EL REINO DE LOS SÁTRAPAS: Maloro el municipalista
HERMOSILLO, SONORA.MX.— En días pasados, el alcalde de la capital de Sonora, Manuel Ignacio “maloro” Acosta, firmó como presidente de la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm).
Pero, ¿Qué es la Fenamm?
Es la asociación más grande de México que agrupa a 1,320 de 2,446 municipios del país, con lo que gobierna 43% de la población. Además, agrupa a 13 de los 31 municipios que son capitales; y a 42 de las 100 ciudades más pobladas.
Solo con estos datos, resulta inexplicable que la oposición en Hermosillo, haya desestimado de tal manera el nombramiento, atreviéndose incluso a manejar una encuesta en redes sociales – con peyorativa intención – y que finalmente el comité directivo del PAN en Hermosillo debió eliminar, ante los resultados favorables al maloro en la misma.
Pero, pese a esa favorable votacion, la administración malorista no ha sido nada fácil.
Desde su inicio, en septiembre de 2015, ha venido lidiando con el marcaje personal de Movimiento Ciudadano y sus dos regidores, que se han opuesto a tres temas torales ventilados en las sesiones de Cabildo: el ajuste a las tarifas del agua, la recolección de basura, y la concesión del mantenimiento del alumbrado público.
Los regidores del PAN han hecho lo mismo, pero ante la ascendencia padrecista que aún les lastima políticamente, su actuar ha sido más de “copycat” que de protagonistas en la oposición.
Hay temas interesantes también que han sido sorteados de manera inteligente, y de los que sobresalen otros tres: el dialogo con grupos exasperados por el No al Gasolinazo y que violentamente intentaron tomar el Palacio Municipal; también una intensa negociación con el cuerpo de bomberos que, olvidando la esencia de la benemérita institución que representan, poco a poco la convierten en una casi sindicalizada organización; y recientemente – aunque por la naturaleza el tema es más estatal que municipal – la fuerte liberación de la carretera a Bahía de Kino, bloqueada por operadores políticos de Acción Nacional que, sin justificada razón, reclamaban concesiones de transportes que les fueron revocadas por constantes violaciones a la ley que regula el pasaje rural.
Si usted pone esas seis cartas sobre la mesa (agua, basura, alumbrado, movimientos sociales, bomberos y bloqueos), y la forma en la que cada uno de ellos han sido resueltos y atendidos, entenderá entonces porque, en esa encuesta panista que se menciona arriba, más del 50 por ciento de los votos indicaban que, el alcalde maloro, se merecía el nombramiento de la Fenamm.
Pero, aunque usted no lo crea, Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez se ganó esa distinción no por resolver situaciones como las descritas, y que a otros alcaldes los han hundido políticamente, sino por un tema que, a ojo de quien escribe, fue la verdadera causa por la que lo designaron como presidente nacional de alcaldes de esta organización en mención.
Y es muy clara: el maloro es cien por ciento municipalista.
Lea usted con atención:
Desde el día uno de su administración, el alcalde hermosillense ha pujado por una independencia de los municipios, a la hora de estructurar y ejercer presupuestos, también para delinear proyectos municipales, y para establecer la lista de prioridades.
Trabajando de la mano con el estado y la federación, sí, pero con más libertad como municipio.
Y considere usted, como muestra, solo un botón: Hermosillo tiene poco más de 240 kilómetros de litoral, y el alcalde maloro, justa y valientemente, prepara la oportunidad para solicitar a la federación le permita administrar, supervisar y controlar su litoral, a fin de hacerlo crecer con inversiones apropiadas, y de no permitir, como ya sucedió en Bahía de Kino, que empresas extranjeras intenten apropiarse de sus playas.
Con esto, la capital sonorense podría convertirse en el primer municipio mexicano que, en armonía con el estado y la federación, tome el control de sus límites con el mar.
¿Genial no?
Además, en múltiples eventos se la ha escuchado enviar sendos mensajes al centro del país, cuando siendo anfitrión de secretarios y delegados federales diversos, se tocan temas relativos al crecimiento empresarial, a proyectos de infraestructura, educación, deporte y salud entre otros que, a decir del alcalde maloro, no se reparten de manera equitativa en relación a la necesidad real del municipio que los recibe.
Esa voz en defensa de los municipios, que antepone los derechos de los mexicanos que gobiernan desde los cabildos a los intereses partidistas, es lo que le ha valido tal reconocimiento como para ponerlos al frente de esos 1,320 alcaldes agrupados en la Fenamm.
La oposición podrá estar en contra de eso y considerar que los méritos no son suficientes, pero el hermosillense piensa distinto, y esa encuesta que luego debieron eliminar de sus redes, así se los confirma.
Las decisiones que el maloro ha tomado han sido difíciles, pero ¿acaso alguien le habrá dicho que todo sería fácil? Quién sabe, pero hasta hoy, el maloro sigue avanzando.
(Fecha de publicación 07042017)