Pirotecnias, grandes enemigos de los perros
CIUDAD DE MÉXICO. MX. — Aproximadamente el 50% de los perros sufren ansiedad y malestar ante cohetes y petardos y pueden morir de un infarto o accidentalmente al huir del estruendo.
El pasado 19 de agosto, una residente de la localidad sevillana de El Garrobo denunciaba a través de la plataforma Change.org la muerte de su perra Doga, un can argentino de 9 años. Según cuenta, el animal sufrió un infarto causado por los cohetes y petardos que llevaban tirando durante días en las fiestas de la localidad.
No es la primera vez que alguien protesta por los efectos que tienen este tipo de actividades sobre la salud de sus mascotas, aunque el desenlace no siempre sea tan terrible como este.
Por eso, es importante comprender cómo afecta la pirotecnia al bienestar de los animales, especialmente ahora que buena parte de los pueblos y barrios españoles están celebrando o a punto de celebrar sus fiestas.
Doga, la perrita que no pudo soportar los fuegos artificiales
«Doga era muy fuerte y ágil» aseguró Nuria, su dueña, entrevistada por el portal Hipertextual.com «Simplemente le tenía mucho miedo al sonido de los cohetes».
Las fiestas del pueblo duraron cinco días, durante los cuales los cohetes y petardos no cesaron. Desde el primer momento, la perra se mostraba inquieta, con constantes temblores y jadeos, no comía y apenas podía dormir tampoco. Finalmente, al cuarto día no pudo más y murió a causa de un infarto.Ahora, Nuria, que tiene en casa a otros tres perros, tres gatos y dos ninfas(cacatúa pequeña), se encuentra especialmente preocupada por el estado de otra de sus mascotas, una perra ya mayor que no levanta cabeza desde la muerte de su compañera de juegos. «Wendy cumple mañana diez años» relata la mujer por teléfono. «Apenas come y pasa mucho tiempo echada en la cama de Doga. Nos preocupa que caiga en una depresión».
Con su petición en Change.org Nuria quiere dar a conocer la historia de su perra, para que otros animales no sufran lo que ella padeció.
Doga era una perra increíble y quiero que se conozca su caso, por ella y por el resto de animales en su situación.
Infartos, atropellos y más
Cualquiera que tenga o haya tenido perro habrá podido comprobar la ansiedad que supone para estos animales presenciar una traca de cohetes o incluso un simple petardo o bombeta.
Es cierto que algunos se quedan impertérritos ante la escena; pero, según un estudio de la Universidad de Bristol, aproximadamente el 50% de los canes urbanos entran en pánico tras la más mínima explosión. Según el neurobiólogo especializado en comportamiento canino Gregory Berns, esto se debe a que los perros no tienen la capacidad de racionalizar la ansiedad, como podría hacer un ser humano, por lo que sufren una forma más intensa de terror. El resultado sería una sintomatología similar al trastorno por estrés postraumático.
Aproximadamente el 50% de los perros urbanos entra en pánico al escuchar fuegos artificiales.
Además, si todo ocurre cuando están fuera de casa el peligro es aún mayor, ya que tienden a huir en dirección contraria al ruido, viéndose implicados a menudo en accidentes mortales.
Muchos canes han sido atropellados mientras huían e incluso se han dado casos de perros muertos tras precipitarse desde una gran altura.
En casa estos peligros se eliminan, pero queda la posibilidad de que su corazón no soporte el estrés y mueran a causa de un infarto, como le ocurrió a Doga.
(FECHA DE PUBLICACIÓN.26/082018 //