapaces de discernir la diferencia; para acabar pronto: el problema es que Muñoz no es el líder. L´Etat ce Moi.

Hay que hablarle a los demás, también. Al calce me obligo a citar a José Fonseca quien citó a Ralph Nader: “La labor del líder es crear más líderes no más seguidores”, eso es ser horizontal.

EL AÑO QUE COMIENZA DARÁ luz para saber cómo vamos yendo, cómo cambiamos y hacia dónde. Lo haremos a veces atenidos a la intuición, al leer entre líneas escudriñando formas y fondos. Como siempre. La vida cambia por siglos no por sexenios pero si hay que comenzar, que sea de inmediato.

……….

ACCION NACIONAL NO HA MUERTO. Anunciaron que levantarán iniciativa para derrocar las leyes sobre el aborto. Dicen que “El embrión no es propiedad de la madre”. El Papa ¿de plácemes?

–Dionisio Estrada

(FECHA DE PUBLICACIÓN.20/12/2018 //

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