Rajoy recurre a la fuerza policial para descabezar el referéndum ilegal de Cataluña
BARCELONA, ESPAÑA.— La Generalitat consiguió abrir a lo largo de la jornada del domingo la mayor parte de los 2.315 colegios electorales que había previsto en su dispositivo. Dentro había urnas y papeletas que cientos de voluntarios habían conseguido introducir pese a los controles policiales de los últimos días. Pero la situación no fue en absoluto normal en todo el día, pues quedó patente que el referéndum no ofrecía ninguna garantía legal. El Govern no supo explicar ni el origen del censo empleado ni el método que se usaría para recontar los votos, que continuaba a última hora de la noche en medio de grandes dificultades técnicas.
La situación de excepcionalidad se hizo todavía más patente por los constantes cierres de colegios por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Los Mossos también lo acabaron haciendo en algunos casos, pero la inacción de la policía catalana fue la tónica general durante las primeras horas de la jornada, incumpliendo claramente el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que ordenaba impedir la apertura de todos los centros.
La policía autonómica hizo caso omiso también a la exigencia de sacar de los colegios los activistas que los habían ocupado los últimos días para impedir la entrada de la policía. En todos los casos los Mossos argumentaron que su intervención podía aumentar el riesgo de disturbios, especialmente por la presencia de menores en dichas sedes electorales.
La situación estalló a las ocho y media de la mañana, cuando efectivos de la Policía Nacional procedieron al desalojo de colegios electorales en Barcelona y las principales ciudades. La Guardia Civil hizo lo propio en municipios más pequeños. En total fueron cerrados 319 colegios, según datos de la Generalitat.
(Fecha de publicación 01102017 con información de ELPAIS)