El reino de los sátrapas. ¿Por qué no fue la gobernadora al informe?
HERMOSILLO, SONORA .MX.— Un día después del acto, la pregunta es generalizada.
Y es que se acostumbraba, desde quien escribe tiene memoria, a ver al gobernador en turno tomar el control de ese evento, convirtiéndose en el centro de todas las atenciones.
Por eso sorprendió que, en este primer año de gobierno priista, Claudia Pavlovich no haya estado presente.
Miguel Ernesto Pompa Corella fue quien se apersonó en el Congreso Local, con la glosa del informe en mano, y lo entregó al diputado Manuel Villegas, presidente actual. Punto.
Ella, la gobernadora, en ese mismo instante, entregaba títulos de propiedad en Bahía de Kino.
Y antes, por la mañana de ese mismo día, se reunió en la Casa de Gobierno con líderes políticos, y representantes de los partidos políticos. Con todos, menos con Alfonso Durazo, de Morena, quien declinó la invitación con argumentos poco convincentes para un presidente partidista.
Pero, volviendo al punto original, entender porque la gobernadora Claudia no fue quien entregó el informe en el Congreso no resulta difícil.
Mire usted:
Su actividad durante todo ese primer año que debía informar, se traduce como trabajo constante, en todos los sentidos, en todos los sectores del estado.
Además, de acuerdo al “librito”, el Secretario de Gobierno tiene facultad para representarla ante el Congreso en el Estado, incluyendo en la entrega del informe.
Pero importante recordar que, en los últimos tres años de su administración, su antecesor, Guillermo Padrés Elías, se mantuvo resguardado (como curiosamente sigue después de un año), durante el desarrollo del mismo evento.
Fue Roberto Romero López el responsable de esa obligación, y en el último año lo fue Prisciliano Melendrez, quien ni siquiera fue recibido en la Sala de Plenos, sino en la oficina de juntas de Presidencia del Congreso estatal.
Aquí, en este punto, una enorme diferencia se marca.
Mientras que el padrecismo se ocultó, el claudillismo se levanta.
Mientras que Guillermo Padrés perdió incluso la Sala de Plenos para entregar su informe, Claudia Pavlovich la recupera.
Y mientras que el ex gobernador permanecía ocultó en Palacio de Gobierno, atisbando apenas por la ventana para ver el regreso del mensajero enviado al Congreso, la actual gobernadora camina entre los suyos, con libertad, dándoles certeza patrimonial.
Y también, mientras “el memo” era repudiado por las fuerzas políticas del estado, (incluyendo sectores de su propio partido), “la Claudia” concentraba esfuerzos con todos, para proyectar todos juntos, el futuro de Sonora.
Por eso Claudia Pavlovich no fue quien entregó el informe.
Las condiciones de su gobierno, luego de un año de actividad, le dan espacio suficiente para romper esquemas, para enviar señales de recuperación en áreas que, por su sensibilidad, no se tocan mucho.
Y es que se habla de la recomposición del tejido social, pero importante ponderar en las mismas condiciones, la del tejido político.
Romper el viejo molde del “besamanos”, donde la figura gubernamental se pondera sobre la política, y donde la política se impone sobre la ciudadana, representa parte importante de la recuperación que Sonora sigue trabajando.
La entrega del informe es un acto protocolario que, en realidad, poco o nada tiene que ver con las sanas relaciones entre las fuerzas del estado.
Por eso, este pasado 13 de octubre fue, en realidad, el de la recuperación política entre la fuerzas partidistas y ciudadanas de Sonora.
¿Sorprendió la forma? Si. Enormemente. Saber unos minutos antes, en voz del presidente del Congreso del Estado, el diputado Manuel Villegas, que Claudia Pavlovich no entregaría el informe, sino Miguel Pompa, causó raudales de interrogantes.
Enterarse segundos después que la gobernadora departía con residentes de Bahía de Kino, entregándoles sus títulos, levantó interpretaciones en todos los sentidos.
En ese instante, tratar de relacionar con raya directa la reunión mañanera con los poderes políticos, la decisión de no asistir personalmente al Congreso, la de estar con ciudadanos en el puerto mencionado, la de ver “al potrillo” sentado en la tribuna legislativa, y la de observar a los diputados de oposición verse unos a otros, se convirtió en prioridad de análisis político.
Pero, ya con el pensamiento frio, visto las realidades desde distinto ángulo, no resulta difícil trazar esa raya continua que relaciona una cosa con la otra.
La gobernadora no fue a entregar el informe personalmente, porque las condiciones políticas en el estado que administra, le permitieron, con amplitud de facultades, seguir con su agenda de trabajo, constante y permanente.
No había necesidad de revitalizarse con el besamanos, ni de esconderse en Palacio de Gobierno.
Los resultados de su trabajo como gobernadora le daban eso. Y seguir con la agenda acostumbrada de trabajo, se convirtió en prioridad que ella no desdeño.
Y trabajar sin descanso, sin duda, le complace mucho hacerlo.
@mensajero34 elmensajero.mx
(Fecha de publicación 13102016)