Política represora atenta contra derechos fundamentales
A tres meses de que Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia de México visitó la capital de Sonora, durante su estancia tuvo la oportunidad de recibir la calidez y la sencillez de la población, pero, particularmente su confianza para combatir la corrupción que ha imperado en las dependencias gubernamentales a lo largo del periodo neoliberal.
Los hechos registrados este 2 de marzo en las instalaciones que ocupa el estacionamiento del Gimnasio de la Universidad de Sonora dan cuenta del enorme carisma y credibilidad que López Obrador posee en la sociedad, a quien solicitó tener paciencia para atender a la problemática que los aqueja, señalando que las “cosas no cambiarán de la noche a la mañana”, pero, se encuentra trabajando en ofrecer soluciones a sus planteamientos.
En discurso apacible, conciliatorio y distante de rebuscamiento oficial, el Jefe del Ejecutivo Federal recalcó que en “la Cuarta Transformación, es necesario sumar el esfuerzo de todos, trabajar juntos, eso es lo más importante, unirnos para sacar adelante a México”, objetivo primordial en que sustenta su política.
Durante su corta permanencia en Hermosillo, Andrés Manuel anunció apoyos para diversos programas sociales de beneficio directo, a través de BANSEFI (Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros), institución bancaria mexicana, responsable de canalizar los apoyos temporales del gobierno federal para el fortalecimiento y desarrollo del ahorro y el crédito popular −constituida en 2002 con el propósito de promover el ahorro y la inclusión financiera−, sin participación de intermediarios que dificulten u obstruyan la entrega del recurso a sus destinatarios.
En su incansable peregrinar por el territorio nacional y fiel a su principio de establecer contacto con la gente, el mandatario saludó a la multitud que se congregó en torno a él, atento y respetuoso atendió a las solicitudes que le fueron presentadas, comprometiéndose a revisar cada asunto.
Entre ellos se encuentran las peticiones formuladas por docentes del Colegio de Bachilleres de Sonora, los docentes cesados como consecuencia de la Reforma Educativa implementada en la pasada administración, la Coalición Nacional de Jubilados y Pensionados “Prof. Elpidio Domínguez Castro, A. C.”, los mineros retirados de Cananea, los concesionarios del transporte público en Hermosillo, la manifestación de diversas organizaciones ciudadanas que se oponen la venta del Estadio “Héctor Espino” y el clamor generalizado de un sinfín de sonorenses que acusan la represión ejercida por la gobernadora Claudia Artemisa Pavlovich Arellano.
Causan pena ajena´…
El actual titular en la Secretaria de Gobierno en Sonora, Miguel Ernesto Pompa Corella y el Director del Registro Civil, Héctor Ulises Cristópulos Ríos, causan pena ajena al arribar al evento –organizado por el Delegado de la Secretaría de Bienestar en Sonora, Jorge Taddei Bringas para la primera visita de López Obrador a la región− con grupos de choque integrado por mujeres y hombres de dudosa reputación, que ante la menor participación de apoyo al Presidente de México, impulsaban entre sus “seguidores” el trillado estribillo “sigue Claudia sigue…”, pretendiendo opacar con su reiterada consigna las enormes muestras de cariño, tranquilidad y esperanza que la administración federal impulsa a través de una política pública renovada que tiene como objeto transformar al país y beneficiar a la colectividad en su conjunto.
Pero, lo más lamentable no fue que estuvieran con su cansada cantaleta sin significado alguno −Sonora lejos de avanzar hacia el progreso social ha retrocedido en el tiempo, siendo la gobernadora la principal responsable de ésa involución, toda vez que no ha realizado obras públicas que coloquen a la entidad como referente nacional, sino que, su mayor desacierto ha sido la cerrazón para
atender a los ciudadanos, su nula visión para repuntar la economía, su política autoritaria y represora en perjuicio de las personas que demandan solución a sus reclamos, su notoria insensibilidad hacia las causas sociales y su fallida política pública que ha secuestrado la tranquilidad de los sonorenses durante tres años de “gestión”.
¿A qué obedece este planteamiento?
A que una vez más, la autora de esta columna ha constatado y experimentado en carne propia la violencia ejercida por “seguidores” afines al gobierno local, lo anterior se expone en virtud de que las personas que acompañaron a Miguel Pompa y Ulises Cristópulos al evento programado por el gobierno federal encapsularon y agredieron −verbal y físicamente− a la suscrita en ése lugar.
Luego entonces, se entiende que ante este nefasto mensaje represivo, ofensivo y nula voluntad política para atender el derecho de audiencia de la ciudadanía que cuestiona la conducta de quienes se encuentran en la cúpula del gobierno de Pavlovich Arellano, desaprueben su notoria “simulación” de cooperación y preocupación por los sonorenses ante el Presidente Constitucional de México, siendo que conocen de qué “lado cojea” la gobernadora”, así como, “lo que hace o ha dejado de hacer”.
De allí, la razón de los tres abucheos lanzados contra la gobernadora.
¡Nada es fortuito…!
Desde luego, no se omite mencionar que el retrogrado comportamiento constituye una afrentado contra la democracia, considerada no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo y la libre manifestación de las ideas, ambas garantías consagradas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Comentarios:
Publicada 04/03/2019