Nov 22, 2024

EL REINO DE LOS SÁTRAPAS: La María Magdalena de Padrés

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HERMOSILLO, SONORA. MX. GILBERTO ARMENTA.— La reciente captura del ex gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa en Guatemala, ha provocado, increíblemente, que el irreverente padrecismo salga de sus pétreos escondites.

Y así, como por asalto, inundan las redes sociales con comentarios más disparatados que la férrea defensa que, aun a estas alturas, siguen haciendo del tristemente célebre memo Padrés.

Mire usted:

Duarte de Ochoa fue detenido luego de intensos días de investigación y seguimiento, según consigan en sus reportes el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional, la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, la Interpol Guatemala y otras autoridades y dependencias de justicia.

Antes de su captura, debieron sortearse inconvenientes que impedían detenerlo en la habitación 505 del Hotel La Riviera de Atitlán, donde se escondía; otros que no permitían siquiera tocar a su puerta; y otros tantos que protegían un día a su familia, y otro a sus amigos y colaboradores cercanos.

En síntesis, Javier Duarte de Ochoa fue investigado, monitoreado, acechado, cercado, y finalmente, capturado.

Lo hicieron las autoridades guatemaltecas porque así correspondía, pero las mexicanas fueron las que provocaron la detención.

Exactamente lo mismo sucedió con Guillermo Padrés Elías, y no debe perderse el tiempo revirando los detalles de esa captura que, en su tiempo, fueron amplia y consistentemente documentados.

Retomando el primer párrafo, ahora los padrecistas intentan ensalzar la “entrega valiente” de su querido “jefe” – como ellos le llaman- comparándola con una incoherente captura del ex mandatario de Veracruz. ¡Incoherente y actuada captura dicen ellos!

En primer lugar, Padrés Elías no se entregó voluntariamente, ni con conciencia tranquila. Se entregó porque, al igual que Duarte de Ochoa, se sintió acorralado y sin margen de operación.

No se plantó frente a la autoridad luego de concluir su mandato, para defenderse de las acusaciones que desde entonces ya se le dirigían porque, en algún momento, alguien le dijo que la impunidad y protección a su favor serian moneda de cambio con el gobierno estatal entrante en Sonora.

Pero no sucedió así, el memo fue perseguido hasta su captura, luego de ofrecer grotesca comparecencia en conocida radio de la ciudad de México.

En segundo lugar, a Guillermo Padrés Dagnino, hijo del ex gobernador sonorense, se le relacionó con las investigaciones que en contra de su padre se hacían, y por eso fue detenido juntamente con él.

El haber sido utilizado por su propio padre para operaciones bancarias ilícitas, según dictan las autoridades investigadoras, no lo exime como delincuente, así presuma un halo sobre su testa, y vigorosas alas en su espalda.

Y en tercer puesto, Iveth Dagnino Acuña, esposa y madre respectivamente, sigue libre, pero bajo investigación por el escandaloso caso de la venta de menores en el DIF Sonora a su cargo del 2009 al 2015, y el de su ex mucama Gisela Peraza quien, según el abogado de esta, fue también su celestina incondicional.

¿Por qué entonces exigen los padrecistas la captura de Karime Macías Tubilla? Pues porque es la esposa del ex gobernador priista, al que consideran opositor político.

Pero, ¿Por qué no han exigido la de Iveth Dagnino Acuña? Pues porque es la esposa del panista Guillermo Padrés Elías, al que aún llaman “el jefe”.

Pero, ¿Por qué exigen la liberación del hijo de Padrés Elías, ante la libertad de la esposa de Duarte de Ochoa? Pues porque así son de incoherentes y faltos de razón.

Ambos casos se manejarán de manera distinta, porque jurídicamente así debe ser. No por filias o fobias partidistas. No porque uno sea amigo de la federación y el otro no. No porque uno sea priista y el otro panista.

Si los padrecistas y los panistas cuestionan la libertad de la esposa de Duarte, también deberían cuestionar la de la de Padrés.

Del desarrollo de ambos casos, y del castigo a los dos luego de ser encontrados culpables de todos los delitos que cometieron y de los que se les acusa, estaremos pendientes los mexicanos, y en particular los sonorenses, y también los veracruzanos.

Que no vengan ahora las huestes padrecistas a querer victimizar a Guillermo Padres Elías, quien de manera cobarde permitió que su pléyade de funcionarios hayan cometido tal latrocinio contra los sonorenses.

Que tampoco intenten hacer ver al hijo del ex gobernador sonorense como un dechado de virtudes, porque el responsable de su actual situación es el padre y no propiamente las autoridades.

Que no vengan ahora, aterciopelados como columnistas políticos, a defender un caso de lacerante corrupción, comparándolo con otro de igual e indignante actuar.

Que tampoco juzguen como fariseos la libertad de la esposa de un corrupto gobernador, porque sentada a los pies tienen a su propia magdalena a quien, eventualmente, el brazo de la justicia le podría estampar senda piedra en el rostro.

Que lancen sus pedradas conforme sientan la libertad de pecado político en el que vivan.
@mensajero34 elmensajero.mx

(Fecha de publicación 18042017)

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