EL REINO DE LOS SÁTRAPAS: La velada corrupción azul
HERMOSILLO, SONORA. MX.— Odracir Ricardo Espinoza Váldez está, en los próximos días, por vivir una etapa más de señalamiento, campaña negra, y ataques tele dirigidos desde conocidas oficinas, cuyos ocupantes intentan evitar su ratificación como fiscal anticorrupción a como dé lugar.
La descalificación, atendiendo intereses personalísimos en desgastados grupos de poder, será también ingrediente especial en las redes sociales, desde donde le orquestarán una campaña negra de este tamaño.
Pero en ese pecado, los detractores llevarán la penitencia.
Las investigaciones y los expedientes que Odracir Espinoza tiene acumulados, en contra de igual o mayor número de ex funcionarios padrecistas y su red de corruptelas, tiene nerviosos a propios y extraños.
Pero pese a esa ya preparada estrategia de golpeteo, el efecto será nulo. El alcance de esa mencionada campaña negra podrá medirse, parsimoniosamente, con la uña del dedo medio de la mano derecha.
Y es que la Fiscalía Anticorrupción, a cargo de Espinoza Valdez, ha sido determinante en las acciones en contra de la corrupción pasada y presente.
Ordenes de aprehensión, detenciones, careos, citatorios, exhibición de malos actos de gobierno, persecución allende las fronteras y otras acciones, provocan a la oposición azul a orquestar, sin miramientos ni titubeos, cualquier gama de ataques, si en ello va la posibilidad de evitar mayores problemas jurídicos a quienes, hasta hoy, han logrado mantenerse nadando de muertito, mientras ven desde gayola el encarcelamiento de su jefe máximo, y el de amigos que del 2009 al 2015, se sentaban a sus mesas a departir con viandas ajenas.
Lo que la Fiscalía Anticorrupción tenga preparado en contra de quienes piensan que libraron el vendaval de la justicia, es justamente lo que algunos tratan de evitar siga progresando.
La ratificación de Odracir Espinoza garantiza eso. Por lo mismo, la consigna entre los padrecistas está dictada: NO A LA RATIFICACION.
Pero mal se verán los diputados del albiazul si, en ese ánimo, tratan de evitar lo que hasta hoy ha caminado bien.
Argumentan estos padrecistas, que la persecución e investigación anti corrupción ha sido selectiva, y señalan con el dedo índice aquellos actos que, en el partido en el poder, consideran deben ser tratados de la misma manera que se tratan los de ellos.
Pero, en ese contexto, no logran entender que la lucha anticorrupción no es una competencia de casos resueltos, ni el intercambio de cartitas que un día sean rojas y al siguiente, deban ser azules.
Tampoco es el escaparate que, con la intención de garantizar imparcialidad, deba colocar como maniquíes a cuanto político o funcionario en funciones o no, ellos exijan exhibir ahí.
La campaña negra que orquestan tiene preparados ya diferentes frentes, desde el mediático con medios de comunicación afines a sus intereses, hasta el exhibicionista en redes sociales con troles mal pagados que viven a su servicio.
Los legislativos argumentos para desestimar la ratificación de quien debe seguir al frente, se pueden escuchar ya a la distancia, y el posicionamiento del partido de oposición es ya un tiro cantado.
Pero, en esos argumentos evidenciaran la real intención: No quieren a un fiscal anti corrupción que los ha perseguido sin miramientos y que, contrario a lo que ellos consideraron en los últimos meses de su gestión estatal en el 2015, los ha hecho morder el polvo sin piedad.
La lucha anti corrupción tiene muchas aristas.
La de intentar proteger intereses partidistas, plagados de corrupción, de malos actos de gobierno, de saqueo y desvió de recursos, de enriquecimiento ilícito, y de operaciones bancarias fraudulentas es, por sí mismo, un acto de corrupción que debe ser perseguido y castigado.
Debería, en todo caso, explicar Acción Nacional porque intenta, con desesperación, que el Fiscal Anticorrupción sea uno avalado por ellos mismo. ¿No es eso tan incongruente como señalar que Odracir Espinoza sirve al PRI?
Debería también Acción Nacional explicar porque – pese a ver afectados los intereses de sus militantes y ex funcionarios que trabajaron con sus siglas a la espalda – los castigos a sus corruptas acciones les incomodan y preocupan.
La ratificación del fiscal anti corrupción va más allá del perfil de Odracir Espinoza Valdez. Lo que los panistas quieren, a todas luces, es la garantía de que las investigaciones en su contra cesaran.
Quieren también la seguridad de que, en el 2018, ya en campaña electoral, el padrecismo del que se beneficiaron a manos llenas, no será la carta de presentación que los lleve a perder posiciones electorales.
El panismo en Sonora busca, megáfono en mano, hacer creer que exige se persiga la corrupción, pero en voz baja quiere dictar que les perdonen los que ellos cometieron durante seis años.
Y así lo dicen, socarronamente, burlescamente, desvergonzadamente, que el pasado ya pasó, y que el padrecismo ya está en la historia. Usted, ¿ya lo olvidó?
@mensajero34 elmensajero.mx
(Fecha de publicación 25042017)