Sep 19, 2024

NOTAS SUELTAS. Las dudas del éxito

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“México no es nuestro amigo, nos está ahogando económicamente” (Donald Trump, 16/06/2015).

 

 

Bueno, pues como usted sabe la 4T se ha coronado con el éxito electoral en el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Queda pendiente la puesta en orden del Poder Judicial que está en espera de reforma y limpieza general.

 

Pare qué abundar sobre los gritos y sombrerazos de la oposición, hoy más claramente derrotada. Para que subrayar las escasas prendas morales, políticas y legales de los partidos que se arracimaron en torno a la idea de Claudio X, el junior González, de uncir al país a la agenda geopolítica de la anglosfera por vía electoral. Para qué hablar de la estrategia del golpe de estado judicial y su sintonía con Washington.

 

Según se ve, los susurros y gemidos desde el imperio, mezclados con reclamos y arañazos diplomáticos y amenazas de sanciones arancelarias y pleitos legales basados en infracciones al T-MEC por quítame estas soberanías, están a la orden del día pero no lo tienen tan fácil y planchado.

 

Al menos en la forma, nuestro gobierno actual y el que viene, no son tan blanditos en eso de aflojar la dignidad nacional a cualquiera que venga con pujos de propietario del continente. Hay reparos constitucionales, históricos y de identidad que lo impiden y que sustentan los reclamos de respeto a las decisiones soberanas del pueblo mexicano.

 

Lo que cabe esperar es que se sostenga la posición independiente de México de cara al propio T-MEC que obra como camisa de fuerza legal en el ánimo de subordinar los intereses nacionales al extranjero, bajo el supuesto de que la “unión” de América del Norte es un imperativo categórico frente a las amenazas del libre comercio que pudieran ejercer China, Rusia y quien se quiera apuntar.

 

En realidad, el tan traído y llevado tratado es la carta de renuncia al ejercicio de un comercio independiente basado en el interés nacional, tanto como un elemento condicionante de decisiones en materia de trabajo, derechos humanos, estructura jurídica y hasta cultura e identidad. Es, en la forma y el fondo, un documento político subordinante y ofensivo.

 

Los reparos pulgosos del embajador Ken Salazar sobre la reforma judicial son la clara evidencia de cómo consideran a México en el tablero del ajedrez latinoamericano, lo que refuerza la idea de que nuestro país debiera transitar hacia un modelo soberanista y multipolar.

 

La idea de que el país sea la plataforma logística, campo experimental de ensayos sociales y reserva de recursos del Norte es algo que se trata de normalizar, a costa de valores y principios que funcionan para México y que surgen de nuestra propia trayectoria histórica e identidad. Tan hay avance transcultural que hoy se considera prioridad el cumplimiento de la Agenda 2030 dictada por la anglosfera.

 

Sin embargo, en ningún caso la economía del extranjero debe estar por encima de la propia. De ninguna manera debe pesar más la creación de empleo subordinado a intereses externos que aquél que obedece al impulso de proyectos donde la prioridad es el interés y progreso nacional.

 

Tragarse la rueda de molino que ofrece el embajador, la cámara “americana” de comercio y demás organismos con tufo colonial es indignante. En todo caso debiera impulsarse la autosuficiencia alimenticia, energética y productiva, antes que comprometer nuestros recursos en proyectos de beneficio externo.

 

En este contexto, debiera revisarse el Plan Sonora. Debiera cuestionarse la introducción del gasoducto desde Texas a Sonora para desembocar en Puerto Libertad, comprometiendo la salud ecológica del golfo de California y su biodiversidad. ¿A qué intereses estamos sirviendo?

 

Queda claro que el pragmatismo económico y el inmediatismo político no son la mejor vía para que nuestra entidad aporte beneficios tangibles a la nación y a los sonorenses. En ese sentido, la autenticidad de los éxitos posibles despierta serias dudas.

 

También es claro que la relación con el norte no se da en condiciones de igualdad porque nosotros llevamos la parte donde se compromete la geografía y recursos estratégicos a los intereses externos. Aquí el papel de traspatio se traduce en plataforma logística al servicio del comercio energético e industrial del vecino del norte.

 

Siendo objetivos, resulta difícil cambiar las actuales condiciones bilaterales, pero, en todo caso, no nos engañemos llamando progreso y colaboración a lo que es simple y sencillamente abuso y subordinación. Empecemos llamando a las cosas por su nombre.

 

 

http://jdarredondo.blogspot.com

Fecha de publicación viernes 30 de agosto de 2024

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