Obispo descarta un ataque directo contra la Iglesia católica
CIUDAD DE MÉXICO. MX. — A 12 días de que en la zona de Lindavista detonara un dispositivo escondido en una caja de galletas, la madrugada de ayer explotó un artefacto a las puertas de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), sin que se registraran personas lesionadas.
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informó que se dará parte a la Procuraduría General de la República para que investigue y se pueda dar con los responsables, aunque hasta ahora nadie se ha adjudicado el hecho.
El reporte policiaco indica que a la 1:50 de la madrugada de ayer se registró el estallido en la puerta principal de esa institución, localizada en la avenida Misterios, número 26, a un costado de la Basílica de Guadalupe, causando sólo daños materiales, y a pesar de que al interior de este lugar se encontraban cinco personas, ninguna resultó lesionada.
Según los primeros elementos, en un video en poder de las autoridades se observa a una persona –al parecer una mujer– encapuchada, la que estaba rondando el lugar y posteriormente dejó en el punto mencionado el paquete, que luego estalló.
De inmediato se pidió la intervención de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, quienes al llegar acordonaron la zona afectada, y se notificó a la procuraduría capitalina, la que abrió una investigación e inició las primeras pesquisas, según las cuales se trató de un artefacto de manufactura casera.
Más tarde, y en conferencia de prensa, Alfonso Miranda, secretario general de la CEM, informó que se reforzarán la medidas de seguridad en el inmueble, aunque resaltó que eso no implica que se vaya a hacer de este edificio un búnker, porque son instalaciones de servicio, visitadas por todos los obispos del país.
El obispo añadió que los abogados del episcopado trabajan en la demanda que se interpondrá por el hecho, y detalló que han tenido el respaldo de las autoridades federales y capitalinas para esclarecer la situación.
Miranda agregó que este es el primer incidente de esta naturaleza en contra de instalaciones de la CEM, y descartó que la acción sea un ataque directo contra la Iglesia católica. Insistió en que ningún grupo se ha adjudicado el atentado.
Reconoció que se tardaron en informar a las autoridades capitalinas y federales porque primero dieron aviso al presidente de la CEM, el cardenal José Francisco Robles, y al nuncio apostólico en México, Franco Coppola.
La Secretaría de Gobernación condenó los hechos ocurridos.
«Esta dependencia reitera su solidaridad y apoyo a las autoridades eclesiásticas, y refrenda su compromiso para coadyuvar en las investigaciones que las autoridades correspondientes realicen para esclarecer los hechos y, en su caso, capturar a los responsables», dijo en un comunicado.
Gobernación es la responsable de la relación entre el Ejecutivo y las asociaciones religiosas, así como de la estrategia de seguridad nacional.
(Fecha de publicación 26072017)