EL REINO DE LOS SÁTRAPAS. El verdadero éxito del claudillismo
HERMOSILLO, SONORA. MX. GILBERTO ARMENTA. — Un año de gobierno estatal termina, y de manera oficial, el segundo año calendario está ya en el ruedo.
En este tiempo, la relación de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano para con el sonorense es de proporciones épicas, considerando que ella empezó a gobernar desde muchos puntos por debajo del cero.
Además, el riesgo de que el fracaso del gobierno de Guillermo Padrés Elías se le endilgara era muy grande.
Y por eso, las expectativas sobre sus primeros resultados alcanzaban estándares extraordinarios.
Pero oficialmente, están ya sorteados los primeros 365 días y contando de su administración, y las dudas sobre su capacidad, si acaso alguien las tuvo, no existen más. Ante eso, su gabinete camina a su lado sin vencer el paso.
Y, ahora, a menos de un mes de que su Primer Informe sea entregado al Congreso Local para su revisión y análisis, las preguntas sobre las formas usadas para lograr la recuperación de Sonora, empiezan a ponerse sobre la mesa.
Hay muchas respuestas a las mismas, que ya han sido públicas a lo largo de un año, que se conocen por todos los rincones de Sonora, y que se han manejado en todos los medios posibles. Miles de hogares en Sonora dan cuenta de ellas.
Y de estas respuestas parten, precisamente, al menos tres referencias importantes del éxito administrativo del claudillismo.
La primera es que la administración estatal ha sido abiertamente municipalista, apartidista y apegada a todo derecho.
Nogales, SLRC, Agua Prieta, Puerto Peñasco, Navojoa, Guaymas, y Naco, solo por mencionar a los municipios más grandes, son gobernados por el PAN, además de Bácum y Gral. Plutarco Elías Calles (Sonoyta) por el PRD y Movimiento Ciudadano respectivamente.
Ninguno de los alcaldes de los municipios anteriores ha sido olvidado, ignorado o relegado por la gobernadora Claudia.
La segunda es que ella ha procurado, con esmero, atender las necesidades primordiales de las familias sonorenses.
Becas educativas y deportivas, vivienda, apoyos a madres jefa de familia, apoyos a pequeños y medianos comerciantes, impulso a las empresas familiares, la tarifa de CFE 1F para todo Sonora, la disminución del costo del gas, uniformes escolares, transporte gratuito a estudiantes, pago a proveedores y prestadores de servicios, entre un largo y extenso etcétera han hecho mella positiva en la percepción familiar de todos los niveles sociales.
Y la tercera, y sumamente importante, es que el gobierno estatal ha estado exento, en todos los sentidos, de escándalos públicos/familiares/sociales de todos y cada uno de los integrantes del círculo más cercano a la gobernadora, y en escalada, de los círculos cercanos a cada secretario. Y en esto, se incluye, en primer orden, a la propia familia de Claudia Pavlovich y su esposo Sergio Torres.
El único caso conocido, y del que la oposición quiso hacer eco de sus frustraciones, en la persona de Benjamín Basaldúa Gómez, fue rápidamente atendido, y a diferencia del ex gobernador Padrés, el claudillismo demostró que la debilidad es por los sonorenses y no por los amigos, al separar de su cargo al ahora ex funcionario, para que así resolviera su situación jurídica que, por cierto, nada tuvo que ver con el corto periodo que ejerció como funcionario estatal.
Esta tercera referencia es importante, porque que la base del discurso de la gobernadora Claudia Pavlovich ha sido, y será de manera permanente, la familia como punto toral de todas las acciones de gobierno.
Y sin honorabilidad, sin honestidad, sin moral y sin ética a toda prueba, nada de lo que se pregone será creíble y, por lo tanto, la inclusión de la sociedad sonorense en los proyectos estatales dejara de ser, y ante eso, el propósito de todo se perdería en el limbo.
Por eso justamente, este primer año de administración de CPA ha sido exitoso. Ni ella ni uno solo de sus secretarios, ni de su círculo de colaboradores más cercanos, ha dado pie a escandaloso de ninguna naturaleza, y el núcleo familiar, alrededor de los mismos, no solo ha permanecido intacto en ese sentido, sino que, a través de influyentes y proactivos voluntariados, se han unido a su trabajo sexenal, en beneficio de los sonorenses.
Por eso, el secretario de gobierno Miguel Ernesto Pompa Corella hizo alusión a eso, en el marco del Primer Informe de Trabajo 2016 del alcalde hermosillense, Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez.
Y por eso también, la gobernadora va en concordancia en el hacer y el decir, y eso la califica, precisamente, como la segunda mejor gobernadora de todo México.
Y por eso igualmente, ha tenido que ser la oposición, desgañitada, la que trata infructuosamente de desacreditar lo que se está haciendo.
El padrecismo sigue inmerso en la cloaca moral en la que vivió durante seis años, mientras que el claudillismo, concentrando, sin perder el ánimo, cauteloso, obediente, enérgico y disciplinado, empieza sin amilanarse, a caminar ya por el segundo año de resultados para Sonora.
Y como se dicta en ferias populares, cartas y naipes en la mano. “se va, y se va corriendo”.
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