Población hispana con mayor riesgo a padecer hígado graso no alcohólico
CIUDAD DE MÉXICO.▬ La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico es un padecimiento crónico del hígado, abarca un amplio espectro de presentaciones que van desde la simple esteatosis hepática hasta hepatitis asociada, fibrosis, cirrosis y en algunos casos carcinoma hepatocelular .
Recientemente se ha considerado que la enfermedad por hígado graso no alcohólico es un componente del síndrome metabólico, de ahí la importancia de que el manejo se realice con un equipo multidisciplinario.
Aunque los estudios que toman en cuenta factores étnicos han encontrado que la población hispana podría tener mayor riesgo de padecer enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico, además de tener mayor riesgo de progresión a esteatohepatitis y cirrosis, mientras que los afroamericanos suelen tener menor prevalencia, además de menor riesgo de progresión o incluso de falla hepática.
Recientemente se ha propuesto el cambio del nombre de enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico a enfermedad hepática por hígado graso asociada a la disfunción metabólica, el nombre aún no ha sido ampliamente difundido, por lo cual seguiremos nombrándola como enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico.[3] ¿Cuánto sabe sobre la enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico?
La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico se define como la acumulación de grasa en > 5% de las células hepáticas, con evidencia radiológica o histológica, que cumpla con el criterio de ausencia de consumo de alcohol significativo, uso prolongado de fármacos esteatogénicos o padecimientos hereditarios monogénicos.
Todas las guías internacionales caracterizan a la enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico por la presencia de esteatosis en ausencia de un consumo significativo de alcohol. En las guías de la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) se considera una ingesta significativa en hombres de 21 bebidas estándar a la semana o 294 g/semana y em mujeres de 14 bebidas por semana o 196 g/semana, mientras que en el Consenso mexicano de enfermedad por hígado graso no alcohólico, la cantidad establecida es de un consumo > 30 g/día en hombres y > 20 g/día en mujeres. Sin embargo, la literatura más reciente sugiere que más que la cantidad de alcohol consumida al día, también se considere que podría ser una definición de cantidad sobresimplificada, ya que hay que tomar en cuenta también la duración de la exposición, el patrón de la ingesta y la susceptibilidad individual.
La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos libres y triglicéridos y es atribuida principalmente a la resistencia a la insulina y a la obesidad. Se ha descrito un modelo de 2 golpes para el desarrollo de enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico.
La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico es un padecimiento crónico del hígado, abarca un amplio espectro de presentaciones que van desde la simple esteatosis hepática hasta hepatitis asociada, fibrosis, cirrosis y en algunos casos carcinoma hepatocelular (figura 1).
Recientemente se ha considerado que la enfermedad por hígado graso no alcohólico es un componente del síndrome metabólico, de ahí la importancia de que el manejo se realice con un equipo multidisciplinario.
Aunque los estudios que toman en cuenta factores étnicos han encontrado que la población hispana podría tener mayor riesgo de padecer enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico, además de tener mayor riesgo de progresión a esteatohepatitis y cirrosis, mientras que los afroamericanos suelen tener menor prevalencia, además de menor riesgo de progresión o incluso de falla hepática.[1,2]
Recientemente se ha propuesto el cambio del nombre de enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico a enfermedad hepática por hígado graso asociada a la disfunción metabólica, el nombre aún no ha sido ampliamente difundido, por lo cual seguiremos nombrándola como enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico.[3] ¿Cuánto sabe sobre la enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico?
La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico se define como la acumulación de grasa en > 5% de las células hepáticas, con evidencia radiológica o histológica, que cumpla con el criterio de ausencia de consumo de alcohol significativo, uso prolongado de fármacos esteatogénicos o padecimientos hereditarios monogénicos.[4]
Todas las guías internacionales caracterizan a la enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico por la presencia de esteatosis en ausencia de un consumo significativo de alcohol. En las guías de la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) se considera una ingesta significativa en hombres de 21 bebidas estándar a la semana o 294 g/semana y em mujeres de 14 bebidas por semana o 196 g/semana, mientras que en el Consenso mexicano de enfermedad por hígado graso no alcohólico, la cantidad establecida es de un consumo > 30 g/día en hombres y > 20 g/día en mujeres.
Sin embargo, la literatura más reciente sugiere que más que la cantidad de alcohol consumida al día, también se considere que podría ser una definición de cantidad sobresimplificada, ya que hay que tomar en cuenta también la duración de la exposición, el patrón de la ingesta y la susceptibilidad individual.
La enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos libres y triglicéridos y es atribuida principalmente a la resistencia a la insulina y a la obesidad. Se ha descrito un modelo de 2 golpes para el desarrollo de enfermedad hepática por hígado graso no alcohólico.
Fecha de Publicacón 2/ abril/ 2022/Fuente Medscape