Nov 23, 2024

Un simple análisis de sangre podría descubrir el cáncer, el alzhéimer y el párkinson

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MADRID, ESPAÑA. — La sangre lo sabe todo sobre nuestra salud. Y el sueño de la ciencia es descifrar la enorme información que contiene para prevenir así un número ingente de enfermedades. Cada minuto, entre cinco y seis litros de sangre recorren nuestro cuerpo y en su viaje fluyen por todas las ramificaciones del sistema circulatorio, llevando oxígeno y docenas de sustancias hasta las células y recogiendo otras por el camino. Por eso, la extracción de una pequeña cantidad ya permite a los médicos estudiar los productos de desecho y residuos procedentes de cada rincón de nuestro organismo y los ayuda a saber cómo se encuentran los distintos órganos.

 

 

Trastornos cardiovasculares, renales, hormonales o hepáticos, tiroides, diabetes, anemia… La detección precoz de muchas enfermedades a través de las pistas que dejan en el caudal sanguíneo es ya una realidad. Pero los investigadores quieren dar un paso más y buscan identificar marcadores tempranos que permitan hallar otras tan desafiantes como el alzhéimer, el párkinson, los trastornos mentales o el cáncer.

 

Ecónomico, seguro y fácil de administrar.

 

Que un solo análisis de sangre pueda sustituir a pruebas tan costosas o invasivas como una colonoscopia, una endoscopia o un escáner cerebral y ahorrar al paciente y al servicio de salud el tratamiento de futuras enfermedades ha dejado de ser ciencia ficción.

 

Que un solo análisis de sangre pueda sustituir a pruebas tan costosas o invasivas como una colonoscopia ha dejado de ser ciencia ficción
De momento, un análisis de sangre revolucionario ya es capaz de diagnosticar de forma temprana hasta 50 tumores.

 

Se trata del test Galleri, un hallazgo del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido diseñado para detectar los pequeños fragmentos de ADN que distintos tipos de cáncer dejan en la sangre y que, además, permite precisar en qué parte del cuerpo se encuentran. Y aunque los propios autores reconocen que se trata de un trabajo en proceso y que todavía tiene que atravesar algunas fases de prueba antes de poder ser aprobado definitivamente, los resultados son prometedores.

 

La prueba consiguió detectar correctamente dos de cada tres cánceres en más de cinco mil personas, antes incluso de que aparecieran los primeros síntomas. Además, permitió identificar el lugar original del tumor en el 85 por ciento de los casos positivos.

 

 

Diagnosticar antes de que sea tarde

También España se ha sumado a la investigación en este terreno con un proyecto del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) orientado a detectar el cáncer de páncreas cuando todavía es incipiente a través de un test de sangre. Nuria Malats, jefa del Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del CNIO, explica la importancia de este estudio, «ya que la gran mayoría de los casos de este cáncer se diagnostica cuando ya no tiene cura. Avanzar en esta investigación nos permitiría abrir la puerta a una técnica de cribado que actualmente no existe».

 

 

El proyecto, que acaba de empezar y que se desarrollará hasta 2027, podría suponer un impacto increíble en la reducción de la mortalidad «porque ahora solo se hace cribado en población de muy alto riesgo, como es el caso de los familiares con cáncer de páncreas, y eso supone solo un 10 por ciento de los pacientes que lo desarrollan», explica la investigadora. Una vez identificados posibles biomarcadores, se recurrirá a técnicas de inteligencia artificial para determinar cuáles son los mejores y cómo combinarlos.

 

Un test británico ya es capaz de detectar hasta 50 tumores. Incluso el estrés postraumático deja huellas en la sangre

 

También los estudios sobre las pistas que las enfermedades neurodegenerativas dejan en la sangre han empezado a dar buenos resultados. Un análisis que mide los niveles de beta-amiloide, una proteína que se acumula en el cerebro de los pacientes con alzhéimer, o la prueba para detectar la alteración de la alfa-sinucleína, otra proteína típica del párkinson, son dos de las muestras que más pasos han dado para mejorar el diagnóstico de estas dolencias.

 

 

En cuanto al ámbito de los trastornos mentales, son muchos los parámetros sanguíneos que pueden aportar información. En la última reunión anual de la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología, científicos del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed presentaron el mayor estudio prospectivo realizado hasta la fecha para evaluar los marcadores biológicos del trastorno por estrés postraumático.

 

Según sus resultados, las personas que lo sufren o que tienen un alto riesgo de sufrirlo presentan cuatro biomarcadores medibles con un simple análisis de la sangre, entre los que se encontrarían la serotonina, un neurotransmisor que influye en el estado de ánimo, y el glutamato, relacionado con el aprendizaje y la memoria.

Lo que tu grupo sanguíneo dice de ti

El grupo sanguíneo es otra fuente de información llena de datos. Los más importantes son los grupos A, B, AB y O, y de su distribución a lo largo del planeta se pueden derivar fascinantes implicaciones médicas e históricas. Según Luis Larrea, presidente de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular (SETS),

 

«la influencia de los grupos sanguíneos en la salud está contrastada e incluso se han localizado flujos migratorios a través de ellos». Por ejemplo, la presencia especialmente elevada del grupo O en las regiones tropicales está relacionada con el hecho de que sus portadores mueran menos de malaria. A cambio, serían más vulnerables a la peste, circunstancia que resultó fatal para los nativos sudamericanos con la llegada de los conquistadores europeos.

 

 

La distribución del grupo B, por su parte, nos habla de la irrupción en Europa de los pueblos mongoles de Asia. En España predomina el grupo O (45 por ciento), seguido del grupo A (42 por ciento). El resto se reparte entre los grupos B (10 por ciento) y AB (3 por ciento). A nivel mundial, el grupo O positivo es el más frecuente, sobre todo entre los hispanos; mientras que los asiáticos tienen un número relativamente alto de individuos del grupo B en comparación con los demás países.

 

 

Se ha asociado mayor frecuencia de trombosis al grupo sanguíneo AB y, recientemente, con la covid vimos que la población O era menos susceptible de contraerlo

 

En cuanto a las enfermedades, Larrea explica que, «por ejemplo, se ha asociado mayor frecuencia de trombosis al grupo AB y, recientemente, con la covid vimos que la población O era menos susceptible de contraerlo e incluso, si lo cogían, los casos eran menos graves».

 

 

También en este sentido van los estudios del director médico de la Clínica Universitaria de Múnich, Markus Lerch. En su trabajo sobre este tipo de interrelaciones, el investigador ha descubierto la existencia de diferencias en el terreno de las inflamaciones pancreáticas, según las cuales tener el grupo O es una ventaja.

 

El grupo AB supone un inconveniente en el ámbito de la demencia; todo lo contrario que en el caso de la hipertensión, en el que salen peor parados el A y, sobre todo, el B. Todo un campo de investigación que, según Lerch, permitirá perfeccionar los tratamientos farmacológicos.

 

¿Qué detecta un análisis convencional?

Trastornos cardiovasculares

Resulta importante que el valor del colesterol LDL, ‘el malo’, sea lo más bajo posible. Relevante es también la lipoproteína Lp(a). Un nivel elevado es factor de riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebro-vasculares.

 

Diabetes

Se puede detectar mediante el análisis de los niveles de glucosa en sangre.

 

Trastorno de tiroides

La presencia de la hormona TSH (tirotropina) permite evaluar su funcionamiento.

 

Trastornos renales

Cuando los riñones no trabajan como deberían, se acumula creatinina, un producto de desecho generado por los músculos.

 Trastornos hepáticos

Pueden aparecer cuando la proteína albúmina presenta valores reducidos.

Trastornos hormonales

Los ginecólogos buscan la presencia de diferentes hormonas. Pueden ser los estrógenos y las gonadotropinas (importantes para la reproducción), pero también la testosterona y la DHEA, que ayuda a producir otras hormonas sexuales.

 

Anemia

Se produce por un nivel bajo de glóbulos rojos.

 

 

PUBLICADO EL 07 AGOSTO DE 2023/ Con información de RAQUEL PELÁEZ)

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