Feb 22, 2025

NOTAS SUELTAS ¿Nos ponemos al día?

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Charly Tirado dueño de restaurante el charco asesinado por supuesto cobro de piso sin embargo la autoridad dice que no fue ese el motivo

 

“Imitar lo provechoso es casi tan sencillo como instruirse en lo pérfido” (Esteban Navarro).

 

 

Ya ve usted que las modas y tendencias son como los pelos de gato, que se pegan a la primera provocación, que salen con dificultad y que dejan una marca indeleble en la memoria de lo adquirido.

 

Nuestro inventario de costumbres de nuevo cuño tiende a estratificarse como capas geológicas en nuestra conciencia, se nos pegan como chicle en suela, de manera que es posible seguirles la huella en las acciones cotidianas. Así que, dime cómo hablas, te vistes o convives, y te diré quién te pudre el cerebro y reformatea lo que eres.

 

Las notas periodísticas reflejan la penetración y el alcance de las modas, costumbres y tendencias; por ejemplo, algunos de los horrores reservados a las series de televisión gringas o las ciudades del centro o sur del país, ahora las tenemos vivas y actuantes en esta desnaranjada capital de Sonora: hay sospechas fundadas de cobro de piso, de repartición de la ciudad entre los grupos delictivos, de consumo de drogas tan apendejantes como el fentanilo, pasando por los opiáceos o la vulgar mota.

 

Los llamados antros, abiertos o clandestinos, pasan de ser el resumidero de la calidad de su concurrencia habitual o experimental, a verdaderos escaparates de toda miseria y abyección posible. Algo así como campos de maniobras de proyectos de hampón, proxeneta o político mercantilista en busca emociones ligadas a su moral vermiforme.

 

Me comentan que el asesinato en vivo y a todo color que algunos comensales de mariscos presenciaron en El Charco, tuvo como causa probable el cobro de piso, aunque de inmediato la autoridad competente aclara que el causante fue un repartidor de aplicación, ya que encontraron el casco y la mochila del sujeto. La depurada lógica del desmentido inspira confianza. El caso es que se asesina sin pudor alguno.

 

¿Será que el producto del trabajo honesto de los emprendedores que se embarcan en negocios legítimos es una opción cada vez más codiciable para el parasitismo delincuencial y cada vez menos redituable para los propios empresarios?

 

¿Las autoridades locales se chupan el dedo mientras electrifican el tránsito vehicular y ponen a funcionar la máquina de las concesiones de vanguardia energética? ¿Estarán dejando correr el agua criminal mientras permiten que haya acaparamiento y desperdicio del vital líquido, y que se chinchen los usuarios domiciliarios? ¿Nos están gobernando a periodicazos y sonrisas Colgate?

 

¿Nos estamos acostumbrando a las declaraciones cuya mamonez va de la mano del interés por los negocios a costa del erario? ¿La especulación y el agandalle inmobiliario tendrá relación con las obras de infraestructura hidráulica, entre otras, cuyo impacto ambiental y económico tiene poco que ver con el beneficio social?

 

Si bien es cierto que tenemos larga historia de políticos y empresarios bien posicionados que bailan un zapateado en la credibilidad de la posición que tienen, ¿también llegaremos a ver a figuras presidenciales haciendo su agosto con criptomonedas de aparición fugaz e impactos enormes en la economía de incautos y ganones, como las asociadas a Trump-Melania y Milei?

 

¿Entenderemos que los cobradores de piso y los narco-comerciantes son una modalidad más del parasitismo delincuencial que prospera en el sistema económico y jurídico que nos rige, de cara a la digitalización de la economía, la administración, las finanzas y la interacción social formateada por EUA?

 

¿Sería razonable pensar en el teletrabajo como un mecanismo más de la enajenación entre productor y producto y, en el terreno político, las votaciones y la participación ciudadana o gremial electrónica en las decisiones democráticas de las organizaciones o de la sociedad en su conjunto, pero sin control del algoritmo?

 

¿Lo virtual e imaginario tiene más valor que lo real, físico y tangible? ¿El interés individual y grupal están por encima del interés social? ¿La imaginación y la autopercepción tienen el mismo peso que la realidad social, física, biológica, conductual y cultural? ¿La imagen manipulable y falsificable sustituye a la persona?

 

¿Defendemos la soberanía y la identidad nacional cuando imitamos al extranjero en materia de comercio, de cultura, de costumbres y hábitos proyectados en los medios como el cine, la televisión y las plataformas electrónicas?

 

¿Seguiremos creyendo que apoyar el TLC y ahora el T-MEC, así como la intervención de EUA en forma de “colaboración” en capacitación y entrenamiento de militares y policías para enfrentar desastres, terrorismo y narcotráfico, nos garantiza progreso, seguridad y desarrollo nacional e institucional, o una mejor relación con el terrorismo “democrático” de Washington?

 

Si imitamos el modelo de negocios, cultural y normativo del vecino, ¿seguiremos acatando el interés político golpista de Washington y reproduciendo la cultura y la moral de Hollywood? ¿Seguiremos viviendo en Narnia, o revaloramos lo que es nuestro?

 

¿Veremos normal que delincuentes juzgados y sentenciados salgan libres al poco tiempo, y a otra cosa? ¿Las denuncias ciudadanas son el equivalente legal del papel del baño?

 

¿Nos seguiremos poniendo al día en las tendencias destructivas del tejido social y cambiaremos para estar completamente a tono con la forma de ser y de mascar chicle del vecino, escupir de lado, comer chatarra y morir por sobredosis de grasa, drogas y estupidez en grado radioactivo?  Ya veremos.

 

http://jdarredondo.blogspot.com

 

Fecha de publicación viernes 21 de febrero de 2025 /

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