SOMOS NUESTRA MEMORIA. Cuando la cabeza pierde sentido
Por Boris González Ceja
Héctor tiene 29 años y sale de su casa todos los días, invariablemente, a las 10 de la noche en bicicleta para dar vueltas por la ciudad, realiza esta actividad sin parar hasta las 5 de la mañana; como un gato, anda buscando algo que aún no sabe qué es. Sólo tiene una idea fija que hace que duerma en el día y por las noches vuelve a salir, así su rutina de vida. Es hijo único y sus padres de 80 años de edad se encuentran preocupados de qué va a pasar con su hijo cuando ellos fallezcan.
La psicosis (también llamada comúnmente como esquizofrenia) es un padecimiento que afecta a más de un Millón de personas en México, según datos del gobierno federal, pero pocos tienen acceso a servicios de salud de calidad. De hecho, con el fracaso del INSABI, las cosas en salud se van a poner peor para los pacientes psiquiátricos y sus familias. De este error gubernamental multimillonario, sólo unos pocos salieron ganadores, en detrimento de la vida y salud de cientos de miles de personas.
En servicios de salud como el IMSS sus autoridades son omisas y negligentes, sin capacitación de calidad para sus médicos en temas de salud mental, propiciando suicidios u homicidios por diagnósticos erróneos, no saber cómo atender a personas que cursan con padecimientos psicológicos como la ansiedad o depresión, así como por no tener personal de calidad en la atención para estos pacientes, que ven truncada su vida familiar y laboral por la ominosa ignorancia de los directivos de salud.
Cuando realicé mis primeros estudios de posgrado en Argentina, tuve la oportunidad de trabajar en el Hospital de día para pacientes psicóticos del Hospital “Teodoro Álvarez”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con un equipo fenomenal que no he podido comparar en calidad de tratamiento en México, donde nos encontramos lejos por el destino del recurso que va a parar a cuestiones personales o de clanes que saquean los recursos destinados a la salud de la población, dejando sin atención psicológica a las personas por sus intereses particulares.
Diversos testimonios de personas con psicosis pueden encontrarse en redes sociales, donde dan cuenta de factores similares tales como la certeza, ideas sin sentido o conflagraciones contra la propia persona: “Tu cabeza pierde el sentido, pero en ningún momento te das cuenta, te va pasando poco a poco. En un principio enlazaba cosas sin sentido: “Esto me ha pasado porque el otro día me pasó aquello” o “Este me dice esto porque sabe lo que me pasó el otro día”.
Muchos de los casos de psicosis son generados por procesos violentos, por abusos contra la persona con estrés toxico, por deseos insatisfechos que producen “delirios de grandeza”, por consumo de sustancias, por cometer delitos y la culpa “los vuelve locos”, o por situaciones donde existe un daño neurológico.
Todos los casos pueden llegar a buen término con un buen diagnóstico psicológico, con atención profesional comunitaria de psicólogos capacitados, acompañamiento familiar y procesos públicos para la atención comunitaria desde la psicología, lo que hasta el día de hoy es casi imposible en nuestras comunidades.
¿Cómo puedo detectar un momento psicótico de una persona?
Cuando la persona tiene delirios (que se caracteriza por creencias falsas) tales como celos, siente que conspira contra él/ella o que vive intrigas de quienes lo rodean, o puede llegar a tener alucinaciones (ver u oír cosas que otros no ven ni oyen), entonces la persona puede estar cursando por un momento psicótico. Otros síntomas incluyen hablar de forma incoherente o sin sentido y comportarse de forma inapropiada para la situación en la que se encuentra, con comportamientos reiterativos o con pensamientos y lenguaje desorganizado.
Diversos estudios han demostrado la eficacia de la psicología en la atención de pacientes psicóticos y sus familias, que requieren acompañamiento profesional para lograr estabilizar a la persona. Ese fue el caso de Héctor, que pudo determinar la lógica de su delirio y vivir con él.
Causas y azares…
- En psicología el inconsciente de las personas se ve representado también en sus casas, edificios y ciudades. Mientras existan personas que sigan creyendo en horóscopos o en charlatanes que se aprovechan de la superstición, las ciudades seguirán como hasta ahora, en el descuido.
- Un derecho es para todos o es un privilegio si sólo es para algunos. En el tema de la salud mental sigue siendo un privilegio de unos cuantos. No te engañes.
- Dice el Gobernador que pagó camiones para llevar a sus aficionados al futbol “por salud mental”. Así el fiasco de nuestras políticas públicas de salud mental, donde el clientelismo está sobre las necesidades de la población en general y de quienes contribuimos con nuestros impuestos para que las cosas sean distintas y mejores.
Hasta la próxima, donde hay otra imperfección producto del delirio.
Twitter: https://twitter.com/borisgece
Fecha de publicación viernes 26 de mayo de 2023