El nuevo modelo educativo acusa serias deficiencias en su concepción

HERMOSILLO, SONORA.MX.— La educación en México, constituye un tema serio que demanda ser analizado desde diferentes perspectivas, cuyo resultado debe incluirse a una visión integradora, que parta del reconocimiento sobre la existencia de una cantidad numerosa de problemas que aquejan al sector educativo, que constriñen la labor docente y demeritan la calidad del servicio ofrecido a la sociedad.
Conforme transcurre el tiempo, gobernantes, diversas autoridades y funcionarios ocupan importantes posiciones en la administración pública, ofreciendo un panorama transformador que no termina de transitar de la oscuridad a la resplandeciente luminosidad, peor aún, no explican que ha pasado para justificar su ausencia, contrario al planteamiento realizado por Winston Churchill que en su momento expresó: “El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido”.
En esta situación, se puede encuadrar a los creadores de diversos programas “vigentes” –al menos en nombre− dentro de la Secretaria de Educación Pública como son: Programa Escuelas al Cien, Programa Escuelas de Tiempo Completo, Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa, Programa Nacional de Inglés, Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa, Programa Nacional de Becas, Programa Escuelas de Tiempo Completo y Programa Nacional de Convivencia Escolar.
Esquemas educativos complementarios que supone responden a la obligación que tiene el Estado de garantizar a niñas, niños y adolescentes mexicanos su derecho a una educación pública de calidad, incluyente, equitativa, oportuna y pertinente, que les otorgue las competencias necesarias en cumplimiento con el mandato contenido en el Artículo 3º., párrafo tercero de la Constitución mexicana, de modo tal, que coadyuven en su adecuada incorporación al mundo adulto.
La suposición reside en que dichos programas se caracterizan por la demora en la fluidez de la partida presupuestaria destinada a los planteles educativos que han cubierto los requisitos para su incorporación en la relación de beneficiario, toda vez que no llegan y “aparentemente” se desconoce en que parte de la estructura educativa se “detiene” el recurso innecesariamente, en completa contraposición con las disposiciones contenidas en el CONVENIO Marco para la operación de los éstos programas. Sonora no es la excepción a la regla, aún cuando, la autoridad competente se afana en pregonar lo contrario.
Sin duda, en México, las comunidades educativas ubicadas en la zona urbana, periferia o rural del sistema básico precisan una completa satisfacción a las necesidades que exhiben, es hora que las presuntas “buenas intenciones” cesen y la clase gobernante se aplique en resolver no sólo las cuestiones pedagógicas, sino también las materiales, infraestructura −sanitarios, drenaje, bebederos, lavamanos, entre otros del rubro−, instalaciones eléctricas, mobiliario, computadoras, entre otras…
Salta a la vista, que la actual reforma educativa se confronta con el modelo que se propone, el cual implica el reconocimiento de la diversidad entre las diferentes regiones de nuestro país, con lo que la aplicación de evaluaciones estandarizadas para todos los maestros carece de sentido, además de desconocer los derechos de éstos y violentar el estado de derecho establecido por la Constitución.
El nuevo modelo educativo acusa serias deficiencias, un ejemplo es el énfasis que hace en el desarrollo del pensamiento crítico −análisis, razonamiento lógico y argumentación que son indispensables en su implementación−, pero, curiosamente dicho documento adolece de el pensamiento crítico y razonamiento lógico que impulsa al ofrecer un diagnóstico insubstancial del modelo existente, sin hacer referencia a las graves fallas que exhibe el sistema, acciones y omisiones severas que traen consigo consecuencias funestas en el sector educativo, prevaleciendo al día de hoy la corrupción, cáncer social que ha colapsado al sistema en forma creciente.
El documento expone la importancia de la gestión interna de las escuelas, la necesidad de crear instituciones con organización, recursos, acompañamiento, infraestructura, docentes y servicios que conviertan las aulas en auténticos espacios de aprendizaje, pero “olvida” mencionar las causas de la pésima condición física de las aulas, ignorando las prácticas de servidores públicos, adscritos a diferentes niveles de gobierno, de simular la entrega de recursos a las escuelas, que posteriormente acaban en las cuentas bancarias de funcionarios, administradores y familiares de éstos, al ubicarlos como parte de las plantillas docentes, comisionados en las dependencias educativas, secciones sindicales y oficinas gubernamentales –federales, estatales y municipales− diversas .
De la misma manera, el documento ignora, que uno de los problemas más graves que enfrenta la educación pública ha sido posible por la corrupción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a partir de las políticas de Estado, que viendo en este organismo un recurso político de dimensión nacional, han trastocado sus funciones.
¿De esta manera pretende el gobierno mejorar el sistema educativo, con su nuevo modelo, desconociendo lo que hoy representa el SNTE para la sociedad mexicana, en particular para los maestros?
El nuevo modelo coloca a la escuela en el centro del proceso educativo, planteando la necesidad de dotarlas de todos los recursos necesarios; para crear el espacio ideal para el desarrollo de los estudiantes …propone como uno de los elementos centrales de la transformación del sector en el siglo XXI poner a la escuela en el centro del sistema, a contrapelo de los actuales recortes presupuestales que son aplicados en primer lugar a la educación y a la salud, (promesas de un gobierno populista versus la realidad).
Por otra parte, el documento hace algunas menciones a la necesidad de que los maestros deban estar mejor preparados, así como de evaluarlos; sin embargo, en ningún momento hace alusión a sus estudios en las escuelas normales ni a las necesidades de éstas, haciendo evidente el desprecio del gobierno por las instituciones formadoras de docentes a lo largo del siglo pasado y que persiste al presente.
¿Será que el gobierno desea ocultar los contratos otorgados particulares como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESMI) para que éste se haga cargo de la preparación de los docentes de nuevo ingreso, así como de la actualización y educación continuada de los maestros en funciones, del negocio que representa ésta práctica para ciertos funcionarios públicos en la dependencia educativa federal y locales?
Desde luego, nada de eso se menciona en los instrumentos publicados, como tampoco se hace referencia sobre la transgresión laboral que sufrirán los docentes que imparten tecnologías en educación secundaria en los diferentes subsistemas –federal y regional−, que las 23 escuelas seleccionadas para el pilotaje del nuevo modelo educativo no aplican el nuevo mapa curricular por carecer de recurso financiero y humano adicional para la implementación del componente AUTONOMÍA CURRICULAR.
Luego entonces, persiste la simulación en su máxima expresión, la autoridad competente intenta –sin éxito− ofrecer una falsa realidad sobre las instituciones educativas que se encuentran en la relación de escuelas piloto.Para concluir, entre las recomendaciones hechas por los especialistas aparece la necesidad de partir de un diagnóstico, mediante un análisis detallado de las reformas curriculares anteriores. Además, se señala que es importante acompañar a los maestros en diferentes foros y en particular, en los Consejos Técnicos Escolares, por ser un espacio de la sociedad civil que representa el encuentro e intercambio de experiencias acerca del quehacer docente y de todos los sujetos participantes de los procesos político-pedagógicos.
Además, se sugiera revisar más estrechamente cómo acortar la brecha entre el currículo prescrito, el conceptual y el vivido, e identificar su valor ecológico en función de los sujetos a quienes representa y cómo los representa.
A escaso tiempo de que concluya el presente sexenio, marcado por la aplicación de una reforma educativa cruenta y a todas luces lesiva, se observa que el escenario educativo para México en materia educativa sigue desdibujado, incluso, ha empeorado, luce como una barco a la deriva, carente de timón para conducir a buen puerto un proyecto que no interesa al gobierno, aún cuando en el discurso hable lo contrario.
Los hechos hablan por sí mismos, la evidencia no deja lugar a duda…
En ese contexto, la presentación del modelo educativo aparece como paliativo. Mientras tanto, las maestras y maestros seguirán laborando como siempre lo han hecho, con o sin modelo, con o sin apoyo. Solo hasta que estos pendientes se atiendan de manera rigurosa y consistente, se podrá hablar de un modelo educativo justo y pertinente.
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(Fecha de publicación 05032018)